Algunos libros recientes (abril 2019)

POESÍA REUNIDA 1949/2015 (Tusquets, 2018) de Ida Vitale.

Una excelente oportunidad para asomarse a la poesía de la uruguaya (nació en Montevideo en 1923) galardonada el año pasado con el Premio Cervantes. El libro empieza con sus últimos poemas inéditos (con el título de “antepenúltimos”) y avanza en orden inverso (seleccionado la autora de cada libro los que más le gustan, y en algunos casos reescribiéndolos) hasta su primer libro, La luz de esta memoria (1949) que cierra el volumen.

Compartimos dos poemas:

PRIMERO DUELE EL AIRE

Primero duele el aire
y un látigo de luz salpica
el rostro de mi infancia.
No he dejado de verlo sonreír
entre los ramos de preguntas.
Tantos pájaros fueron, tanta inútil tristeza,
tantos mapas azules, verdes, rosas,
tanta arena en el viento de las playas
vuelven cuando toco su frente
y se avecinan en la luz de hoy.

Todas están durmiendo para siempre,
durmiendo en un dormido paraje de mis venas
las sombras de ese mundo,
ya criaturas de la muerte y mías. 

 

PROFUNDAMENTE PÁJARO

Profundamente pájaro,
profundamente río,
profundamente cielo
y árboles y árboles
profundos y distintos,
marejada de nubes sobre
golondrinas, cotorras,
palomas, benteveos
y constantes gorriones
y remilgados teros,
silencios con abrojos,
errores tan fatales,
imprecisas historias
de miserias ¿humanas?

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ANIMAL DE INVIERNO Y OTROS SESENTA Y CINCO POEMAS SOBRE LA NATURALEZA Y SUS CRIATURAS (Bajo la luna, 2019) de José Watanabe.

Alguien tenía que tener esta excelente idea: recopilar en un volumen antológico los poemas que giran en torno a la naturaleza del peruano José Watanabe (1947-2007). Son 66 poemas, de todos sus libros. Quien no haya leído a Watanabe cuenta ahora con una inmejorable puerta de entrada. Quienes ya lo conocen, tendrán la oportunidad de volver a muchos de sus mejores poemas. Compartimos dos:

 

REFULGE OTRA VEZ EL SOL

Refulge otra vez el sol sobre el río,
siéntate en la hierba con espíritu tranquilo
y mira a los muchachos bañarse y reír.
Acepta estrictamente esta visión.

(Has mirado tu sombra desde el puente
y te ha extrañado
que no tuerza hacia la corriente)

Tú también te bañaste aquí
y entonces el río era igualmente sucio, dejaba
estrías de barro en las comisuras de la boca
donde se formaba esa risa gratuita, risa
sólo por estar allí, zambulléndose
y emergiendo con un único conocimiento,
el de las cualidades tangibles del agua.
Ése era el sentido de la risa.
Acepta estrictamente ese sentido y declina
la especulación poética. Porque es tu verso opaco
contra tu brillante alegría de muchacho.

 

LA MANTIS RELIGIOSA

Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol
hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm. de mis ojos.
Yo estaba tendido sobre las piedras calientes de la orilla del Chanchamayo
y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas,
confiando excesivamente en su imitación de ramita o palito seco.
Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre,
pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza cáscara.

Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
a un macho
vacío.

La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
hembra
y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
acaso demasiado presta
y dispuesta.
Duradero es el coito de las mantis.
En el beso
ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
que va licuándole los órganos
y el tejido del más distante vericueto interno, mientras le hace gozo,
y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
                                                     a la muerte.
Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita.
Las enciclopedias no conjeturan. Ésta tampoco supone qué última palabra
queda fijada para siempre en la boca abierta y muerta
                                                        del macho.
Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra de agradecimiento.

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ULTIMOS POEMAS EN PROZAC (EMECÉ, 2019) de Fabián Casas.

Un esperado nuevo volumen de poemas del autor de El salmón, después de casi una década desde la aparición de su último libro. Compartimos tres poemas:

LA VELOCIDAD DEL MARIDO

Lo primero que le preocupaba era
cuándo iba a poder hacerlo.
¿Cuánto
tiempo tardó X en volver
a estar en pareja? Había dejado
el auto con las luces encendidas toda la noche
y ahora no arrancaba.
                                        Puesta así,
en la primera fila del canil de carreras
se sorprendió por la velocidad
del marido
que llegó antes que ella.
¿Cómo puede ya estar con alguien?
¿Y más joven? ¿Después de lo
que me hizo? Él no merece ser feliz.
La amiga que le contó el chisme de acero
le propuso que se pusiera el vestido de raso
de la temporada pasada y esperara… alguien iba a pasar.
Y pasó. Un joven pinchadiscos de buen corazón
con ganas de formar una familia,
justo lo que ella había dejado atrás
con una polémica decisión.
Aunque los deseos acoplen
o se repelan como polos opuestos de un imán,
con disciplina voluntad y coraje,
uno puede hacer encajar piezas
que no encajarían nunca.
Así lo hizo.

