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Algunos libros recientes (octubre 2022)

Algunos libros recientes (octubre 2022)

POMPA – POESÍA REUNIDA (1999-2022) (Mansalva, 2022) de Gabriela Bejerman.
(SDLV)

Se trata de la poesía reunida hasta hoy de Gabriela Bejerman (n. 1973): poeta, música, actriz y performer. Los temas van cambiando (la juventud, con sus amores intensos y muchas veces efímeros, los duelos, los nacimientos), pero la búsqueda poética aparece siempre ligada a cierta idea del lujo, de suntuosidad verbal. El volumen incluye ocho libros y un epílogo de Roberto Echevarren. Se recomienda especialmente leer los poemas en voz alta porque, como dice Echevarren: “En la poesía de Gabriela Bejerman me fascina el talento musical para el verso, el talento verbal, el ritmo en que piensa, lo que busca y encuentra gracias al oído. Oír ese clamor es entrar al estado salvaje”. Una excelente oportunidad para conocerla, quienes aún no la conozcan, o releerla, quienes ya sí la hayan leído.

HASTA ANANÁ

Hasta enredarnos en sombra caliente
hasta las más altas flechas erguir
hasta montarnos en tres barriletes
hasta la púrpura luna hilar con látigos mil
hasta batir que chillamos espuma, hasta sentir
molernos en dócil maleza, luz, ananá
hasta picarnos con nieve intangible
vaciar la inquietud, hasta mascar
el oro suspenso en las noches de río
hasta soplar bien la magia en copos de amor
hasta colarnos un pájaro verde
hasta el caudal, hasta ser sólo
una pizca de mar largando papiros, helechos
hasta desenvainar toda la sombra y que quede
una estela, tizne dorado, un libro en el viento deshecho
páginas, vértigo, un largo chupón en el viento
al borde del año que ama empezar

 

PIEL PORCELANA PAPEL

porcelana papel piel pasos de pingüino enamoran a mamá miel baba pompa papel
piel porcelana papel remolino oso pompón te beso todo lo suave que sos
refugio pingüino primeros pasos al abrazo y lejos al alto tobogán
abro suelto hondo remolino amor dorado piel bombonazo de miel
te largás subís re alto al tobogán sabés trepar agarrarte y amar
rompiste la cadena que tanto quería quebrar el miedo ese viejo linaje familiar
diez veces subís al tobogán diez veces más alto que vos y allá sonreís triunfal
todo el cielo contemplás de la plaza el tobogán refugio alto respirás tu ancha gloria animal
y te ponés de panza te soltás dispuesto a la vida esa pulpa velocidad
piel porcelana papel volvés a empezar sos todo de miel te adoro tanto hijo bebé

 

*********

LA VIDA SIN CENTRO (Salta el Pez, 2022) de Leandro Llull.

“Leandro Llull confirma en este nuevo libro –dice la contratapa de Yaki Setton– su agudeza en apariencia lánguida para modular las emociones en su poesía. Por ello es tan lúcida, minuciosa y franca la voz que habla en todos estos poemas. Mar de moluscos y nadadoras sin brújulas, cielo de gaviotas girando en el vacío, tierra de escritores ya muertos y lucha de clases son la materia real con la que se modela su aldea. Mirada quieta pero inquieta –«soy una llama / blanda, de encaje, / su espectro en el aire, desfasado»–, por momentos flota y cae, por momentos vuela y se arrastra. Voz atenta y de pequeños gestos lingüísticos percibe sin poder evitar lo incierto en derredor, le es imposible no develarlo y menos callarlo; aquí se recita con los dientes apretados”.

Compartimos dos poemas:

LAS NUBES

¿Ves el río que huye,
la masa terriforme y quieta de tu entorno?
¿Ves el tiempo convertido en jarra,
bacinica de terrina que comprende el agua muda?
¿Ves la zanja de tu vida,
la estancada tarde en que perdiste todo?
Sí, ahora los ves.
Ahora, cuando se ha roto la cápsula de aquellos días
y fluís como las nubes en el cielo de este patio.

