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Algunos libros recientes (octubre 2018)

Algunos libros recientes (octubre 2018)

CÓMO SER PERFECTO (Zindo&Gafuri, 2018) de Ron Padgett. Edición Bilingüe, prólogo de Edgardo Dobry. Selección y traducción de Anibal Cristobo y Patricio Grinberg.

Una completa antología de la obra completa de Ron Padgett, poeta norteamericano nacido en 1942. Es un poeta que ya contaba con un gran recorrido (ha publicado más de treinta títulos a la fecha), pero llegó al gran público recientemente, a partir de la aparición de varios de sus poemas en el film Paterson, de Jim Jarmusch en 2016.

Si la obra de William Carlos Williams recorría el film Paterson ya desde su título, debe contársela también entre los fundamentos de buena parte de la poesía de Padgett: preeminencia de lo visual, un estilo directo, un intentar dejar en un segundo plano el yo para que aparezca en primer plano la sorpresa de estar vivos en este mundo fascinante. Eso, y un cruce con un sentido lúdico, que recuerda por momentos a la Escuela de Nueva York, podría ser una manera un tanto simplificada de dar una idea de su proyecto poético. Compartimos un poema:

EL VERSO

Mi abuelo
cantaba una canción
que preguntaba
“¿O preferirías ser un pez?”
En la misma canción
aparece la misma pregunta
pero con una mula y un cerdo,
pero la que yo escucho a veces
en mi cabeza es la del pez.
Sólo ese verso.
¿Preferirías ser un pez?
Como si el resto de la canción
no hiciera falta.

 

THE LINE

There’s an old song
my grandfather used to sing
that has the question,
“Or would you rather be a fish?”
In the same song
is the same question
but with a mule and a pig,
but the one I hear sometimes
in my head is the fish one.
Just that one line.
Would you rather be a fish?
As if the rest of the song
didn’t have to be there.

 

(acá lo lee, con gracia, el mismo Padgett)

 

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PARA QUE EXISTA ESA ISLA (Postales Japonesas Editora, 2018) de Julieta Lopérgolo.

Notable primer libro de la rosarina Julieta Lopérgolo (1973): “El primer libro de Julieta Lopérgolo no parece un primer libro: hay una voz asentada y en tensión, que une potencia y delicadeza” dice con justeza la tapa de Salvador Biedma. Está dividido en tres partes que giran alrededor del proceso del duelo del padre. Las dos primeras conmueven por su humanidad, por su sencillez directa. En la tercera (intitulada “Después”) el lenguaje y las imágenes se hacen más extraños, tan fascinantes como oscuros e indeterminados.

Compartimos dos poemas de esta tercera parte:

Quieren volver los perros

lastimados,
la jauría incompleta.
No sé qué pierden por los ojos,
si acaso es su desesperación
lo que supuran
y trae un olor dulce y triste
al aire descompuesto.
Buscan a uno
en esa soledad peor que nunca,
en el paisaje equivocado
donde falta.
A una distancia presentida
cierran los ojos,
son puro olor que grita
huyendo de un dolor
para resucitar en otro.

 

Mitigamos la belleza con nombres

como si nos curara enfermarnos de eso.
A la espesura de los bosques
la llamamos verde,
oscuridad,
mitos de casas de los árboles;
al polvo de la tierra, humo.
Decimos nervaduras
a las venas quebradas de las hojas,
sangre al color de la respiración.
Llamamos mar
a la deriva persistente del agua.
Llamamos a lo que no habla
con este miedo.

 

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BILDUNGSROMAN (Gog & Magog, 2018) de Marcelo Daniel Díaz.

Tercer libro del cordobés Marcelo Daniel Díaz, nacido en 1981. “La velocidad, la técnica, la ciencia –escribe en la contratapa María Teresa Andruetto- entran en tensión con la lírica, hacen estallar el poema, duplicando los pliegues de la pérdida; así las escenificaciones fabriles o cinematográficas funcionan como motores entrópicos para las peripecias familiares, la angustia, la búsqueda de otro”. El lector percibe, detrás de la anécdota enrarecida, de las bruscas y eficaces yuxtaposiciones, de la ilación discontinua, una sensibilidad volcada en la escritura.    

