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Algunos libros recientes (abril 2023)

Algunos libros recientes (abril 2023)

REVISTA FÉNIX N° 30 (DICIEMBRE 2022) (Editorial Brujas, 2022) –Dirección: Pablo Anadón. A.A.V.V.

Un nuevo número de la revista Fénix (la que hace más años se publica en nuestro país), y que dirige, desde Córdoba, Pablo Anadón. Este nuevo número de 180 páginas trae ensayos de su director (“Tres postulados de la poesía argentina actual”) y de Franco Bordino (“La incivilidad de los genios”); poemas de Alejandro Nicotra, Cristina Piña, Ricardo H. Herrera, Pablo Baca, Pablo Ingberg, Juan Martín Suriani, Laura Chalar y Pablo Porro; y de cierre una amplia selección de poemas del francés Victor Hugo en edición bilingüe con la traducción de Alejandro Bekes, que también escribe un ensayo introductorio.  

Compartimos dos de los poemas de Alejandro Nicotra:

ESTÁ NEVANDO

Es la visita,
esta vez no esperada, de la nieve:
el día yermo, afuera.

          (Así un país, de pronto
          desconocido.)

Pero yo salgo
a recibir el don, el roce incierto
–tan real, sin embargo–
de su virgen del frío.

 

ÁLAMO NUESTRO

¿Un símil?
Quizá el del álamo,
el árbol lírico
de tus mañanas y las mías:
                                  ¿no viste, acaso,
su línea clara como un verso
y en hoja o sílaba
igual temblor?

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KATANA N° 9 (ABRIL 2023) – Dirección: Carlos Rey. Staff: Analía Requena, Fabián Herrero, Pablo Porro. Diseño de Adrián Fernández. Colaboradores varios.

Un nuevo y esperado número de la revista Katana. De 81 páginas y atractivo diseño, este noveno número viene con muchas cosas excelentes:

(I) Una nota editorial de Carlos Rey, “Sobre el arte de escribir poesía”, que muestra que detrás de cualquier intento de escribir un poema siempre está operando una matriz artística, aun cuando ese poema busque negar todo elemento técnico o artificioso.

(II) Como ya es costumbre en las últimas KATANA, un artículo excelente de Pablo Porro, en este caso sobre uno de sus poemas preferidos, un inolvidable poema anónimo del cancionero medieval español, que comenta con sensibilidad e inteligencia. Lo copio:

En Ávila, mis ojos,
dentro en Ávila.
En Ávila del Río
mataron a mi amigo,
dentro en Ávila.

(III) Poemas de Ricardo H. Herrera y de Misael Castillo.

(IV) Una selección de poesía cubana contemporánea a cargo del poeta cubano Karel Leyva: una excelente oportunidad de asomarse a una poesía de una riquísima tradición.

(V) Una entrevista de Fabián Herrero a Liliana Lukin, con una muestra de poemas.

(VI) Un artículo de Carlos Rey sobre el poeta inglés Philip Larkin.

Aquí puede leérsela. No se la pierdan.

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POETAS ARGENTINAS (1981-2000) (Ediciones del Dock, 2023) de A.A.V.V – Selección y prólogo de Elena Anníbali.

Siguiendo con la línea cronológica iniciada por Irene Gruss –Poetas argentinas (1940-1960)– y Andi Nachon –Poetas argentinas (1961-1980)–, Ediciones del Dock presenta ahora, con selección y prólogo de la poeta cordobesa Elena Anníbali, un tercer volumen a esa serie: una antología de la poesía escrita en la Argentina por 54 mujeres nacidas entre 1981 y 2000.

El libro, como es fácil imaginar, requiere una lectura atenta, pero basta hojearlo para descubrir que es una excelente oportunidad de acceder a una amplia muestra de la poesía escrita por mujeres en lo que va del siglo XXI. Oportunamente realizaremos esa lectura atenta, mientras tanto compartimos algunos de los poemas que nos llamaron la atención, como si invitáramos a hojear la antología con nosotros.

