POESÍA COMPLETA – TOMO I (1915-1947) (Seix Barral, 2019) de Pablo Neruda.
Una nueva oportunidad para leer o releer a una de las voces fundamentales del Siglo XX. El libro tiene dos partes, en la primera pueden leerse los primeros ocho libros de Neruda, hasta su Tercera residencia. En la segunda, un verdadero tesoro: los poemas de juventud que permanecieron inéditos durante la vida del poeta. Sea para recorrer los clásicos de Residencia en la tierra, sea para asomarse a esos inmaduros y emotivos poemas de su primera juventud, el libro es una cita imperdible.
Compartimos dos poemas de Residencia en la tierra:
NO HAY OLVIDO (SONATA)
Si me preguntáis en dónde he estado
debo decir “Sucede”.
Debo de hablar del suelo que oscurecen las piedras,
del río que durando se destruye:
no sé sino las cosas que los pájaros pierden,
el mar dejado atrás, o mi hermana llorando.
Por qué tantas regiones, por qué un día
se junta con un día? Por qué una negra noche
se acumula en la boca? Por qué muertos?
Si me preguntáis de dónde vengo tengo que conversar con cosas rotas,
con utensilios demasiado amargos,
con grandes bestias a menudo podridas
y con mi acongojado corazón.
No son recuerdos los que se han cruzado
ni es la paloma amarillenta que duerme en el olvido,
sino caras con lágrimas,
dedos en la garganta,
y lo que se desploma de las hojas:
la oscuridad de un día transcurrido,
de un día alimentado con nuestra triste sangre.
He aquí violetas, golondrinas,
todo cuanto nos gusta y aparece
en las dulces tarjetas de larga cola
por donde se pasean el tiempo y la dulzura.
Pero no penetremos más allá de esos dientes,
no mordamos las cáscaras que el silencio acumula,
porque no sé qué contestar:
hay tantos muertos,
y tantos malecones que el sol rojo partía,
y tantas cabezas que golpean los buques,
y tantas manos que han encerrado besos,
y tantas cosas que quiero olvidar.
CABALLERO SOLO
Los jóvenes homosexuales y las muchachas amorosas,
y las largas viudas que sufren el delirante insomnio,
y las jóvenes señoras preñadas hace treinta horas,
y los roncos gatos que cruzan mi jardín en tinieblas,
como un collar de palpitantes ostras sexuales
rodean mi residencia solitaria,
como enemigos establecidos contra mi alma,
como conspiradores en traje de dormitorio
que cambiaran largos besos espesos por consigna.
El radiante verano conduce a los enamorados
en uniformes regimientos melancólicos,
hechos de gordas y flacas y alegres y tristes parejas:
bajo los elegantes cocoteros, junto al océano y la luna
hay una continua vida de pantalones y polleras,
un rumor de medias de seda acariciadas,
y senos femeninos que brillan como ojos.
El pequeño empleado, después de mucho,
después del tedio semanal, y las novelas leídas de noche, en cama,
ha definitivamente seducido a su vecina,
y la lleva a los miserables cinematógrafos
donde los héroes son potros o príncipes apasionados,
y acaricia sus piernas llenas de dulce vello
con sus ardientes y húmedas manos que huelen a cigarrillo.
Los atardeceres del seductor y las noches de los esposos
se unen como dos sábanas sepultándome,
y las horas después del almuerzo en que los jóvenes estudiantes,
y los jóvenes estudiantes, y los sacerdotes se masturban,
y los animales fornican directamente,
y las abejas huelen a sangre, y las moscas zumban coléricas,
y los primos juegan extrañamente con sus primas,
y los médicos miran con furia al marido de la joven paciente,
y las horas de la mañana en que el profesor, como por descuido,
cumple con su deber conyugal, y desayuna,
y, más aún, los adúlteros, que se aman con verdadero amor
sobre lechos altos y largos como embarcaciones:
seguramente, eternamente me rodea
este gran bosque respiratorio y enredado
con grandes flores como bocas y dentaduras
y negras raíces en forma de uñas y zapatos.