Compartimos el último poema del libro:

CÓMO ENSEÑAR AERODINÁMICA

Las aves perciben las cosas a una velocidad diferente
porque se mueven diez veces
más rápido que nosotros. Desde su punto de vista
somos imágenes estáticas.
¿En qué momento se desarrollaron
miles de formas
para imitar el vuelo de los pájaros?
La fuerza de gravedad me devuelve a la tierra,
toda biografía es una suma de nudos donde
las cuerdas amarradas nunca se pierden
con el tiempo se vuelven intrincadas
algunos queremos perderlas pero tratar de imponer
orden en este universo es como impedir
que el aire entre a nuestra casa. No sé cómo hacer.
En el sentido de que no he estudiado nada
en particular, menos los animales
y su comportamiento.
Un graffiti: “Que el reino de las aves
viva hasta el fin de los tiempos
.”
En el cielo hay un concierto
semejante a un cardumen de peces
como si una música los controlara
en los límites de un cuadrante imaginario.
Los movimientos ordenados son duros
en comparación con su vuelo grácil
no sé qué decir: parafraseando a Dickinson
yo   soy   el   pájaro  que  se  queda.

 

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CADA VERANO EL ÚLTIMO VERANO (Zindo & Gafuri, 2018) de Denise Levertov. Edición Bilingüe. Traducción de Alejandro Crotto y Ezequiel Zaidenwerg.

Una completa antología bilingüe de la inglesa Denise Levertov (1923-1997), preparada por Ezequiel Zaidenwerg y Alejandro Crotto. Dice en la introducción: “Denise Levertov nació en 1923 en Ilford, Essex, Inglaterra, hija de Paul Philip Levertoff, un judío ruso convertido al cristianismo que era pastor anglicano, y de Beatrice Spooner-Jones, oriunda de Gales. Fue una poeta precoz: a los cinco años declaró que sería escritora; a los doce le envió sus poemas a T. S. Eliot, quien le escribió una carta de aliento; a los diecisiete publicó su primer poema en una revista. (…) La poesía de Levertov es de raigambre objetivista. Es claro que su principal influencia –y así lo afirmó ella misma– fue William Carlos Williams. Al respecto, cabe señalar que, mientras que para Williams el acontecimiento es en sí una instancia de trascendencia (“not ideas but in things”), en Levertov la mirada objetivista presenta una realidad que se ofrece como símbolo de un orden superior, sagrado.”

El libro, que recorre el arco cronológico y temático de la poesía de Levertov, incluye además su ensayo más conocido: “Algunas notas sobre la forma orgánica”.

Compartimos un poema:

CONTRABANDO

El árbol del conocimiento era el de la razón.
Por eso es que probar de él
nos arrojó del Paraíso. Lo que había que hacer con ese fruto
era secarlo y molerlo hasta obtener un polvo fino,
para después usarlo de a una pizca por vez, un condimento.
Probablemente Dios tenía planeado mencionarnos más tarde
este nuevo placer.
Nos lo comimos hasta atragantarnos,
llenándonos la boca de pero, cómo y si,
y de pero otra vez, sin saber lo que hacíamos.
Es tóxico, en grandes cantidades: sobre nuestras cabezas
y en torno de nosotros el humo se arremolinó,
para formar una compacta nube que se fue endureciendo
hasta hacerse de acero: un muro entre nosotros
y Dios, que era el Paraíso.
No es que Dios no sea razonable; pasa que la razón
en tal exceso era una tiranía,
y nos aprisionó en sus propios límites, un calabozo de metal pulido
que reflejaba nuestros propios rostros. Dios vive
al otro lado de ese espejo,
pero a través de la rendija en donde el cerco
no llega justo al piso, logra colarse al fin:
como una luz filtrada, como chispas de fuego,
como una música que se oye, cesa de pronto
y, de repente, se hace audible de nuevo.