EL ÚNICO REGALO… (MARÍA RAGONESE)

El único regalo
que me concedió Teresa
fue una muñeca negra,
la pedí para reyes magos.

La muñeca y yo
hacíamos pozos en el jardín,
nos poníamos barro en la cara
y enterrábamos hojas de fresno

Así vi crecer
las cosas que no hablan.

 

SON SAPOS… (CARLA OLIVERA)

Son sapos.
No hay brujerías ni patas de cabra.
Hay sapos.
Hemos decidido no salir de casa.
No vamos a incomodar su fiesta de barro y tucuras.
Pronto dejará de llover
y taparán sus pocitos
cuidadosos del hachazo del sol
como quien conoce la pisada seca de la muerte.

 

LA GATA ME LAME LA CARA, DE MANERA… (CECILIA MARTÍNEZ RUPPEL)

La gata me lame la cara, de manera
casi imperceptible pero constante
y me lastima con su lengua de papel de lija.
Sentada en el piso, agotada, la dejo hacer.
Somos, en este departamento semi vacío
lleno de cajas apiladas, una familia.

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ESA MATERIA QUE SE FUGA (Barnacle, 2022) de Daniel Freidemberg.

(AC)

Nuevo libro de Daniel Freidemberg, lo que obviamente constituye un acontecimiento: con sus luces y sombras, él ha servido a la poesía lealmente durante más de cincuenta años. Lo primero que llama la atención al empezar recorrer el libro es la aparición de una voz más imaginativa y más musical que en su obra anterior. Para empezar, por ejemplo:

He visto ángeles y obispos levitar,
he visto autos último modelo,

he visto gentes de ropas oscuras
entre las luces de un salón de baile

(todo lo cual me hace feliz
por un motivo que no entiendo).

He visto a las
                      últimas grandes manadas
marchar hacia el crepúsculo despacio,
sabiendo, era evidente, la importancia de la escena,

y abrían un gran hueco en el aire, un sitio donde
me senté a mirar
                            el caer de las cosas en el alma,

y era un murmullo de una gran duración,
un brindis, por así, decirlo, un silencio entre dos notas,

y era, en el reverso de la hora y el minuto, el estar,
y era el moverse acompasado de los pastos al viento,
y las partículas de la materia, y las galaxias y etcétera.

He visto un pentagrama, un mantel a cuadros, un cruce de caminos.

 

O, un poco más adelante:

 

Me he visto viendo en un balcón una flor,
me he visto viendo sin lugar las palabras.

(…)

Y el mar, siempre en su recomienzo, vi.

He visto, fuera de toda nota al pie, las cosas.

Llevado por esta mayor conciencia rítmica, y articulando el fluir del discurso poéticos a partir de la repetición de ese motivo “he visto”, el libro desarrolla varios de los motivos recurrentes de la poesía de Freidemberg: los vestigios de la sacralidad en el mundo y la imposibilidad dar el salto a un sistema de creencias, la historia espesa y la lírica como polos que se atraen, se repelen y por momentos se funden, y por último –ya en el plano compositivo– el gusto por las citas literarias, por las recurrencias, por los fragmentos que reaparecen, reconfigurados, a lo largo del libro.

Un libro que, más allá su un tono maduro, el tono de alguien que comparte conclusiones vividas, abre algo, y dan ganas de ver cómo seguirá la cosa:

 

He visto una piedra,
he visto el brillo del caer de la lluvia al trasluz.

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VIEJAS CANCIONES RUSAS Y OTROS POEMAS (Editorial Pre-textos, 2023) de Pablo Anadón.