Y compartimos uno de esos poemas rescatados de juventud:
LAS PUERTAS
Tengo dos puertas claras
como el aire y el sol.
Tengo dos puertas claras:
las puertas claras de mi corazón.
Abiertas a los vientos
y a la luz y al amor
como se abren las puertas multiformes
de todos los caminos del dolor.
Como el pájaro tibio
que mira a Dios yo escucho
y miro los rosales que florecen
como mi corazón de esperar mucho.
La hoja cae,
cae el dulce retoño,
y el fruto vibra como un seno suave
presintiendo las rutas del otoño.
Tiembla la tierra y todo fruto nuevo
se abre a los caminales del dolor
y abro como dos rosas de silencio
las puertas claras de mi corazón.
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POESÍA REUNIDA (Griselda García Editora, 2019) de Adélia Prado. Edición bilingüe en traducción de José Ioskyn.
Esperada antología de Adélia Prado (Minas Gerais, 1935), una de las voces poéticas más reconocidas de Brasil en la actualidad. Esta selección de toda su obra publicada incluye poemas que cubren el arco desde 1976 y 2015, y revela los cambios en su estética, como dice Ioskyn, traductor y prologuista, “desde el estilo coloquial y tal vez más oscuro de las primeras obras, hasta un cierto clasicismo en la sintaxis de sus trabajos más recientes”.
Compartimos dos poemas:
FOTOGRAFÍA
Cuando mi madre posó
para éste que fue su único retrato,
no aceptó tener las sienes curvas.
Sin embargo, hay un deseo de belleza en su rostro
que una doctrina dura ha contenido.
La boca es conspicua
pero las orejas se muestran.
El vestido es negro y cerrado.
El temor de Dios circunda su semblante,
como cadena. Luminosa. Pero cadena.
Sería un retrato triste
si no viese en sus ojos un jardín.
No de aquí. Pero jardín.
FOTOGRAFIA
Quando a minha mãe posou
para este que foi seu único retrato,
mal consentiu em ter as têmporas curvas.
Contudo, há um desejo de beleza no seu rosto
que uma doutrina dura fez contido.
A boca é conspícua,
mas as orelhas se mostram.
O vestido é preto e fechado.
O temor de Deus circunda seu semblante,
como cadeia. Luminosa. Mas cadeia.
Seria um retrato triste
se não visse em seus olhos um jardim.
Não daqui. Mas jardim.
FORMAS
De un único modo se puede decir a alguien:
“no me olvido de ti”.
La cuerda del violoncelo se queda vibrando sola
bajo un arco invisible
y los pecados desaparecen como ratas descubiertas.
Mi corazón causa pasmo porque late y tiene
sangre y algún día va a parar
y se transforma en un tambor patético
si dices en mi oído:
“no me olvido de ti”.
Manchas de luz en la pared,
una jarra pequeña
con tres rosas de plástico.
Todo en el mundo es perfecto
y la muerte es amor.
FORMAS
De um único modo se pode dizer a alguém:
“não esqueço você”
A corda do violoncelo fica vibrando sozinha
sob um arco invisível
e os pecados desaparecem como ratos flagrados.
Meu coração causa pasmo porque bate
e tem sangue nele e vai parar um dia
e vira um tambor patético
se falas no meu ouvido:
“não esqueço você”.
Manchas de luz na parede,
uma jarra pequena
com três rosas de plástico.
Tudo no mundo é perfeito
e a morte é amor.
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PRIMEROS FRÍOS (Espacio Hudson, 2019) de Mariana Rosa.
Un libro muy personal, condensado y sentido. Mariana Rosa nació en Neuquén en 1974 y actualmente reside en Holanda. Antes había publicado Crónica de un salto (del Dock, 2006) y dos plaquetas.
