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Algunos libros recientes (mayo 2018)

Algunos libros recientes (mayo 2018)

LA GUACHA N° 47 – Marzo 2018

En su habitual formato tabloide, un nuevo número de la revista que hace ya veinte años codirigen Javier Magistris y Claudio Lomenzo. Vienen, sus 24 páginas, con una entrevista y poemas de la poeta salteña Teresa Leonardi Herrán, entrevistas a Nicanor Parra, Jorge Aulicino y Guillermo Bawden, crónicas de festivales de poesía realizados en México y en España, y reseñas de una decena de libros de poesía argentina reciente.

Compartimos un poema de Teresa Leonardi Herrán:

EN DÍAS NO NACIDOS

A veces pienso cosas que ya nunca serán
tú a mi lado dormido
apagado el tumulto de los ojos
el inasible corazón bogando en el océano del sueño
todo tu cuerpo dulce y quieto
como si madreperlas de carne lo hubieran consumido
Qué ajena preocupación sería entonces la muerte
Sobre tu pecho calmo sólo soñar la vida yo podría
y de tu mano abierta para la soledad de mi mejilla
brotaría la infancia rediviva

Tú a mi lado dormido en día no nacidos
cuando mi sed que busca a dios lo hubiera hallado
en la creciente luna de tu sangre 

 

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LANCELOT Y ELAINE (Dedalus, 2018) de Alfred Tennyson –Edición bilingüe. Introducción, traducciones y notas de Susana G. Artal Maillie, Susana V. Caba, María Inés Castagnino y Ana Inés Aldazábal.

Uno de los episodios más célebres del ciclo artúrico en la versión de Alfred Lord Tennyson, con un excelente aparato crítico para enmarcar el poema. La traducción, a fin de reponer más literalmente el significado, traduce en verso amétrico los pentámetros.

Compartimos los versos 34-55, de los más famosos del poema:

“…For Arthur, long before they crowned him King,
Roving the trackless realms of Lyonnesse,
Had found a glen, gray boulder and black tarn.
A horror lived about the tarn, and clave
Like its own mists to all the mountain side:
For here two brothers, one a king, had met
And fought together; but their names were lost;
And each had slain his brother at a blow;
And down they fell and made the glen abhorred:
And there they lay till all their bones were bleached,
And lichened into colour with the crags:
And he, that once was king, had on a crown
Of diamonds, one in front, and four aside.
And Arthur came, and labouring up the pass,
All in a misty moonshine, unawares
Had trodden that crowned skeleton, and the skull
Brake from the nape, and from the skull the crown
Rolled into light, and turning on its rims
Fled like a glittering rivulet to the tarn:
And down the shingly scaur he plunged, and caught,
And set it on his head, and in his heart
Heard murmurs, “Lo, thou likewise shalt be King…”

 

“…Ya que Arturo, mucho antes de que lo coronaran rey,
errabundo por los reinos sin senderos de Lyonesse,
había encontrado una cañada, roca gris y lago negro.
algo horrible vivía en torno al lago y se aferraba
cual la niebla misma a la ladera de la montaña:
pues aquí dos hermanos, uno de ellos rey, se habían encontrado
y luchado, pero sus nombres se perdieron;
y cada uno había matado a su hermano de un solo golpe;
y cayeron e hicieron de la cañada un lugar aborrecible:
y allí yacieron hasta que todos sus huesos se blanquearon,
y junto con las peñas se tiñeron del color del liquen,
y el que otrora fuera rey tenía puesta una corona
de diamantes, uno en la frente, y cuatro a cada lado.
Y Arturo llegó, y marchando laboriosamente por el desfiladero,
todo ello en un brumoso claro de luna, sin darse cuenta
pisoteó ese esqueleto coronado, y el cráneo
se separó de la nuca, y del cráneo la corona
rodó a la luz, y girando sobre su borde
huyó como un arroyuelo brillante hacia el lago:
y él se abalanzó por el páramo pedregoso, y la atrapó,
y la puso en su cabeza, y en su corazón
oyó murmullos: “También vos seréis rey…”

 

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ATLAS DE LA POESÍA ARGENTINA (EDULP, 2017) de A.A.V.V. Eugenia Straccali y Bruno Crisorio (coordinadores)