 

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ALZAR EL DUELO (Visor libros, 2018) de Loreto Sesma.

Ganador de la XXXIX edición del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, Alzar el duelo, de la española Loreto Sesma (1996) es un libro dividido en cinco apartados que se titulan “Primera fase: negación”, “Segunda fase: ira” y así hasta la quinta. El libro recorre las etapas sucesivas por las que, paradigmáticamente, pasa una persona que transita un duelo. El poemario expone así la narrativa de una pérdida. El libro está dedicado a alguien a quien no se nombra sino que directamente se le habla: “A ti, /porque siempre serás el motivo para seguir volando,/ aunque no me queden fuerzas,/ aunque se acabe el cielo”, y termina con una prosa reflexiva que comienza con una pregunta: “¿Cuándo termina de escribirse un libro si la vida continúa incluso cuando no le das permiso?”

Compartimos un poema de cada fase como muestra.

PRIMERA FASE: NEGACIÓN; VI

Cuando digo “te quiero” suena a disculpa,
quizá eso te diga algo de mí.

 

SEGUNDA FASE: IRA; III

Empleo la lengua para diez mil fines distintos,
ninguno de ellos es para pedir permiso.

  

TERCERA FASE: NEGOCIACIÓN; III

Sé que hubo fuego
porque se me clavaron en las manos las astillas
pero por quedar
no quedan de mí
ni las cenizas.

 

CUARTA FASE: DEPRESIÓN; VII

Hay una pared en blanco justo enfrente de mí
que no para de recordarme
el vacío insoportable que has dejado en todo.

 

QUINTA FASE: ACEPTACIÓN; II

Ya no me siento culpable.

El mea culpa se disuelve
por la propia tendencia de cualquier amor:
fuego,
ceniza
y viento.

 

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UN BARCO PROPIO (Cienvolando, 2018) de Mónica Sifrim.

Mónica Sifrim (Buenos Aires, 1958) publicó en poesía Con Menos inocencia, Novela familiar, Laguna, El mal menor y El talante de las flores. En Un barco propio, hay “poemas de versos cortos y centrados [que] abren sus breves brazos y, en su nítida verticalidad, cantan la peripecia de una mujer que cae, trastabilla y vuelve a caer. Poemas en prosa [que] trazan el horizonte en el que una voz femenina conquista el ancho de la página”, como escribe Guillermo Saavedra.

Compartimos uno de los poemas del libro:

 

22

Pero ni por asomo
se desprende la huella
dactilar.

Los pecados del viento
son pecados menores.

La huella es una flor desmenuzada
que jamás comparece.

Grano.
Polen

Pedacito de pétalo
creyendo
que lo bueno
era el bien. 

 

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OTRO CASO DE INSEGURIDAD (Santos Locos, 2018) de Patricia González López. 

Este libro de poemas, el cuarto de la autora, nacida en 1986, está dividido en tres apartados: “La última muerte”, “Off” y “Otro caso de inseguridad”, encabezados respectivamente con dibujos simples, del mismo estilo con que se ha ilustrado la tapa. Abre con un epígrafe de Roberto Juarroz y recurre mucho a este tipo de intertextualidad en el desarrollo del poemario. Intercala poemas extensos con poemas muy breves que tienen la función de abrochar un sentido de manera contundente. Hay también, sentencias de un solo verso. La contratapa es particularmente sencilla y directa: “Amar, /eso que se dice amar, / una vez. /Al resto sólo los quise/para mí.”