Compartimos dos poemas:
…BUSCAMOS TOALLAS VIEJAS…
Buscamos toallas viejas
que puedan ensuciarse
con arena y sal.
Esta vez tendríamos frío.
Íbamos al mar de noche
a hundirnos en el oleaje
de esa negrura.
Bajamos las calles
cantando, alegres de hacer algo
rutilante en el sopor del verano.
Gritamos al momento
de mojarnos y correr
mar adentro, a carcajadas
nos arrojamos
contra la primera ola.
Más allá de la rompiente, el mar
estaba calmo. Una ondulación
parda te mecía en la oscuridad.
De espaldas,
cada uno flotaba a distancia
sintiéndose único,
un pez blanco
donde la luna hacía foco,
una criatura dichosa,
a la deriva.
…LO VI IR AL GALOPE…
Lo vi ir al galope.
Un caballo suelto,
terco en la neblina.
Lo oí relinchar,
altivo en su ceguera.
Después yo
dejé de ser niña,
y la niebla
fue mucho más espesa.
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UN POETA GRIEGO HUYE DE LONDRES (Griselda García Editora, 2019) de Jorge Aulicino.
Un nuevo libro (el segundo este año) de Jorge Aulicino, Premio Nacional de Poesía en 2015. Son 27 monólogos dramáticos (“Charles Dickens se detiene un momento en la calle Mill”, “Simón Bolívar escribe a un secreto corresponsal europeo”, “Alguien en el Puente de la Torre”, etcétera, son los títulos). Los monólogos recuperan algún pormenor biográfico de la vida del retratado, pero todo de manera liviana, con gracia, y muchas veces con inesperados cruces anacrónicos, etc.
Compartimos dos poemas:
IVÁN SERGUEVICH TURGUÉNEV SE ASOMBRA DE LA INTRICADA CULTURA EUROPEA
Aquí están muy cerca el piano
y el abedul, los crepúsculos
y los viejos souvenirs de bronce.
Comparado con esto,
la epifanía en mis bosques y charcos
es cebolla y pan. Siervos y nobles
pasaban frente a ello sin otra conmoción
que el latido de su sangre, la que palpita
en las viejas catedrales,
las cúpulas, los árboles y los caminos,
y los disuelve, así como este solitario en la taberna,
al este –creo- de París, mueve su tableta
en el agua de un vaso
después de la borrachera,
mientras miro las vetas de la madera en mi mesa
sobre la que he esparcido sin quererlo algo de sal.
UNA EX CATEQUISTA SE LAMENTA EN UN PUB DE COVENTRY
No es incongruente que esté ahora sentada
en un alto banquito redondo frente a un mostrador
atestado de botellas con líquidos de distintos colores:
azul incluso, o verde, entre los fantasmas y las ruinas
del bombardeo masivo de 1940.
Veo en esas botellas el siglo venidero
y el resultado de que los hombres se hayan alejado cada vez más de Dios.
Esta tierra será sin duda más agradable por eso,
una sombra se habrá perdido entre las sombras:
la sombra terrible y amorosa del Señor,
que tanto cuestionaba nuestros pasos.
No bailará tampoco el demonio entre ruinas, como ahora,
patrón del fuego y la tierra. O bailará, pero lejos de las grandes ciudades
financieras, portuarias, comerciales industriales,
como esta, donde la clase alta
y la clase media y la clase obrera, si la hubiera,
no me escucharon cuando predicaba de puerta en puerta.
Me he entregado a la bebida
y a la dulce prostitución
porque todo está perdido
y ya no existe el turismo verdadero.
Nada es extraño, todo es presente, y la guerra está lejos de casa.
A veces, y solo a veces, arde en nuestras ventanas.
Pero son estallidos dispersos, pesadillas, vaguedad.
Y yo soy como los ruidos confusos en un teléfono con baja señal.