24 autores (entre ellos: Elena Anníbali, Estela Figueroa, Laura Wittner, Jorge Aulicino, Liliana Ponce, Susana Cella) configuran este original Atlas. Hay una introducción general a cargo de los antólogos y luego una introducción para cada poeta (a veces a cargo de un crítico, a veces del propio antologado) seguida de una selección de sus poemas. Dijo Alexis Elisandro: “La reunión de poesía y crítica, la difuminación de sus márgenes, coinciden con esta actitud primaria frente a lo poético, el doble gesto de ordenar y de crear. Y de fondo persiste ese mismo interés en la historicidad de la poesía, que es otra manera de nombrar su pertenencia a la tradición, implicada en la tensión entre el instante personal de la mirada y el tiempo presente pero inabarcable de la Historia. El modo de lectura que se explicita, que tiende a borrar “la distancia entre el crítico, la teoría, el poeta, el sujeto lírico y el poema” (introducción, página 21), es el que trae la posibilidad de una crítica creativa, poética –en el sentido de Steiner– en donde los valores de la poesía se extienden a su crítica y en donde no se aspira al puro mensaje. Aquí el límite se difumina, pasa a ser una zona y no una línea, en donde la estela de lo poético no se aclara ni se completa, sino que se extiende indefinidamente. Tal actitud se remonta, según parece, a los mismos orígenes del gesto crítico: un amor a la palabra y un entusiasmo por la poesía que cumplen y complementan lo interesante del enfoque.”

Compartimos un poema, de Jorge Aulicino:

SAINT GERMAIN DES PRÉS

El viejo temor. En una iglesia de París
encendí una vela y no supe -aun con mi más
ferviente deseo penetrando mis huesos,
como el frío entre aquellas piedras medievales-
si podía creer, si me era dado creer, si mi fe era cierta
y aceptada. Eran indescifrables los labios
de la Virgen en aquella piedra tan gastada.
El viento, no el de ayer, no el del Quinientos,
un viento frío de hoy –aunque puro en cierto modo,
o puro contra todo– apagó una vela. Creí que era
mi pequeño cirio, mi querido cirio, el cirio de mi deseo, rojo
en su cápsula de vidrio. Y aun creyendo
que había perdido todo, que la boca de Dios
o del Averno
o del siglo
lo había apagado,
lo volví a encender
con el mismo encendedor de plástico.
Y luego de rezar de algún modo, me di cuenta
de que no era mi vela la que había vuelto a encender,
sino otra, la de al lado, chamuscada, vieja, ennegrecida.
Fui raramente feliz y lo confieso.
Sin quererlo, había avivado otra plegaria,
un rezo desconocido, el rezo de otro.

 

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LOS POEMAS SE DIRIGEN A LAS REDES DE PESCA (Barnacle, 2018) de Tito Manfred.

Divertido poemario del chileno Tito Manfred (Arica, 1983), claramente afiliado a la línea irreverente de su compatriota Nicanor Parra.

Compartimos dos poemas del libro:

[YO IBA A SER LA VOZ DE MI GENERACIÓN…]

Yo iba a ser la voz de mi generación.
Algo salió mal y mi voz no representa
a nadie. No quiero tener nada que ver conmigo.
Vengo del futuro a decirte que no
te gustarán estos poemas.

                                Gracias por leer.

 

FONDO DEL LIBRO 2019

¿Pertenece a algún pueblo originario?
¿Posee capacidades diferentes?
¿Sus progenitores son hermanos?
¿Su madre estuvo expuesta a pesticidas durante
el embarazo?
¿Dura en el acto amatorio lo que una canción
de Los Clash?
De uno a diez, ¿cuán maricón se declara?
¿Sabe leer y escribir?
Si su respuesta es no, ¿se compromete a
aprender si financiamos su libro?
Con toda confidencialidad: ¿es usted un
completo idiota?
Responda con confianza.

 

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EL NEGRO ATARI (Gigante / Fadel & Fadel, 2017) de Oscar Fariña.

En la misma línea del anterior, un libro divertido e irreverente del autor de El guacho Martín Fierro (que es la reescritura de la primera parte del clásico de Hernández en clave villera), nacido en Paraguay en 1980.