 

ACACIA

El viento refresca las hojas que entreveran la luz,
su nieve de claridad y de sombra
que cae en manchas sobre mi cara
procede de ningún lado y de todas partes.
Las víboras del sol bajan por la enramada, dicen:
bienvenido a la vida sin centro.

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LAS ASTILLAS DEL PEJERREY (Borde Perdido Editora, 2022) de Melisa J. Gnesutta.

Segundo libro de la cordobesa Melisa J. Gnesutta (n. 1984). Un libro intenso, que gira alrededor del padre del yo lírico.

Dice la contratapa de Elena Anníbali: “No es que el padre cede la voz y la hija habla. La hija habla, pregunta –LE pregunta- y se enreda en esas marcas del discurso, va hacia adelante, trazando el relato, pero el padre casi es un puro silencio, una negación. ¿A quién le habla, entonces, la hija?

Habla para sí, porque hay una memoria que esta voz lírica procura armar. La memoria irrumpe, entonces, pero no para confirmar/se. Sí para desdecirse, para rearmarse, tal vez, desde un lugar más veraz y, a la vez, más duro. Menos alucinatorio y también menos infantil: “Nunca conocí a ese hombre / que reposa sobre el agua /que confía en su desnudez. // Un hombre que se deja lamer / por la sal / y sonríe para alguien / para él mismo / para la memoria // Ese / no es mi padre”.

Lo hermoso comienza a desintegrarse, se astilla. Está –sigue estando ahí– pero en su versión fragmentada, así como el sol se astilla en la laguna, y el padre, antes idealizado, se astilla en la percepción del sujeto lírico para dar paso a una visión más real –y por consiguiente más compleja también.”

Compartimos el primer poema del libro:

PEZ

El pez en la mano
se desliza   se escurre
y deja
la huella húmeda
de un cuerpo frío.

Mi padre era eso:
huida    silencio de pez
coletazo enfurecido
en el deseo por migrar
de su nombre.

De cuál de tus escamas nací
padre
o fue de un anzuelo
que me vine
amojarrada y en un tajo

en ese dolor
quizás
me escupiste
¿fue mi nacimiento
tu asfixia?

Nadie puede retener al pez
sin la herida que trae
su ahogo
y su muerte.

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VIERNES. POESÍA REUNIDA (1972-2022) (Nebliplateada, 2022) de Beatriz Vignoli.
(SDLV) 

Beatriz Vignoli es considerada una de las voces más importantes de su generación. Esta publicación de su obra reunida es una buena oportunidad para averiguar el porqué. El libro también trae un apartado biográfico, una cronología, fotos y facsímiles, además de unas palabras de la propia autora para presentar el volumen. Marina Maggi dice en su prólogo: “Sus poemas producen una sensación de extrañeza o desvío y con una palabra sola que refulge, o un giro que fulmina como un rayo en la línea final, reverberan en el umbral mismo donde habla la poesía”.

Compartimos tres poemas:

ACEBAL

Suave cielo,
aligera el paisaje
como si la tarde cayera sin nosotros.

 

FUNCIÓN DE LA LÍRICA

Mi padre agonizaba
en un sanatorio con TV por cable.
Puse el canal de ópera
para amortiguar sus alaridos constantes.
Justo cuando Rigoletto abraza el cadáver
de su hija, debí tenerlo al viejo
para que no se cayera de la cama:
la doble simetría de la escena
me la volvió soportable.

 

LUGAR

           a Matías Gómez

No es un lugar seguro para las palabras,
la poesía: intemperie bajo el vidrio.
Las fotos en las tumbas se humedecen,
la sal come las cartas de los náufragos.

Qué náufrago tuviera una botella
con un corcho que encaje y nada filtre,
o hallara en su chalupa o en su isla
un papel y una birome que escribiera.

Qué náufrago contara con la calma
de confiarse al azar más absoluto
y esperar luego de haber vaciado
la última botella de su sed.

No es un lugar seguro para los mensajes,
una botella al mar: mito improbable,
un poema de amor en vez de amar.
Escribir es como vivir en una tumba.