Compartimos un poema:

 

VEO MIS OJOS MUERTOS

de llorar hasta la vergüenza,
tuve lágrimas en mis ojos
como saliva en mi boca.
Me seco la cara
con la última toalla que tuvo tu olor a bueno
¿Cómo hace la gente para negarse?
Dijiste vapor y viví tiniebla
prometiste juntos y me diste el remo.       
Hasta las ratas juegan de a dos,
la tormenta también parece amable
ante tus últimas palabras
¿Qué más? ¿Qué más querés?
Veo en el río el hombro donde deshacerme;
pero el agua está fría,
la lluvia espesa me lava la culpa que
pegaste a mi nombre
a ver si tu cabecita entiende
solucionate y yo vuelvo.
Quizás si me hubiera comido
algo más el mundo
me hubieras amado otro rato
¿Cómo hace la gente para quererse?           

 

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SIESTA (Ediciones Último Reino, 2018) de Gabriel Gómez Saavedra.

Tercer libro de Gabriel Gómez Saavedra (Concepción, Tucumán, 1980). Dice Santiago Sylvester en la contratapa: “Es evidente que este libro está escrito en Tucumán: el sitio de origen aparece todo el tiempo, de un modo deliberado o a traición por las rendijas; como dato geográfico o como construcción imaginaria. Tucumán da vueltas por estos poemas y se muestra como realidad y como mito; se deja ver hasta en el título del libro, porque la siesta, que existe en muchos lugares, no es idéntica en todas partes.”

Los poemas están escritos en prosa y no están titulados. Compartimos tres de ellos:

No intervenir en el estiramiento del bambú; ni en las luces nuevas de los lapachos; ni en la lluvia despertando las chapas. Hay ritmos que rodean sin pertenecernos.

 

*

Tendido cara abierta hacia la sombra del ficus, el borracho descalza el tiempo y lo duerme en él. Recuerdos y olvidos se tocan y copulan, anulándose en la boca que es ya de las moscas. La camiseta de Atlético, el amanecer que debilitó la garganta y el porrón volcado en su última ternura, insustituibles, lo completan. Mi dinámica inútil y yo pasamos a su lado, y lo rozamos para estallar como una baba leve.

 

*

En la hora del verano donde la frecuencia del ómnibus se hace incierta, alcé la palabra que boqueó, como un pez con el agua lejos, una mujer de la fila.

Alucinado la cuidé, le di sombra de beber… pero fue inútil: las hormigas ya le habían comido los ojos y el fuego.

 

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GEOLOGÍA (Caleta Olivia, 2018) de Claudia Masin.

Se trata de la reedición de uno de los primeros libros de la poeta chaqueña Claudia Masin (1972) Ya desde el título general del poemario “Geología”, pero también desde los títulos de los poemas en sí (“Rocas sedimentarias”, “Oro”, “Grafito”, “Basalto”, “La erosión”, “Árboles secos”, etc), la poeta asocia toda esa producción significante con la expectativa infantil de ser una científica que enseñará “a vivir sobre la tierra” (“seré geóloga”, se dice ella). Recorre el libro el humor de una nena que se identifica con lo inmóvil y busca imitarlo: “¿Quién te rescataría de la extensa siesta de tu ciudad pequeña?”. A las características de las piedras y del polvo con los que permanentemente se lo compara, se suma una diferencia: el lenguaje como expresión.

LA MÚSICA

Se cuenta que hay rocas que entran en erupción
de repente. De la nada, dicen algunos,
o del corazón agreste y súbitamente tierno
que las hace temblar como si el odio
de vivir y no moverse fuera igual
que esa insólita dulzura, el reverso:
inofensivo volcán de las cosas olvidadas de sí
hacia el mundo que espera del silencio
una señal.

 

BORNEO

 Los peces que habitan los lagos subterráneos
de las cavernas, hace ya generaciones
han quedado ciegos. La completa oscuridad
hizo que sus ojos se volvieran membranas
cerradas que no pueden distinguir luces o sombras.
Sí presencias: cuentan que esos peces,
cuando advierten unos ojos humanos
mirándolos al auxilio de la luz artificial
de las linternas, mueren. Las cámaras
han captado su agonía paso a paso, un dolor ciego
nadando en las cavernas como un pez
que hace siglos perdiera el poder o el deseo
de la luz. Los subtítulos debieran decir:
“la transparencia ajena es siempre secreta.”