Compartimos un poema del libro:

LA JUANELE

me pasé toda la tarde
leyendo a juanele ortiva
y no le entendí una goma

me chupaba un huevo
pero a veces mi novia
también me hace esa

luego de hilar una larga perorata
que yo sigo a medias distraído por la tele
me esgrime nunca sé de dónde
la sinuosa hoja de
la retorcida daga de
un signo de pregunta

y yo corte: watafak
¿en qué momento transformose
lo que me decía en un cuestionamiento

odio
cuando mi novia me hace la juanele

  

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LA OSCURIDAD SE LOS PERMITE (Mansalva, 2018) de Enrique Campos.

Sexto libro de Enrique Campos, nacido en Buenos Aires en 1982.

Dice la contratapa de Nicolás Moguilevsky: “Al leer estos poemas me queda nítida una imagen, que es la de una luz que se apaga bajo las estrellas. En el aire tierno y en las noches suaves que se reflejan entre sí, Enrique Campos nos muestra la encarnación íntima de una provocadora belleza, construida con los retazos de sus sueños y ambiciones más secretas. Con cierta hostilidad munida de ternura, la voz que reside en estos poemas seduce y actúa en los espacios que permanecen bajo el recuerdo de lo amado, para desembocar entre follajes siempre prohibidos.

            Si en los arbustos de la memoria se inclinan los paisajes de la fantasía, estos poemas bien lo saben. Porque nos hacen pensar en una jornada bajo el sol, en los recuerdos, en un cantar de huestes, más no juergas, abrigadas en la soledad del alma.

            En La oscuridad se los permite fulgura un acto de posesión, ese que nos priva del impulso, porque ya estamos arrojados a una forma del espíritu en favor de la calidez. Preguntas frente al espejo, silencios a la sombra del fuego.”

Compartimos un poema:

 

[UN NIÑO GRITA Y CANTA ENTRE LAS MESAS…]

Un niño grita y canta entre las mesas.

Su cara como la roca: dura, fría, cansada.

No le importan las reglas de convivencia rotas, ni lo que está perdiendo con esa falta de certidumbre.

Necesita silencio. Ese silencio que no es la falta de ruido sino un estado de serenidad atemporal, sin ninguna cualidad emocionalmente positiva.

Un momento que dure para siempre, donde todo esté presente menos él mismo. 

 

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EL CEMENTERIO MARINO (Libros del Zorzal, 2018) de Paul Valéry. Edición bilingüe en traducción de Mario Sampaolesi.

Una nueva versión del celebérrimo poema de Valéry. En la introducción dice el traductor: “En esta traducción al castellano que ahora presento, he renunciado la rígida estructura que dio origen al poema, para enfrentarla desde su concepto opuesto: si en el original la forma fija actuó como causa excluyente, me propuse, a partir del efecto producido por dicha causa, alcanzar otra cosa que representara con la mayor exactitud posible el espíritu del poema. Por lo tanto he recurrido al verso libre cuando así lo consideré necesario, generando sin duda (no conozco antecedente alguno que haya avanzado en ese sentido) una fisura en el tratamiento de la obra.”

Compartimos las primeras cinco estrofas de la nueva versión:

1

Este techo tranquilo que surcan las palomas
palpita entre los pinos, entre las tumbas;
el mediodía exacto lo completa de fuegos.
¡El mar, el mar, siempre renovado!
¡Cómo recompensa después de un pensamiento
mirar ampliamente la calma de los dioses!

2

¡Qué trabajo de puros relámpagos aniquila
tantos diamantes de imperceptible espuma
y qué paz aparenta concebirse!
Cuando reposa un sol sobre el abismo,
obras puras de una causa eterna,
el Tiempo centella y el sueño es sabiduría.

3

Tesoro estable, sencillo templo a Minerva,
masa de calma y visible secreto,
agua arrogante, ojo que amparas en ti
tanto sueño oculto por un velo en llamas.
¡Oh, mi silencio! Palacio en el alma;
saturadas de oro las mil tejas, ¡Techo!

4

Templo del tiempo que un suspiro reduce,
hasta el punto puro alcanzo y me acostumbro,
rodeado por mi visión marina;
y como una ofrenda suprema a los dioses,
el sereno centelleo siembra
sobre la altitud un desdén soberano.

5

Así como la fruta se deshace en goce,
así como su ausencia cambia a delicia
en una boca donde muere su forma,
yo aspiro aquí el humo que seré,
y el cielo canta al alma consumida
el oscilante rumor de las orillas.