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EL MAMUT (Caleta Olivia, 2022) de Eric Schierloh.
(JM)

“La araña seca, como el hombre, / sabe que no puede desandar / sus pasos hasta lo que fue una vez”, leemos en el cierre de “Entropía”, uno de los poemas de la primera parte de El mamut, que reúne poemas escritos por Schierloh entre el 2001, justo luego del atentado a las Torres Gemelas, y el 2011. El mamut, un animal extinto que conocemos solo por sus restos y sus marcas, cifra la imposibilidad expresada en esos versos, y es ahí donde insiste el autor. Schierloh plantea el renacer de este libro (que había sido publicado por la editorial Bajo la Luna en 2015) como una instancia que fue a la vez una relectura y una “sutil reescritura”. Ceniza, gusanos, calaveras, arena donde hubo piedra, sí, pero también un ave que invita a su cría a beber del río sobre esa misma arena, o un poema para un hijo que aún no ha nacido y otros sobre hijos que sí y todo lo cambian. Esta primera parte, también intitulada “El mamut”, introduce el vértigo de quien ve el orden en el caos y el caos en el orden: “la misma brisa / que empuja la balsa / aviva el incendio en la costa”. La segunda parte, “Los días del fresno. Poesía bajo un árbol”, se gestó en un viaje breve a México. Desde el interior de una habitación de hotel, pero con la mirada en el fresno del jardín. “Uno siempre llega / a un lugar extraño / con cierta sorpresa” se nos dice al comienzo de esta sección. Y luego “Viajar es recuperar / un estado anterior”, estado que acaso sea precisamente el que da lugar a la poesía. La mirada finalmente se vuelve sobre sí misma, como el hombre de uno de los poemas de la primera parte, que se mira al espejo y ve a un hombre con los ojos cerrados. Como el fresno que funciona mejor que un espejo para la voz del poema en la segunda parte. En este libro de Schierloh, el lector es invitado a caminar por los límites muchas veces incómodos entre pasado y presente, entre vida y muerte, entre belleza y dolor, a elegir cara y cruz, a “Abrir los misterios más hoscos y antiguos como se abre la heladera un domingo por la tarde. Entrar en ellos como se entra en la cama propia. Y salir como se sale de la ducha”.

Compartimos un poema:

*

Toda fe ha de estar
en perpetua construcción.
De lo contrario
será una ruina
por siempre
jamás.

La Verdad

Quien cree poseerla / bebe arena.
Quien cree iluminarla / la oculta.

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POR TODA HERENCIA (agua viva, 2022) de Nina Jäger. Con ilustraciones de Tamara Weston.
(EGC)

El primer movimiento de este libro de Nina Jäger es un zoom out: la cámara, en “carta de agradecimiento”, dedicado a la astrónoma Henrietta Leavitt, nos lleva de un “tres ambientes con patio” al mismísimo universo y así mismo marca el gesto latente en las páginas.

Es cierto que la herencia que promete el título asume diversas formas, en lo salvaje que permanece en un animal doméstico, en los rasgos que se pasan de madre a hija o de abuela a nieta, en el linaje que se traza dentro de la comunidad propia. Pero encuentro la clave en los últimos versos de ese primer poema: “gracias a vos, hoy me tranquiliza / saber que hay mucho más que lo que veo / allá afuera”.

Hay más, sí, porque lo intangible y lo desconocido son la fuerza que recorre el libro. Está en las galaxias impalpables, en lo ancestral y en el origen que lleva al aullido, incluso en una mujer llamada Alicia que, en el hospital, llega apenas como una voz. Está en lo imposible de anticipar, en la hostilidad de una ilusoria comunión con la naturaleza, que vuelve en forma de alud o picadura.

Cerca del final el libro regresa a Henrietta, signada también por lo intangible, ahora convertida en el nombre de un cráter en la cara oculta de la luna. Las constelaciones no existen, me digo, son estrellas dispersas a las que el ojo del ser humano dio sentido y unión. Por toda herencia hace un movimiento análogo, ese zoom out que busca establecer conexiones entre lo enorme y lo pequeño.

VECINAS

De mi cama de hospital a la suya
hay apenas unos pasos
el biombo separa
esta          aquella
convalecencia

no hay rostro, Alicia
solo su voz
desfachatada da calor
sin tetas y sin embargo
como un avemaría
me pide
solo mi voz
como buena compañera.