 

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TODO LO QUE SABEMOS DEL CIELO (Caleta Olivia, 2018) de Patricio Foglia.

El libro, el tercero de Patricio Foglia (1985), abre con dos epígrafes de universos opuestos, uno de Emily Dickinson y otro del Cuarteto de Nos, una banda uruguaya contemporánea. Los poemas nos invitan a un mundo de tensiones en donde “últimamente mi vida es un supermercado chino/mientras de fondo se escucha pop coreano”. La voz poética “busca la salvación como cualquier creyente/ como una jubilada con su cartón de lotería” y desea amar, “y la verdad es que yo también/ me doy cuenta de que necesito una mascota/ un perro un gato una iguana un pez/ cualquier mascota/ que me haga compañía y que me hable/ que me diga pensá en mí”, y ser querido: “no me niego a nada que pueda probarles mi amor”.

Compartimos un poema:

me desperté nueve y media de la mañana
sobresaltado como un perro o un gato
en su rincón
al final de una pesadilla
mi despertador no había sonado
y era terrible
estaba llegando tarde
tarde de verdad
así que me puse lo primero que encontré
agarré mi mochila y salí corriendo
y en la puerta de mi casa
con la calle desierta y el cielo gris
un segundo antes de parar un taxi
me di cuenta de que era domingo
y los domingos
los monitores están apagados
el ascensor permanece inmóvil
en planta baja
ningún teléfono suena
ningún expediente
espera su pronto despacho
es domingo y no hay para mí
un lugar a dónde llegar.

 

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PEQUEÑO ARANDELA (La carretilla roja, 2018) de Sebastián Bianchi

Inclasificable nuevo libro de Sebastián Bianchi (1966). Como en varios de sus libros anteriores (Segunda Interpretación al Médano de ArenaEl trazado Luro-Matanza, o Manual Arandela), las páginas traen desde poemas breves a largos fragmentos (apócrifos o no, ¿cómo saberlo?) de revistas, manuales, folletos antiguos, etc. Compartimos por ejemplo estas “Dos respuestas dadas a Homero”:

1. Si usted no tiene ganas de comer y, mostrándole una fuente de soda, Homero le pregunta: “¿Gusta?”,

        Deberá responder:
        a. Fenómeno.
        
b. ¿Me vio cara de muerto de hambre?
        
c. Agradecido, ya he sido ofertado por esa señorita.

 

2. Si usted se encuentra con Homero, y mostrándole una fuente de soda, este le pregunta: “¿Gusta?”,

Deberá responder:
a. Estupendo, tenía un hambre…
b. Amigo-Amigo-Amigo
c. Agradecido, ya he sido ofertado por Anaximandro.

 

De Gente Paqueta, 1972.

 

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MIRTO N° 6 (Editorial Elipsis, 2018) de A.A.V.V.

Número 6 de la Revista literaria Mirto, editada en Rosario bajo la dirección de Horacio Aige y Armando Vites. En sus 28 páginas de formato libro pueden encontrarse poemas de Eugenio Montale (traducido por Sergio Cueto), de Gerard Manley Hopkins (en traducción de Arturo Fruttero), de Inés Introcaso y de Félix Torre. También cuatro relatos breves de Juan Carlos Margaretich y, como rescate, una vindicación de parte de Guillermo de Torre del rol de las revistas literarias, que nos dio mucho gusto leer. Termina con una cita de Duhamel, así: “Cierto esfuerzo de pensamiento continuo, de meditación creadora, de estudio activo solo puede manifestarse en nuestros días gracias a las revistas literarias. El libro es voluminoso y lento; el diario, demasiado breve y fugitivo. El libro es, en general, la obra de un solo hombre y el reflejo de un solo espíritu. La revista es un trabajo de equipo, la imagen de un grupo de espíritus. Cierta manera de examinar, de criticar los acontecimientos, los hombres, las obras, exige la revista, vehículo natural de un pensamiento vigilante, de un pensamiento que no renuncia a su misión.” 


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