(…)

 

Dice el poema en francés:

1

Ce toit tranquille, où marchent des colombes, 
Entre les pins palpite, entre les tombes ; 
Midi le juste y compose de feux 
La mer, la mer, toujours recommencée 
Ô récompense après une pensée 
Qu’un long regard sur le calme des dieux ! 

2

Quel pur travail de fins éclairs consume 
Maint diamant d’imperceptible écume, 
Et quelle paix semble se concevoir ! 
Quand sur l’abîme un soleil se repose, 
Ouvrages purs d’une éternelle cause, 
Le Temps scintille et le Songe est savoir. 

        3

Stable trésor, temple simple à Minerve, 
Masse de calme, et visible réserve, 
Eau sourcilleuse, œil qui gardes en toi 
Tant de sommeil sous un voile de flamme, 
Ô mon silence… ! Édifice dans l’âme, 
Mais comble d’or aux mille tuiles, Toit ! 

4

Temple du Temps, qu’un seul soupir résume, 
À ce point pur je monte et m’accoutume, 
Tout entouré de mon regard marin ; 
Et comme aux dieux mon offrande suprême, 
La scintillation sereine sème 
Sur l’altitude un dédain souverain. 

        5

Comme le fruit se fond en jouissance, 
Comme en délice il change son absence 
Dans une bouche où sa forme se meurt, 
Je hume ici ma future fumée, 
Et le ciel chante à l’âme consumée 
Le changement des rives en rumeur. 

 

(…)

 

Dice la versión clásica del peruano Javier Sologurren:

1

Calmo techo surcado de palomas, 
palpita entre los pinos y las tumbas; 
mediodía puntual arma sus fuegos 
¡El mar, el mar siempre recomenzado! 
¡Qué regalo después de un pensamiento 
ver moroso la calma de los dioses! 

        2

¡Qué obra pura consume de relámpagos 
vario diamante de invisible espuma, 
y cuánta paz parece concebirse! 
Cuando sobre el abismo un sol reposa, 
trabajos puros de una eterna causa, 
el Tiempo riela y es Sueño la ciencia. 

        3

Tesoro estable, templo de Minerva, 
quietud masiva y visible reserva; 
agua parpadeante, Ojo que en ti guardas 
tanto sueño bajo un velo de llamas, 
¡silencio mío!… ¡Edificio en el alma, 
mas lleno de mil tejas de oro. Techo! 

        4

Templo del Tiempo, que un suspiro cifra, 
subo a ese punto puro y me acostumbro 
de mi mirar marino todo envuelto; 
tal a los dioses mi suprema ofrenda, 
el destellar sereno va sembrando 
soberano desdén sobre la altura. 

        5

Como en deleite el fruto se deslíe, 
como en delicia truécase su ausencia 
en una boca en que su forma muere, 
mi futura humareda aquí yo sorbo, 
y al alma consumida el cielo canta 
la mudanza en rumor de las orillas. 

 

(…)

 

 

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LAS CASAS (Barnacle, 2018) de Alberto Cisnero.

Escribe Walter Cassara en la contratapa: “(…) la voz que se enuncia en Las casas se [nos aparece] como empañada o perseguida por su spectrum textual –el espejo siempre mortificante de la escritura–; nublándose, desdibujándose, enmendándose repetidamente en los rebordes de la propia caligrafía mental; una voz que murmura sonámbula en la cornisa de sí misma, al filo siempre del salto, el solecismo mortífero (…); el poema queda desbordado y como ametrallado por esos centelleos irónicos, que por lo demás vendrían a ser el único saldo favorable que ha de arrojar el repaso de toda vida, aún la más legendaria y honesta, o la menos auspiciada por los dioses…”

Compartimos un poema:

 

53-

me ciño a la evidencia, a la momentánea
claridad. sin confesión y sin altísimo.
se iba a llover el rancho donde tu estrella
no estuviese. y viajando de noche
en trenes de carga: banderas, los juríes,
tres pozos y más allá los últimos parajes.
sabernos vivos. al amanecer se olvida
que dondequiera permanece, en su propio
núcleo. que se agranda para adentro.
en la tiniebla compacta.