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MANDARINAS (Nebil, 2022) de Julieta Sbdar.

Segundo libro de Julieta Sbdar, nacida en Buenos Aires en 1993. Dicce la contratapa de Laura Wittner: “Estos poemas se construyen sobre la sensorialidad: lo oído, lo gustado, lo visto, lo tocado. A lo largo del libro se turnan los sabores; cada cual nos ocupa el paladar con nitidez. Guindado, mandarinas, uvitas de la parra de un vecino. Después quema la piel, aúlla el perro moribundo, un cuerpo descompuesto y cubierto de gusanos llena de olor la playa: «Pero yo sigo creyendo / en nuestro protocolo de seguridad», dice un poema, y otro: «Que este fragmento me acompañe, ruego / que me acompañe hasta el final»”.

Compartimos un poema:

A LA MADRUGADA

Los vidrios se empañan por la diferencia
entre la temperatura del cristal y los cuerpos.
Para que el riesgo disminuya
prendemos el aire y esperamos
fundirnos con el granizo.
Todo parece indicar que al frío
se lo combate con más frío
y así avanzamos
mientras se deshace
la capa brumosa
que nos separaba
del camino.

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UN DON SENSACIONAL (Caleta Olivia, 2022) de Eloísa Oliva.
(EGC) 

Todo comienza con una demolición, en estas breves prosas de Eloísa Oliva, y las demoliciones pronto se multiplican. Pareciera que lo único que se mantiene son los ciclos en estas páginas ordenadas según las estaciones, mientras se negocian el exterior y el interior, mientras se derrumban los afectos.

Pero cuando tanto del mundo se viene abajo, el tono de Oliva sostiene. Aquí no hay nostalgia, iba pensando, cuando encontré este pasaje: “Pienso en la melancolía. Bilis negra. Parece que hay quien dice que es motor de creación. Yo creo que es congelamiento. Una imagen que enamora solo porque se rompió”. Fiel a esa idea, Oliva nos guía por lo que podría ser desolación con agudeza y humor, sin venerar la muerte de los santos hogares ni idealizar las relaciones pasadas. Nos lleva de frases epigramáticas a fantasías y descripciones, y nos propone incluso imaginar cómo un fantasma haría una visita guiada de la casa ya ausente. Ahí es donde el libro brilla.

Porque con las claves que riega del I-Ching, el libro de las mutaciones, y una cita de Zelarrayán que funcionan como motivo recurrente, todo cobra movimiento: en el libro hay trenes y falsos trenes, hay autos, temblores y trepidaciones, hay aprendizajes de manejo.

Se habla mucho de la “viñeta”, una definición que cabría a estas prosas, aunque mejor la de “mosaico”, que va dibujando en este libro una forma por aislamiento, contigüidad y continuidad, o como dice la misma Oliva: “baldosas con dibujos de otra época”.

TODAVÍA…

Todavía hay polvo en el aire. La semana pasada arrancó una demolición al lado del edificio. Un grupo de hombres trabajó dos semanas para borrar de la faz de la tierra eso que algún otro grupo, hace cien años, trabajó para levantar.

 

ENFRENTE…

Enfrente de mi oficina nueva hay otra demolición. Ayer, dos operarios colocaron un volquete en la puerta de la casa, sobre calle Rivadeo. Empezaron por el techo. Con maza y martillo neumático. una vez derribado, se fueron comiendo la casa por dentro. Como una manga de langostas.

**********

HISTORIA DE AMOR NO CORRESPONDIDO CON UNA MONTAÑA (Tammy Metzler, 2022) de Florencia Méttola.
(SDLV) 

Los poemas de Florencia Méttola son una historia de amor con el misterio y la muerte. El objeto de deseo varía: algunas veces se ama a la montaña, otras veces a una mujer, otras al poema y a diferentes seres que pululan en el libro. No importa la historia de amor, importa lo que hacemos con esa historia de amor. El poema juega con la música y la forma: “Poe / poem / poemi / poemita / poesi / Poesy. / art / arti / artista / artichoke / arte y choque/ artilugio. / Bore / boredom / a-bore-dom / aburrimiento / me aburro y miento.”