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SELECCIÓN POÉTICA (colección acento urbano, 2019) de Esteban Moore.
Una antología de poemas de los siete libros de poesía publicados por Esteban Moore entre1982 y 2007. La selección fue realizada por Jorge Rivelli, que dice en el prólogo: “En síntesis, los pilares de la obra poética de Moore: el minucioso y productivo trabajo de las producciones de poetas de lengua inglesa, la extensa y profunda lectura de la literatura rioplatense y su vida curiosa, a veces como un elegante flaneur y otras involucrado totalmente en la escena. De sus publicaciones, podría decir, los dos primeros libros tantean el terreno; tercero, cuarto y quinto, el punto más alto de la vanguardia ochentista, el sexto, el habla porteña, una vuelta de tuerca a todo lo anterior; el séptimo, el punto más alto de su obra. Siete libros que tienen en común una voz inconfundible, por más que cada tanto quemen las naves o mezcle y vuelva a dar. Es un placer leer esta obra resultado de más de treinta años dedicados a la poesía y la traducción.”
Compartimos dos poemas:
MI BUENOS AIRES QUERIDO
en una bella ciudad
del lejano sur del mundo
un niño
con amorosa osadía
se tiene en la hamaca
sus impulsos agitan
la desparramada ceniza de los muertos
en nuestras habitaciones
gobernadas por el cerrojo
la memoria es un muro
que no puede ser derribado.
ÁNGELES CAÍDOS
Borracho de alcohol
y desesperación
Dylan con sus aullidos estremece la noche
Vallejo tose en un conventillo parisino
las noche se extiende en los hemisferios
en Méjico Lowry
oculta sus visiones zoológicas
en las abrasivas lenguas del mezcal
viajando sobre el chirrido de un tren de carga
Kerouac canta ronco vómito tras vómito
las bondades del agrio vino californiano.
Bukowski resbala y cae
en la noche brillante de Sunset Boulevard
en la trastienda de una farmacia de turno
Carver abre una botella de licor clandestino
mientras una vieja con un perrito ridículo
espera el preparado
que tranquilizará sus tormentas
a esta hora de la madrugada
quizás alguien se esté preguntando
qué sucede
bajo el ardiente sol de los parajes sureños
en el extremo de Oriente pálido de luna
en una jaula iluminada por reflectores
Pound murmura palabras
que sus carceleros no comprenden
Michaux cubierto de noche
en un cementerio de Cuernavaca
se deja volar en sustancias
sin entender la magia del paisaje
en una ciudad que lo desconoce
Julio Huasi
decide por mano propia
abrazar las tinieblas
otros en el pico de una botella
apagan los exactos compases del corazón
en un sitio donde todos cantan la belleza
de las cimbreantes mujeres junto al mar…
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SUS BELLOS OJOS QUE TANTO ODIARÉ (Caleta Olivia, 2019) de Cristian Molina. Reedición.
Reedición del libro de 2017 de Cristian Molina (Leones, 1981). Dice Joaquín Correa en contratapa: “Pura potencia, erotismo e intensidad es Molina y su voz, respiración y cuerpo que, de vez, en vez decide posarse sobre el espacio del poema e iluminar, súbito nuestros días”.
Compartimos un poema:
EL ASTRO ROJO
Antes, la taza no estaba vacía, no.
Te sentabas, con ambas manos la tomabas
y así decías palabras sin consistencia
pero esenciales, que nos acercaban al
punto donde no importaba que el diario roto
hubiera desaparecido las noticias.
En ese tiempo, también, miraba el sol
aparecer en los morros de la bahía
mientras desplegabas tus espaldas en el
balcón tropical. Eras casi el último hombre
que sobrevivía en ese mundo de niña
en el que no creía en Alicia ni en Carroll.
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POR MANO PROPIA (Caleta Olivia, 2019) de Melina Alexia Varnavoglou.