 

ADVERTENCIA

La poesía
cuando no da en el blanco
produce resentimiento.
Nunca da en el blanco.

 

DIARIO DE USHUAIA

En el desayuno, una pareja cincuentona y gorda
vestida con joggings.
La mujer le dice al marido
de una punta a la otra,
“querido, tengo tu taza”.
El hombre le contesta mientras se sirve huevos revueltos:
“ya la agarré yo, mi amor”.
A él le suena todo
demasiado retórico, posiblemente porque es
un padre con dos niños. Otra familia
baja a desayunar y amaga a sentarse
al lado de ellos, pero la mujer los mira
y le dice al marido en voz baja: “Acá no, me pone triste”,
mientras señala con su nariz al hombre con los niños.

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 ESCRIBO PIDIENDO AYUDA (Nulú Bonsai, 2018) de Micaela Szyniak.

El libro está dividido en tres partes: “Debería ser fugaz”, “Acto de fe” y “Escribo pidiendo ayuda”. Compartimos un poema de la última parte:

LA POESÍA

¿Es posible ver con los ojos cerrados?
No hablo de un devaneo parecido
a flotar en la pileta
sino de una búsqueda direccionada,
una cacería del rostro
Siempre pensé que no tenía imaginación
en las clases de plástica
o en las rondas de porro
cuando había que seguir el chiste
La imaginación me llegó en la poesía
alguien me dijo “poemas con mucha imaginación”
y yo pensé “así que esto era”
Algunas palabras son hoteles cinco estrellas
que miro camino a trabajar
hasta que una amiga muestra su tarjeta,
me invita al derroche de su noche.

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ENSAYO SOBRE LA PIEL 2011-2016 (Ediciones Activo Puente, 2018) de Liliana Lukin.

Nuevo libro de Liliana Lukin, nacida en Buenos Aires en 1951. El libro gira en torno a un hermano del yo poético, que padece Alzheimer. Compartimos un poema:

S/T

Él es como un pozo
sin fondo donde el agua
sólo desciende: le da
un instante para mojarse
los dedos, mirar la humedad
y pensar “una gota de agua
en la punta de mis dedos”,
y eso es todo tal vez,
o puede mirarse los dedos
y pensar “¿qué brillaba
recién aquí, qué tenía yo
que ya no tengo?” y eso
es todo: un pozo, el agua
que desciende siempre,
la marca en el borde, los dedos,
el brillo, su recuerdo un instante,
la posibilidad de su repetición

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EL ANSIA (Leviatán, 2019) de Graciela Perosio.

Décimo libro de Graciela Perosio, nacida en Buenos Aires en 1950. “Libro, pues -dice en la contratapa Jaime Siles-, de la realidad de la memoria, pero también de la realidad de la escritura y de la no menos real realidad del yo”.

Compartimos un poema:

S/T

Cuando desaparezcan las coordenadas
y no haya mapa alguno
ni prevalezca un sentido de la orientación
porque no podamos distinguir
arriba de abajo
acaso…
¿no será ésa la señal –precisamente-
de que comenzamos a entender?

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COMO UNA LUZ LOS PATIOS (Salta el pez, 2019) de Lisandro Gallo

Una nueva editorial de poesía en Buenos Aires (!) que lanza sus primeros tres títulos, que iremos compartiendo. Como una luz los patios, es el primer libro de Lisandro Gallo. Dice sobre él Andi Nachon en el prólogo: “El movimiento del libro sucede a través de distinas irrupciones que traen de regreso aquellos espacios interiores –los patios– su encarnación del afuera puertas adentro. Patios, no jardines: tal vez por eso pienso en una casa baja, barrio trabajador, al otro lado de la vía. El patio como maravilla que se oculta en el corazón de esas construcciones siempre tímidas y austeras.”

Compartimos un poema:

PRINCIPIOS DE OTOÑO

prefiero este sol
cuando el cuerpo se encuentra
con el trabajo y todavía el placer
del descanso persiste, regala alegría

a la respiración encendida: un ramo
de luz incendia el aire
lo vuelve suficientemente tibio
suficientemente claro, entonces

respiramos y vamos
el cuerpo vuelto ramillete de luz
si hay comienzo, hubo ocaso
nos decimos como cantando
alegres en este sol.