Como dijo David Foster Wallace “Toda historia de amor es una historia de fantasmas”. De la misma forma se van sucediendo los poemas del libro, poblados de fantasmas, de padres muertos y de muertos de amor, todo en mismo cementerio bucólico. La poeta tucumana baila con todos estos fantasmas, les manda mails y hasta los resucita con la fuerza contenida de sus poemas.

Florencia Méttola nació en Tucumán en 1981. Además de poeta, es música, artista y traductora.

RAYANTE HORIZONTAL

Como un montón de caballos corriendo a tu lado
rayando el horizonte
en una línea perpendicular;
el galope detona una suerte de bomba
que al pasar deja su hongo de polvo
que se eleva hacia el firmamento
como un corazón que quiere ser escuchado,

por debajo hay problemas que resolver
como una cabina de teléfono vieja o un hotel
en el que una vez estuviste
y al que
en el mejor de los casos
desearías habitar;
o una meseta con gramíneas
sobre la elevación del mar
un par de montañas planas
y unas gramíneas al viento para contemplar
o la llanura que viene del océano
llanura abisal
oh, pero ahí aún no está, ya vendrá.

Me sumergiré al galope superficial,
un montón de caballos corriendo a tu lado,
salpicando a su paso
gotas de estanque de agua abisal
donde desees que viajes donde sea que mires donde quiera que estés
si algo se desborda caballos corriendo a tu lado
el desborde se sale del borde es la mano que se estira para alcanzar para no ser alma/mente nada más;

arriba las constelaciones, lo que nos une por las noches
un montón de conexiones,
oh, pero qué es ese corcel/
la oscuridad acecha a Rayante,
Rayante que es pura resolución de problemas y claridad,
que persigue todo lo que se cruza por su mente / instancias, mínimas
instancias de belleza y claridad

*********

LA SUSTANCIA, EN INFRACCIÓN (Barnacle, 2022) de Alberto Cisnero.
(LV)

Alberto Cisneros (n. 1975) ha encontrado en los últimos años un formato fructífero para su poesía: libros breves e intensos, convencidos, sostenidos en la pasión de una escritura tan arbitraria como secretamente consistente. Compartimos dos poemas:

CUADERNO

La esperanza de que otro abismo,
el paco, el láudano, la heroína
cada línea de inserción de tus uñas,
sea amenaza, palabras humanas,
o desaparezca en ello que la habita
y a lo que no supiste dar nombre,
te alcanzará para más aborrecer
en fin, su constitución, su principio.

 

LA BRISA

          “Escuche otro secreto: ningún bien
          me avendrá, no fui lo que se dice
          caballero, a eso equivale un cuervo;
          muchos tristes de los campos afuera,
          ya atestiguaron qué grano de tierra
          calificó su pan; con un puñado
          de clavos ha sido ideado el destino”;
          y en el dudoso mediodía, todo
          silencio, padre, tu epitafio soy.

*********

UNA REACCIÓN EN CADENA Y UN CONJUNTO (Palabras amarillas, 2022) de Lucía Caleta.

Segundo libro de Lucía Caleta, nacida en Córdoba en 1981. Dice él comienzo de la contratapa de José Fraguas: “Procesos y simetrías, diacronía y sincronía, la parte y el todo tienen voz en este libro. Un big bang de géneros clásicos y contemporáneos, égloga y nature writing, crea una poesía en la que la antigua luz de los mitos brilla como recién nacida. Lírica en escenas de la búsqueda misma del poema porque este no es sino uno de los nombres de la intuición, de la potencia inasible que el enojo, la palabrería y el miedo ahuyentan”.

Compartimos un poema:

PARA ESCRIBIR UN POEMA

Para escribir un poema
las poetas dicen que tenés que construir
una muralla
lo contrario es imposible:
ladrillo sobre ladrillo sobre ladrillo
edificar tu religión
y proteger tu nueva fe
en una esfinge chiquita
que duerma con vos
en tu mesa de luz

Para escribir un poema, dicen
tenés que recibir al demonio
de la mala fortuna, a la madre
de los cíclopes y titanes
que tiene la forma de los pensamientos
que se llevan toda la vida

Para escribir un poema
y que sea tan silvestre
marginal como la selva
y libre
usá la transferencia, dicen
la fuerza que sostiene a esa nube
y a los relámpagos
y a todas las cosas entre sí.