Primer libro de Melina Alexia Varnavoglou (Villa Ballester, 1992), que, como señala Claudia Masin en la contratapa, es “profundamente político, en el sentido en que poner sobre la mesa la cuestión del propio deseo (sobre todo si se trata de una mujer quien habla) es político: tomar posición, tomar la palabra, escribir por mano propia”.
Compartimos aquí uno de los poemas:
GATAS QUE LLORAN DE NOCHE
“Viví con las arañas
con ellas aprendí a asesinar”
(Selva Casal)
Son como bebés
o el sonido de una sirena quedándose sin batería
si viviera en el campo
pensaría que es alguien
que sacrifica a un cerdo.
De cualquier manera, siempre son
como cuchillos
y conmigo comparten
el grito celebratorio
de haber sido amadas
todas las noches
a la fuerza.
Mi primera idea de la violencia
ha sido ésa:
un ser aplastando a otro
por el bien de la especie.
La del sexo no fue muy diferente.
Al salir de casa
los mediodías
a veces las encuentro
y es como si nos reconociéramos
ambas tenemos ese signo marcial:
la sombra gigante del macho
todavía sujetándonos
cuando cae la tarde
las acaricio
y les doy algo de comer
hago mal en sosegar sus cuerpos
en darles cariño
en recrear la paz
Debería enfurecerlas
sembrar en sus corazones
el odio y la resistencia
deberíamos librar
—yo en la cama
ellas en los techos—
la misma guerra
y un día finalmente
huir.
Esa noche la luna
será lo único
sobre nosotras.
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LA INTEMPERIE ES UN LUGAR SEGURO (Ediciones del Dock, 2019) de Luciana Ravazzani.
Cuarto libro de poemas de Luciana Ravazzani, nacida en 1981.
Compartimos un poema:
…ELLA CONTÓ POR TELEVISIÓN Y CON CIERTA VIOLENCIA…
Ella contó por televisión y con cierta violencia
de su acto amoroso por la mañana.
Se la veía radiante, aunque no hubiera nada cierto en esa luz.
Miré a mi hábil mano derecha, miré mis uñas,
-algo obsceno en ellas- pero no se puede cambiar de uñas,
del triste deseo de acabar brevemente
para poder seguir con ese y algunos otros hábitos.
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HISTORIA DEL VISITANTE (Ediciones en Danza, 2018) de Jonio González
Historia del visitante es el cuarto libro publicado en Ediciones en Danza por Jonio González, poeta argentino radicado en Barcelona desde hace más de tres décadas.
Compartimos dos poemas:
CHÉJOV
a medida que se alejan
el uno del otro
confusos se preguntan
por qué si la pérdida es la misma
el dolor es distinto:
respuesta
o razón
que recordarán cuando
la airada voz no sea signo
ni expresión
advertencia o coartada
sino imposibilidad de comprender
hacia dónde dirigirse en busca
de lo que sin saber se añora
CANCIÓN DE INFANCIA
confundía recompensa con pensamiento
y a éste adjudicaba la espiga del mañana
como si naciera de él y creciese
a fuerza de razonar
discurrir
reflexionar
y fuese en verdad fruto
de sus cavilaciones
aprendió así que si pensaba en una silla
y pronunciaba la palabra silla
ésta contendría necesariamente
un asiento
patas
respaldo
y que podría sentarse en ella
y pronunciar la palabra mesa
y al instante extender sobre ésta
sus papeles
comer
dormir apoyando la cabeza
en los brazos cruzados
y soñar con otras palabras
que incluían formas
colores
sentimientos incluso
y que en eso consistía
su recompensa.
