Poetas del #46 I

Compartimos una selección de algunos poemas de cinco de los poetas publicados en el número papel Hablar de Poesía 46: Yexalén Aquino, Denise Fernández, Miguel Spallone, Yanina Azucena, Ricardo H. Herrera.

*

YEXALÉN AQUINO nació en Moreno, Buenos Aires, en 1993. Es poeta y cantante. Publicó Diarios de Amor (2018).

NINGÚN ANIMAL

Ningún animal 
sobre la piedra parda de mi alma.
He quedado sola finalmente.
Nada de ruidos ni calores 
ni rastros del zorzal de la mañana. Nada en la niebla 
el árbol está quieto.
Huesos sin huesos
como decir
nada.

 

MAMÁ

El pelo de mamá está dorado como siempre. 
Mírenlo brillar con el sol
cuando está ella amasando pan 
como hace treinta años cuando yo
no estaba entre los vivos
y ella ya me recordaba como un pájaro latiendo en algún lugar sagrado
seguramente
(yo como un sueño pequeño
un alimento por venir).

Ahora se ve el juego de azar donde ella y yo 
encontramos en el momento justo
y al decir nuestros nombres 
nos reconocemos.

Sintaxis perfecta. 

          Estoy hecha de ella abierta para mí.
          Una fruta mansa
          un barco que parte hacia sí mismo
          el océano donde se revuelcan las olas del azar y del amor.

Por los tiempos de los tiempos recuérdenla:
mamá silenciosa, mamá blanca, mamá con todos los nombres. Recuérdenla hijas 
y todos cuantos vengan después.
Véanla puesta al sol como ahora. 

La memoria es la venganza, hijitos
es la victoria del porvenir.

 

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DENISE FERNÁNDEZ nació en 1989, en Villa Atuel, Mendoza. Estudió antropología en la UBA; Guion de cine y Dramaturgia. Integra el área de literatura del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. Publicó el libro de poemas Mis animales y los que no son míos (2020).

           3.

CASI HADES

Rodeado por la lentitud, parece que va solo. 
Ha decidido que quien actúa de madre 
sea más joven que quien actúa de hija, “porque la
              mujer tiene eso”.

Cuando se olvida de que el amor es un verbo, recuerda
              que no le gusta la música dominante. Las cosas que
              se vacían pueden cargarse de nuevo.

 

RELIEVES EN UN VASO DE ORO

La persona de la novela no pega. Se va como
sentimientos. O alguien extraordinario. Hombres,
pequeñas cosas tácitas vestidas de payaso.

Para Agamenón la leyenda va en diagonal, y de
verdad lo piensa, como un padre que pasa.

 

LA VIDA HOMÉRICA ES UNA COLABORACIÓN PERMANENTE

Con toda delicadeza, los efectos del personaje
afectan al narrador.
Como finales en extinción. (Es 
porque no pueden ocultarse).

Los personajes sin esposa suplican oscuridad.
Vagan sus espíritus alrededor de nociones.
Y pensé que vos llorabas por lo que lloraba yo.

 

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MIGUEL SPALLONE nació en Quilmes, en 1990. Estudia Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes y forma parte del colectivo interdisciplinario Alt o Alt donde coordina talleres literarios. Publicó las plaquetas Poética (2014) y Cuando el mar crece (2015).

LA CASA DONDE VIVÍAS

vos / rompiste con todo / saliste y, / cuando empezó a hacer frio, / llamaste, aunque era / temprano, para decirles que podías / venir antes de que anochezca, / para preguntarles qué querían / hacer este fin de semana. / para preguntarles si querían / ir a la playa. / y, mientras decías “playa”, / te quedaste sin batería. / decías: “ir a la playa” / y, mientras decías “playa”, / te quedaste sin batería. / entonces, te sentaste / en los escalones que están / debajo de la puerta, en la casa donde vivías / y empezaste un libro con tapas de cartón, / un libro con tapas de mimbre, / un libro con tapas de helado; / unos versos que decían: / “solo se escribe / acerca de la muerte, por dinero, / acerca del amor, / por dinero”. / porque fue un día largo / y, esencialmente, / lo que sucede es que alguien tomó tus manos.

 

INUNDACIÓN

la culpa es, obvio, una ilusión.
cuando el mar crece,
simplemente, todos
perdemos a nuestros amigos,
nuestras casas.

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YANINA AZUCENA nació en 1989 en Asunción, Paraguay. Vive en Buenos Aires, donde estudia la Licenciatura en Artes de la Escritura en la UNA.

FELIZ DÍA PAPÁ

 Soy los ojos que esquivaste por años en un mundo que funciona a tus espaldas. La respuesta a la pregunta que nunca te hiciste la consecuencia de tu tosca realidad.
Soy esa tierra roja guaraní
ensucio tus championes y ya ni mirás. Un grito que expiró en tu memoria la prueba fáctica del vacío en tu pecho el cabo suelto
de tu vanidad.
Soy algo más
que esa tibia vergüenza
estaqueada
en el piso de tu indiferencia.

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RICARDO H. HERRERA nació en Buenos Aires en 1949. Dirigió la revista Hablar de Poesía sus primeros 35 números, desde 1999 hasta 2017. Sus últimos libros publicados de ensayo y de poesía son Herrera el viejo (2020), Lady Macbeth (2021), Almuerzo en Traslasierra (2021), Ensayos de amistad (2021) y Caligrafías (2022).

VISITA  

Hay un morir que es peor que la muerte: consiste en que una persona amada vaya matando dentro de sí la imagen con la que vivíamos en su interior. En esa persona nos extinguimos.
Ernst Jünger

Ya he vivido, decís. Y sin embargo
persiste la impaciencia en la poesía,
aún se obstina en la búsqueda del bien,
ese bien que es lo vivo en plenitud
y suele hallarse en raras ocasiones.
Ocasiones mayores o menores,
puede ser un detalle simplemente
que se expande en la mente y da lugar
al estado de boda en que florece
la palabra poética al nacer.
Un sueño basta a veces si nos trae
la alegría recóndita de un día
extraviado en el tiempo. Hoy, por ejemplo,
irrumpió fugazmente tu sonrisa
antes de despertar. Qué paz me dio.
Y qué dolor, también. ¿Cómo pudimos
violentar los tesoros del pasado
y empobrecernos hasta la miseria?
Qué cobardía fue desatender
el verdor del jardín de la memoria.

 

A LA SOMBRA DEL PLATANUS HISPANICA

                     Equivocarse en la vida es necesario para la vida.
                                                                                             Nietzsche

Cuántas entonaciones he perdido
al perder el amor, cuántos susurros
de entrañable emoción, cuánta ternura.
Mi pobreza verbal me empavorece,
perdí la melodía y la metáfora
al perder el amor.
De la sagrada sombra del platanus hispanica,
de su espeso follaje aguardo fuerzas.
Tiembla la maravilla natural,
me uno al instante en que la brisa aviva
la robustez del árbol, ser vibrante y coral,
tácito cántico.


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