 

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UNA CUESTIÓN DE DISEÑO (Barnacle, 2018) de Diego L. García

Dice Mario Arteca en la contraportada: “… el texto pasa de la poesía de referencia política (el “rosariazo”) a la referencialidad mimética de lo musical “(los Stooges”), y todo sucede como si la escritura no fuera adulterada, sin desniveles, porque hay una estructura que la precede y una conveniencia del habla que la sostiene. Esto no es sencillo de lograr, salvo que el escritor se comprometa con la escritura en el sentido de que esa práctica se aleja del oficio necesario para volverse una incrustación de procedimientos…”

Compartimos un poema:

(AGENCIA DE VIAJES)

una noticia con números es una noticia
con números y fotos con sangre llanto
una noticia bajo la línea roja no desaproveche
esta oferta en aires acondicionados una
noticia con números es una foto con sangre
y palabras que se han congelado en el
camino. dice siria. dice tipo con saco verde
es igual al número que está masticando
es igual a 51.212 civiles que no son
8.499 del aire ni las gotas en el cuerpo
de un niño. un niño-civiles. niño-
acondicionado.
ni siquiera siria patente de guerra precio por
haber muerto a oscuras. ahora se raspa
en la tierra que llega a los containers y
se puede publicitar. a oscuras el niño
es otro pibe que no merece aparecer

en el menú periodístico del shopping. no
ser configurado en modo cálido y agradable
con un café una hamburguesa un texto
a mano. hay oscuridades que no
es digno visitar como turistas

 

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EL USO CORRECTO DE LAS MANOS (Taller Perronautas, 2018) de Jonás Gómez, con ilustraciones del autor.

El uso correcto de las manos, octavo libro de Jonás Gómez (Buenos Aires, 1977) y primero en la edición artesanal y atenta de Taller Perronautas, pone en primer plano la corporalidad. Las manos, su hacer y deshacer, su papel en la historia con mayúscula y minúscula, y también su disciplinamiento, se exploran en veintitrés poemas que dialogan o discuten con las ilustraciones, hechas a mano alzada por supuesto, del autor.

Compartimos el poema que abre la serie:

I

Manos dispersas en el cosmos palpan
ejemplos de inmensidad y diversidad en las alturas,
alcanzan
rocas flotantes, fragmentos de los planetas,
partículas que la distancia se perciben
como polvo dorado
pasan
a través de nubes de gas violáceo.

No fueron antes vistas
semejantes emisarias, pero desde ahí, en la planicie,
en el cuerpo a tierra
hay un mensaje que se asimila como sensación,
un llamado de experiencia.

Viajeras sensoriales, huellas
dactilares, extremidades dispersas
en lo lejano.

 

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PALABRAS DE POETA #4 – DICIEMBRE 2017

Editada en Córdoba bajo la dirección de Hernán Jaeggi y Carlos Garro Aguilar y un nutrido consejo de redacción, un nuevo número, el cuarto, de esta revista de formato ligeramente menor al tabloide y 36 páginas. Incluye poemas de Leopoldo “Teuco” Castilla, María Teresa Andruetto, Elisa Molina, Osvaldo Pol y varios otros, mayoritariamente argentinos, pero también latinoamericanos. En la sección llamada “Sobre poetas y poesía” pueden leerse reseñas de libros recientes y breves ensayos. Cierran el número las selecciones monolingües del irlandés John F. Deane, el italiano Antonio Catalfamo y el norteamericano Lawrence Ferlinghetti (la traducciones, a cargo de, respectivamente, Esteban Moore, Silvia Cattoni/Sara Porta, y nuevamente Esteban Moore).

Compartimos un poema de John F. Deane:

 

        [DE DÍA FUIMOS TURISTAS, EN UN ÓMNIBUS…]

        De día fuimos turistas, en un ómnibus
        de la empresa estatal de turismo, observando
        las glorias mecánicas de la Revolución.
        Durante horas hicimos cola para ver al santo,
        arrastramos despacio nuestros pies, como convictos,
        rodeados por la formación de guardias armados;

        descendimos, fuera de los alcances del sol, a una cripta,
        donde yace Lenin, conservado bajo los cristales, sus planes
        para la reconstrucción del mundo congelados en su cabeza;
        la habitación de un hombre muerto

        pero no podrás tocar sus manos entrelazadas
        o colocar tus labios sobre la frente de alabastro.
        Mi padre guardaba silencio, implorando; durante la noche
        lo escuché dar vueltas en la cama y emitir pequeños,
        dolorosos, lamentos animales.

 


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