(AC)

Nacido en Villa Dolores, Provincia de Córdoba, en 1963, Pablo Anadón viene escribiendo hace ya varios años una obra muy reconocible y original en el panorama actual de la poesía argentina: versos isosilábicos en estrofas regulares, pausados, pensados siempre desde la ortodoxia métrica, y que empiezan con mayúscula siempre. No es infrecuente la aparición de la rima, o del soneto. Es también original, por antimoderna, su concepción de la poesía: no hay estrategias de proliferación discursiva ni ocultamientos del yo, quien lee su poesía accede básicamente a algo que se presenta sin demasiados velos como la intimidad de Pablo Anadón: su relación consigo mismo, sus historias de amores y desamores, su gusto por el café, el tabaco y un poco de alcohol por las noches, su gusto por la poesía y por la traducción de poesía, su gusto por la construcción de mínimas escenas urbanas, el lamento por sus penas, que por momentos puede hacerse un poco morboso… Esta intimidad algo melancólica, que es la atmósfera más habitual en el libro, de pronto se ve sacudida por la aparición de la política (por ejemplo, en un poema dedicado a la dudosa muerte del fiscal Nisman, lo que también constituye una rareza en la poesía actual) o por poemas que son como destellos de alegría, y que brillan de manera particularmente gozosa por el fondo contra el que se recortan.

Comparto tres de esos poemas:

POETAS RUSOS
                                       (Canción)

Whisky y tabaco,
Gin y tabaco,
Vodka y tabaco,
Leo y traduzco
Tarde en la noche
A mis queridos
Poetas rusos.
Es claro, entonces,
Que moriré
De un enfisema
O una cirrosis,
O de tristeza
Por el destino
De los poetas
Y por la historia
Que es un mal sueño
Que no termina
Al despertar,
Que es ese cuento
Lleno de furia
Y de gemidos
Que cuenta un loco
O algún bufón
Para que ría
Un triste Dios.
Whisky y tabaco,
Gin y tabaco,
Vodka y tabaco,
Cuando me muera
De un enfisema
O una cirrosis,
No habrá un lamento:
Me iré contento
Porque en las noches
Solas de invierno
Leí y traduje
Para deleite
De un Dios sin sueño,
De un Dios absurdo,
A mis queridos,
A mis amados
Poetas rusos.

 

MEJORES ALEGRÍAS
                                                 a Irene

La hija lejana ayer me dijo
Que estaba preocupada
Por mi forma de vida, los desvelos
A deshora, mis noches,
Tanto café, tanto tabaco, tanto gin.

Exagero, hija mía:
En todo, o casi todo, soy medido.
Pero el dolor, en cambio,
Es desmedido a veces,
Y una tacita de café, una pipa
O una copa de gin,

Y quedarse despierto
Porque hay que convertir
El dolor en palabras,
tal vez darle un sentido,
Ayudan a vivir:

Son el mal necesario
Para sobrevivir, son la alegría,
Incluso, de la pena.
(Ya llegarán, verás, tiempos mejores,
Mejores alegrías).

 

PAISAJE

Como en aquellos versos
Del Gran Tonto Ryokan
Veo en un alto del camino
Sólo montañas, nubes, pájaros
Y el cielo azul sobre la tierra parda.

Tampoco yo tendría
Mucho más que decir.

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EL POZO Y LA PIRÁMIDE (Audisea, 2022) de Diego Bentivegna.

(LV)

Cuarto libro de poemas de Diego Bentivegna, nacido en la Provincia de Buenos Aires en 1973. Un libro extraño: un apartado de notas al final explica que la primera parte, “El pozo y la pirámide”, son la memoria de un viaje de un diciembre muy caluroso desde las Sierras de Córdoba a Leuvucó, en la provincia de la Pampa, y que en ese viaje (una especie de peregrinación al monolito en que se preservan los restos de Mariano Rosas) hubo momentos de charlas con personas de la comunidad ranquel, y que fragmentos de esas charlas fueron luego incorporadas a los poemas. La segunda nota explica que la segunda parte del libro, “Cartas a K y otros extractos”, son trozos reescritos del jesuita italiano Nicolás Mascardi (misionero en la Patagonia) muchos de ellos a su vez reproducidos por Guillermo Furlong en su libro Nicolás Mascardi y su Carta-Relación (1670), Buenos Aires, Theoría, 1994. La tercera nota, referida a la tercera parte del libro “Hechos del Mascardi”, dice simplemente que “Ese día, sábado 25 de noviembre de 2017, caminábamos por la orilla del Lago Mascardi, no lejos de Bariloche, Patagonia argentina”, pero lo aparentemente críptico de la nota si sabemos que en el poema aparece como tema la muerte de Rafael Nahuel, un joven de 22 años que murió de un disparo realizado en circunstancias poco claras en un operativo de las fuerzas federales ese 25 de noviembre en Bariloche.