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PIEDRAS (Prebanda, 2018) de Anahí Mallol.

Piedras ofrece, delicadamente, un corazón partiéndose como una piedra, un cuerpo adorándose con piedras, las manos haciendo el juego de las piedras, un poema engarzando las palabras como piedras, una mujer tallando en su escritura lo irreversible del brillo, de ese haz luminoso que nos toca cuando la piedra desafía la lengua y la tierra la devuelve cada vez a su misterio…”, dice en la contratapa Gabriela Milone.

Compartimos un poema:

EL COLOR

cuando era muy joven y creía
en el prestigio de lo que parece
hecho para durar un hombre joven
me regaló unos aros de piedra
era una piedra rosada con vetas en blanco
a mí me pareció un regalo hermoso
era una piedra nacional que conjuraba
la palabra nuestro
creo que me emocioné un poco incluso
con ese regalo
pero después leí libros sobre piedras y supe
que esa piedra es buena cuando rosa casi el rojo
que las versiones rosadas y veteadas
son la punta de la piedra lo mezclado
lo impuro lo barato
si hubiera podido encontes
consultar un tratado de mineralogía
¿hubiera sabido acaso
lo que vendría después?
¿hubiera podido pararlo?

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ANIMAL DE PAISAJE (HDJ, 2019) de Laura Gómez Palma.

“El animal recorre el paisaje y vuelve al punto de partida –dice en la contratapa Mariano Peyrou–, inaugura nuevos puntos de partida a cada paso, avanza por un mapa movedizo, llega y se va. Laura Gómez Palma ofrece aquí un delicado estudio sobre las posibilidades de la mirada, sus efectos en el tiempo y el espacio; sobre la escucha como forma de identidad; sobre el olfato y las asociaciones infinitas; sobre la lentitud del tacto…”

Compartimos un poema:

UNA MÚSICA QUIETA, IV 

Perros de nadie,
ladrando
en el aire fresco
mientras va
asomando el día.

Alguien intenta
otra nana
ya casi inaudible:

toda la noche,
abiertos los ojos
en horas indefinidas,
tan remoto el silencio.

Lucecitas distantes,
lejanas antorchas
hasta que al fin amanece.

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RÉQUIEM DE GUERRA (Leviatán, 2018) de Franck Venaille. Edición monolingüe en traducción de Lucía Dorin.

Franck Venaille (1936-2018) es un poeta francés, considerado uno de los más importantes de su generación. Réquiem de guerra fue su anteúltimo libro publicado. Compartimos un poema:

TENÍA UN COMPAÑERO QUE MURIÓ 

Tenía un compañero que murió.
Se encontraban cerca de mí todos los que buscan
las palabras de la pobre gente un hombre de rodillas un
hombre en el suelo sin suerte es solo eso nada más
que ese amor de la muerte
expresado
en esta lengua que permite
matar un poco con palabras.
De nuestro mal, Villon, nadie se ríe.

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GARMON O ESA VIEJA MÚSICA DE NIEVE (Griselda García Editora, 2019) de Geraldine Mac Burney Jones.

Tercer libro de Geraldin Mac Burney Jones, nacida en Chubut en 1984. Cada poema lleva por título el de una canción y el nombre de su autor. Compartimos dos poemas:

PARAGUAYA – JUANA MOLINA

Comíamos raíces.
La tierra sabía a cáscaras de huevos
atrofiadas espigas.
La luz, un cascabel de cometas.
Entonces vinieron el trino y los pájaros
inyectados en un golpe de viento insospechable.

 

NEEDLE OF DEATH – BERT JANSCH

I

Yo ofrecí mi corazón a los cardúmenes de la noche.
Y las ruinas me orbitaron.

II

Una lechuza blanca se adentra en la noche.
Su vuelo se entumece.
Despierto en una grulla. Mi ataud de pinos.

III

No me escuchas. La lluvia es un manojo de muertas
golondrinas.

 

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ALGO QUE PRUEBE QUE EXISTO (Caleta Olivia, 2019) de León Pereyra.

León Pereyra nació en 1985 en Buenos Aires. Este es –luego de varias plaquetas- su primer libro de poemas. Compartimos el segundo del libro:

VINE AL MUNDO

vine al mundo
ciego como un topo la luz
se hizo después
en el medio

incertidumbre

mi única marca
de nacimiento.


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