“NO PUEDO CREER QUE NO HAYA OTRO MUNDO”: FRAN O´HARA Y JOHN ASHBERY
texto y traducciones por Eleonora González Capria
Frank O’Hara murió en 1966, en un extraño accidente en la playa, a los 40 años. Unos años después, en 1971, Donald Allen publicó The Collected Poems of Frank O’Hara. Allí recogió en más de 500 páginas los poemas publicados en vida, en revistas y libros, pero también los poemas dispersos en cartas, cajones y servilletas, escritos a la hora del almuerzo, en los bares, en las galerías, que O’Hara había ido sembrando.
Los soportes y los tiempos de la escritura de O’Hara son elocuentes: lo antiprogramático y anticanónico, la velocidad y el movimiento, lo colectivo, forman parte de la gestación y del poema mismo. La poesía de O’Hara es el proceso por el cual la poesía llega a ser.
Entre las páginas de los Collected Poems están los centenares de poemas de verso libre, de tono conversacional, los más famosos. Y también están los menos conocidos: las formas fijas, las imitaciones de los clásicos y los poemas con rima, casi invariablemente con usos irónicos y humorísticos. Es el gesto que marca la elección de O’Hara camino al estilo, su decisión de apartarse de lo dado, su lente que relee el pasado.
John Ashbery fue el encargado de escribir la introducción a los Collected Poems, de elaborar un pequeño recorrido, personal y sintético sobre ese volumen de una extensión que lo sorprendía, sobre los métodos, temas y predecesores de O’Hara, sobre una obra que la muerte prematura desplegaba como un trabajo en curso.
De todo lo que Ashbery dice sobre O’Hara (neoyorkino por adopción y no por nacimiento), elijo traducir unos fragmentos sobre su relación con la ciudad. Traduzco también tres poemas de O’’Hara, uno de ellos dedicado a Ashbery. De estas traducciones surge un diálogo ya imposible, que solamente me siento a imaginar.
*ASHBERY. De la introducción a The Collected Poems of Frank O’Hara:
“Ese espacio habitable, en el caso de Frank O’Hara, no era solo el espacio de la Escuela de Pintura de Nueva York, sino la ciudad de Nueva York, esa baulera caleidoscópica en donde las leyes del tiempo y el espacio se alteran, en donde se puede vivir a unos metros del amigo que nunca vemos y por el que viajaríamos muchos kilómetros si viviéramos en el campo. Las pesadillas, delicias y paradojas de vivir en esta ciudad ingresaron al estilo de Frank, igual que todas las amistades apasionadas que tenía al mismo tiempo (al punto de que era casi imposible verlo a solas: había tantas personas que reclamaban su atención y había tan poco tiempo y tantas otras cosas que hacer, como trabajar y, cuando teníamos un rato libre, escribir poesía). El término ‘Escuela de Nueva York’ aplicado a la poesía no sirve para caracterizar a un grupo de poetas profundamente distintos, cuya obra además tiene poco que ver con Nueva York, que es, o solía ser, solamente un lugar práctico para vivir y conocer gente, antes que un lugar específico que influenciara con su color local la literatura ahí producida. Pero O’Hara es, sin lugar a dudas, un poeta de Nueva York. La vida de la ciudad y de los millones de relaciones que la conforman reverberan a lo largo de su poesía; un aroma a basura, pachuli y monóxido de carbono la atraviesan, hasta convertirla en ese espacio encantador, viciado y saludable que es la ciudad de Nueva York.
Su obra también se diferencia de la de otros poetas de Nueva York porque es casi siempre autobiográfica. Incluso en los poemas más abstractos o cuando parece contar la historia de otra persona (vean la nota al pie de Donald Allen al poema ‘Louise’, un título que se le ocurrió a Frank cuando encontró una liendre [‘louse’] ‘en su ser inmaculado’) la escritura surge de su vida. Y, sin embargo, tiene poco de confesional: no profundiza en los aspectos personales con la esperanza de que su ensimismamiento los vuelva ejemplares. Más bien habla sobre sí mismo porque es justo él quien está escribiendo el poema y el poema se termina materializando como una especie de telón de fondo para las reflexiones aleatorias de un poeta que parece estar absorto en las ocupaciones de un día laboral neoyorkino o de un nuevo amor”.