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DATABENDING (Barnacle, 2018) de Jonatán Reyes
Escribe Diego L. García para la revista web Jampster: “Googleo «databending». Imposible no fascinarse con esta técnica. Pienso (ya he leído varias veces el libro) que el proceso es parte constitutiva de buena parte de la poesía contemporánea. Se trata de manipular un archivo o un circuito sonoro (o texto) para deformarlo en un resultado aleatorio. Suele hablarse de tres técnicas: edición incorrecta, reinterpretación y error forzado […] Algo se ve trastocado. Algo que podría completarse no se completa, avanza así, acoplándose a nuevos estratos sin necesarias conexiones. Se rearma en sugerencias, canibalizando sugerencias, resonancias, usos. Todos los poros de las palabras se abren…”
Compartimos un poema:
LA HERIDA HA FLORECIDO
hoy saliste de la máquina e imitaste
el zumbido del cuerpo cuando revienta
en lo profundo
hoy saliste de la máquina
trenzada y telepática / con tu huella
impresa en el augurio lábil de los días
y te sentí interferencia / te sentí brizna
de otra rauda que se tuerce maleza
te sentí danza nada más
……………………sobre esa loseta
trastocada / de frente
al cénit que te inventa / de un solo golpe.
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LA VENGANZA DEL CORDERO ATADO (Ediciones Continente, 2019) de César González.
Reedición corregida de un libro, que fue editado por primera vez en 2010, y fue escrito mientras su autor estaba en prisión. Es un libro directo y virulento, que da cuenta del contexto en el que está siendo escrito. César González nació en 1989 y es también autor de cuatro largometrajes y del documental Corte Rancho, disponibles en internet.
Compartimos un poema:
POESÍA PARA TODO PRESO
Adoro el aroma de las flores
que acá no huelo.
La ausencia de todo placer
se recicla en la esperanza
de alguna vez aburrirme de sentirlos.
Me gusta bañarme en el mar que no conocí.
Soy adicto a mirar por la ventana
el mismo, exacto, preciso y siempre idéntico paisaje.
Un gramo de sol,
una sola gota de la saliva de sus rayos
tiene más sentido que un beso mismo.
Pero son botas lo único que veo
es a uniforme el único aroma
son botas y uniformes lo que pide la sociedad.
Es esposados como andarán todos un día.
Shhh… silencio flagelos malditos, ya es mucho por hoy.
Mejor que drene esta hinchada herida.
¡Que salgan al fin estos dilemas!
¡Me estoy pudriendo por dentro!
Aunque mejor shhhh…. silencio, esperanza.
Que puede escucharnos un guardia.
Que puede retarnos un Psicólogo.
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CUERPOS CON MÚSICA DE FONDO (El jardín de las delicias, 2019) de Rita Kratsman.
Séptimo libro de la porteña Rita Kratsman, nacida en 1940. Dice Guillermo Saavedra en la contratapa: “…En su original estructura contrapuntística, realiza uno de los sentidos posibles comprendidos en su título. El otro, claro está, se cumple apelando al auxilio de la obra de Schönberg y otros salvoconductos sonoros.; y, ejemplarmente, en una suerte de puesta en práctica de una teoría del ritmo, garante de la poesía y, a través de esta, de esa música de fondo que, tal vez, sabrá redimir a los cuerpos de su desamparada aventura urbana.”
Compartimos un poema, el que abre el libro:
…HAY UN ESPACIO Y UN TIEMPO…
Hay un espacio y un tiempo
en que se escucha por primera vez una música
y el momento resulta sublime
pero sabés que llega antes o después de algo
omitiendo el Universo toma cuerpo un ritmo pesante
y nos lanzamos con todo lo selecto
y caemos a plomo mientras el aire ni siquiera parpadea
¿acaso se trata de una quietud marfilina?
acordate de que el bosque está siempre visible
en 1912 Schönberg sacó del arca de sus dones
una nota desnuda, el efecto
pulsa las cuerdas altas del viento
dejando que los tonos bajos definan otras cosas
y el miedo hasta en una brizna de polvo
o en el vuelo confuso de un pájaro
la debilidad reciente
comprueba que todo se repite
y si soñás con una bengala en la oscuridad
es probable que tu nombre
desaparezca con el resplandor.