Nota introductoria y versiones de Matías Carnevale
Carl August Sandburg nació el 6 de enero de 1878 en Galesburg, Illinois, Estados Unidos. Hijo de inmigrantes suecos, al terminar octavo año dejó la escuela para ocuparse en una variedad de empleos: editor, orador, secretario, profesor…. y sobre todo periodista, en la línea del “periodismo vagabundo” que Walt Whitman y Mark Twain, por ejemplo, propusieron. También escribió cuentos y poemas infantiles; tal vez por eso en su poesía hallamos una dulzura propia del mundo de la niñez.
Su uso del lenguaje popular lo distanciaba de la poesía académica, preocupada por cuestiones formales de métrica y rima. Si tenía que usar jerga del populacho, lo hacía. Socialista y amigo de los trabajadores, Sandburg admiró a Lincoln, sobre quien escribió una voluminosa biografía –un trabajo de quince años de investigación y escritura–, y mantuvo correspondencia con Eugene Victor Debs, líder sindical ferroviario y candidato socialista a la presidencia en cinco ocasiones. Reportó huelgas, manifestaciones y boicots. Sandburg también tuvo una fluida comunicación epistolar con Ezra Pound y Robert Frost.
Un poco como el cantautor Woody Guthrie (un estudio que comparara estas dos personalidades afines sería de sumo interés), fue dando conciertos de poesía acompañado con una guitarra a lo largo y a lo ancho del país. Llegó a ser una celebridad nacional, hecho no tan usual para un poeta. En este sentido, Sandburg tal vez haya sido precursor de la fama que obtendrían los poetas de la generación beat –Ginsberg en particular– en las décadas de los 60 y 70. Recibió el premio Pulitzer de historia en 1940 y la medalla de oro de la Academia Estadounidense de Artes y Letras, en 1952.
Esta selección presenta tres poemas que dan cuenta de la cálida sencillez en la obra de Carl Sandburg.
EXPLICACIONES DEL AMOR
Hay un lugar donde el amor comienza y un lugar
donde el amor termina.
Hay un roce de dos manos que derrota a todos
los diccionarios.
Hay una mirada intensa de ojos tan grandes como un horno abierto
de la Bethlehem o la llamita verde-fuego de una soldadora autógena.
Hay dichos solos que se lanzan sin cuidado portentosos como
un enorme desvío en el río Misisipi.
Manos, ojos, lemas—de éstos el amor crea
talleres y campos de batalla.
Hay un par de zapatos que el amor usa y su llegada
es un misterio.
Hay una advertencia que el amor envía y el costo de ella
nunca se escribe sino hasta que es demasiado tarde.
Hay explicaciones del amor en todos los idiomas
pero ninguna es más sabia que esta:
Hay un lugar donde el amor comienza y un lugar
donde el amor termina –y el amor no pide nada.
EXPLANATIONS OF LOVE
There is a place where love begins and a place
where love ends.
There is a touch of two hands that foils all
dictionaries.
There is a look of eyes fierce as a big Bethlehem open hearth
furnace or a little green-fire acetylene torch.
There are single careless bywords portentous as a
big bend in the Mississippi River.
Hands, eyes, bywords –out of these love makes
battlegrounds and workshops.
There is a pair of shoes love wears and the coming
is a mystery.
There is a warning love sends and the cost of it
is never written till long afterward.
There are explanations of love in all languages
and not one found wiser than this:
There is a place where love begins and a place
where love ends –and love asks nothing.
***
FELICIDAD
Les pedí a profesores que enseñan el significado de la vida que me dijeran qué es la felicidad.
Y consulté a famosos empresarios que dirigen el trabajo de cientos de hombres.
Todos sacudieron sus cabezas y me sonrieron como si estuviera tratando de bromear con ellos.
Y luego una tarde de domingo vagué a lo largo del río Des Plaines
Y vi un grupo de húngaros bajo los árboles con sus mujeres y niños y un barril de cerveza y un acordeón.
HAPPINESS
I asked professors who teach the meaning of life to tell me what is happiness.
And I went to famous executives who boss the work of thousands of men.
They all shook their heads and gave me a smile as though I was trying to fool with them.
And then one Sunday afternoon I wandered out along the Des Plaines river
And I saw a crowd of Hungarians under the trees with their women and children and a keg of beer and an accordion.
***
ELLOS PREGUNTAN: ¿TAMBIÉN DIOS SE SIENTE SOLO?
Cuando Dios amontonó un puñado de polvo
y escupió en él, y moldeó la forma del hombre,
y sopló infundiéndole vida, y le dijo que caminara
–ese ese fue un gran día.
¿Hizo esto Dios porque Se sentía solo?
¿Se dijo Dios que debía tener compañía
y para eso haría al Hombre andar por la tierra
y apartar iglesias para hablar con Él y cantarle a Él?
Estas son preguntas.
Están garabateadas en antiguas cavernas.
Están pintadas en altas catedrales.
Hay mujeres y hombres que se sienten tan solos
que creen que también Dios se siente solo.
THEY ASK: IS GOD, TOO, LONELY?
When God scooped up a handful of dust,
And spit on it, and molded the shape of man,
And blew a breath into it and told it to walk—
That was a great day.
And did God do this because He was lonely?
Did God say to Himself he must have company
And therefore He would make man to walk the earth
And set apart churches for speech and song with God?
These are questions.
They are scrawled in old caves.
They are painted in tall cathedrals.
There are men and women so lonely they believe
God, too, is lonely.
Carl Sandburg, en Harvest Poems, Harcourt Brace Jovanovich, 1960.