**O’HARA. TRES POEMAS
PARA JOHN ASHBERY
No puedo creer que no haya
otro mundo donde nos sentemos
a leernos poemas nuevos
al viento en lo alto de una montaña.
Vos podés ser Tu Fu, yo Po Chü-i
y la Mujer Mono estará en la luna,
riéndose de nuestras cabezas desproporcionadas
mientras vemos la nieve posarse en una rama.
¿O nos habremos ido de veras? ¡este
no es el pasto que veía de joven!
y si la luna, esta noche
cuando salga, está vacía: mal augurio,
significa: “Se irán, como los pimpollos”.
TO JOHN ASHBERY
I can’t believe there’s not
another world where we will sit
and read new poems to each other
high on a mountain in the wind.
You can be Tu Fu, I’ll be Po Chü-I
and the Monkey Lady’ll be in the moon,
smiling at our ill-fitting heads
as we watch snow settle on a twig.
Or shall we be really gone? this
is not the grass I saw in my youth!
and if the moon, when it rises
tonight, is empty —a bad sign,
meaning “You go, like the blossoms.”
POESÍA
La única manera de quedarse callado
es ser rápido, así que te asusto
con torpeza, o sorprendo
con una puñalada. La mantis
religiosa conoce el tiempo más
a fondo que yo y es
más informal. Los grillos usan
el tiempo de acompañamiento
a su inocente tic. La cebra
corre en sentido antihorario.
Todo eso quiero.
Ahondarte con mi rapidez
y encanto como si
tuvieras lógica y certeza,
pero seguir callado como si
estuviera habituado a vos; como si
nunca fueras a dejarme
y fueses el inexorable
producto de mi propio tiempo.
POETRY
The only way to be quiet
is to be quick, so I scare
you clumsily, or surprise
you with a stab. A praying
mantis knows time more
intimately than I and is
more casual. Crickets use
time for accompaniment to
innocent fidgeting. A zebra
races counterclockwise.
All this I desire. To
deepen you by my quickness
and delight as if you
were logical and proven,
but still be quiet as if
I were used to you; as if
you would never leave me
and were the inexorable
product of my own time
POEMA (“À LA RECHERCHE D’ GERTRUDE STEIN”)
Cuando estoy deprimido y ansioso malhumorado
lo único que tenés que hacer es sacarte la ropa
y el resto se borra para revelar lo dulce de la vida
que somos carne y respiramos y estamos cerca
como sos de verdad como sos yo me convierto en
como soy de verdad vivo y entiendo un poco lo que es
y lo que me importa más allá de las intrusiones
de relaciones incidentales y accidentales
que no tienen nada que ver con mi vida
cuando estoy en tu presencia siento que la vida es fuerte
y vencerá a todos sus enemigos y todos los míos
y los tuyos y los tuyos en vos y los míos en mí
la lógica enferma y la razón frágil se curan
con la simetría perfecta de tus brazos y piernas
que extendidos juntos forman un círculo eterno
crean un pilar dorado junto al Atlántico
la suave línea de pelo que divide tu torso
le da paz a mi mente y libera mis emociones
al aire infinito donde desde entonces estamos
juntos y para siempre en esta vida pase lo que pase.
POEM
When I am feeling depressed and anxious and sullen
all you have to do is take your clothes off
and all is wiped away revealing life’s tenderness
that we are flesh and breathe and are near us
as you are really as you are I become as I
really am alive and knowing vaguely what is
and what is important to me above the intrusions
of incident and accidental relationships
which have nothing to do with my life
when I am in your presence I feel life is strong
and will defeat all its enemies and all of mine
and all of yours and yours in you and mine in me
sick logic and feeble reasoning are cured
by the perfect symmetry of your arms and legs
spread out making an eternal circle together
creating a golden pillar beside the Atlantic
the faint line of hair dividing your torso
gives my mind rest and emotions their release
into the infinite air where since once we are
together we always will be in this life come what may