Las peculiares fuentes de los poemas ciertamente le contagian su extrañeza al conjunto. Comparto un poema de cada parte:

En esa caja pequeña conserva varias cosas.
En la cajita guarda cartas. En la cajita custodia
fotos de ella joven; fotos de su madre, cartas de una tía;
una estampa de Ceferino, ya tuberculoso,
en Roma; algunas cartas.

No leo nunca, nos dice;
no me atraen nada los libros.
Mansilla era un viejo mentiroso.
Yo creo solamente en la memoria.

***

 Y ellos
comen de ese cuerpo por muchos meses;
aunque esté podrido;
muchas veces lo comen crudo,
sin ponerlo sobre el fuego.

Ahora estamos en septiembre.
Empieza la primavera
y florecen los árboles,

y todo está en forma contraria
a nuestro país de allá.

***

RESTOS DE UNA ELEGÍA

Quién podría escucharnos, preguntabas.
Al costado del camino
el lago apenas se movía
con una leve brisa
que para la región, en noviembre,
era más bien benévola.

Ahora entre el coro de los ángeles.
A unos pocos kilómetros estaban
esas cosas tremendas: el aire
transparente,
la luz plena de los cerros.

*********

LO QUE SALE DE SU CAUCE (Kintsugi, 2022) de Claudio Gómez.

(EGC)

Miniaturas variadas del agua y sus afluentes componen este pormenorizado desglose natatorio. Entre recuerdos, imágenes y reflexiones, Claudio Gómez (Morón, 1975) arma un inventario en donde la niñez, las civilizaciones y hasta la evolución son surcadas por un imaginario poético que se restringe a un único campo semántico para encauzar su propia voz. Comparto un poema:

*

llevaba a la playa
mis revistas de historieta

mi necesidad de agua
en los negocios de canje
fue Stevenson

un pirata
a los diez años
no era un mercenario

era un hombre que se aventuraba
a cruzar los mares
en pedazos de madera
pelear por su vida
y gritar tierra

luego comprendí

el mar es un espectro
un racimo de nosotros
atrapado
en la profundidad latente
como la infancia

*********

TAUTEA (Agua viva, 2022) de Camila Vázquez.

(EGC)

En este libro de Camila Vázquez, la voz poética, solo a veces humana, se vuelca entera al paisaje, ávida de nombrar lo que encuentra: desde la forma apenas contenida de un potus en agua o de un quinoto de jardín que da fruto sin pausa, hasta un río o un monte que se resisten a toda domesticación.

Aquí todo parece rebosar, todo convertirse en alimento, como si escribir y devorar fueran las tácticas para albergar lo hostil del entorno, para transformar el mundo natural en cuerpo: “no sé qué gana primero a las bestias / si el miedo o la voracidad”.

INSTRUCTIVO

acá vamos a ser claros
no hay amor en el rodeo
se sigue al bicho   me corrijo
se lo acecha
nadie se encariña    ¿me oís?
le mirás el lomo    ese pelo que es una seda
ni a las hembras más hermosas se lo viste
pero no me flaqueás
el punto de inflexión es verlos crecer
y es crucial
escuchá lo que te digo
si lo matás cachorro no rinde nada
y viejo se pone duro
por eso lo tenés que seguir
el bicho no es idiota
va a saber que estás ahí
es más
ya crecido    te va a largar las hormonas
como si dijera    mirá que en un tiempo te destrozo
pero no va a durar mucho
vos tenés que ser más inteligente
no te atropelles
acordate
lo estudiás despacio
y cuando llega el día
lo vas a saber como se saben esas cosas
un dardo y se terminó el asunto
te juro que ni se entera


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