**********

PARA FABRICAR UN RELÁMPAGO (Ediciones Diotima, 2022) de Fernando Raluy.
(EGC) 

Este libro de Fernando Raluy trae una siembra transgeneracional que viene de abuelo, padre y madre, cosecha objetos que toman la forma del relámpago, el poema o la magnolia. Es también la documentación de una sensibilidad que permite que lo urbano florezca en su territorio liminal con lo rural.

El movimiento de construcción de un microcosmos suburbano es deliberado y deja su gesto impreso en poemas como “Ferrocosmos” o “Hagiografía”. Lanús, con su fundación mitológica, con su santoral, con su botánica, salpicado de trenes, emerge cotidiano e imaginado atemporal.

278

 A las siete de la tarde
en verano
hay quienes se paran
en Miguel Cané y Brito
a esperar el 278
a Banfield.
Otros se prestan
en esa misma vereda
a la epifanía
del sol horizontal
entre el tul verde de los árboles.

**********

Y LAS FUERZAS DEL DESORDEN (Neutrinos, 2022) de Dani Zelko.
(SDLV)

Dani Zelko (n.1990, Buenos Aires) es poeta, traductor y músico. Y las fuerzas del desorden es una buena oportunidad para asomarnos a lo más reciente de su escritura. “Como el agua son como el agua las palabras son como el agua / nunca desaparecen van cambiando de sustancia”: los primeros versos del libro son una guía para meterse de lleno en los poemas donde esa materia frágil que es la poesía lo reconstruye y destruye al mismo tiempo. El origen judío, la inmigración argentina, la trayectoria vital y militante, las voces de quienes conoce en los viajes, los susurros inteligibles que se traducen en las formas de los poemas arman un coro hermoso y frágil.

Compartimos un poema:

2001

No me pueden llevar a fútbol
no hay plata para la nafta
en septiembre nos vamos a México
feliz año nuevo

Mi hermana tiene la mitad de la cara paralizada
de noche me pide que le cierre el ojo con cinta scotch,
en la cena papá llora
revoleando cheques que no valen nada
yo di mi palabra
les tengo que pagar
yo di mi palabra
y yo pruebo por primera vez
mi propia violencia
la mastico, la trago
escupo maltrato para los costados
no sé qué hacer con mi enojo

La Federación Argentina de Box es cerca
donde Medrano se convierte en Castro Barros
sábado a la mañana
llovizna y cielo blanco
cartoneros y carteles despintados
guantes, luz blanca y puchimbol
pum
pum pum
pum
pum pum
no
esto suena todo igual
parece la novela de Laport y yo quiero Verano del 98

Casa, cocina, cacerolas, sartenes, espátulas, ollas
pum
pam
pum
pam
izq der izq der izq der izq der
der izq der der izq der izq izq
plá plá plá plá

Primera clase muda
parches y platillos tapados
con sábanas y planchas de goma por los vecinos
así no tiene gracia
sin ruido no se metaboliza la rabia

Plá plá plá plá
brazos y piernas bailando al son del metal
mi hermana entre libros de anatomía ¡Daniel
cortala, estoy estudiando!
¡yo también!

Un maestro me introduce a la batería como un organismo
que une instrumentos distintos
El brazo izquierdo dejalo suelto para que caiga con peso
cerrá los dedos para que los palos no se suelten
y apenas el palo toque el parche soltalos
así la vibración no se aprieta
pie izquierdo saltarín y leve
pie derecho bombo, tierra, pueblo

La tele torres gemelas
la tele muerte de Rodrigo
la tele juicio a las juntas
la tele Rey león
miramos i.Sat con un amigo y nos calentamos
nos desvestimos y nos tocamos
en la mesa sus padres dicen que pueden volver los militares
hablan de irse a vivir a Israel
si sos judío te dejan quedarte
mi tío se fue hace poco
cuidaba de noche el estacionamiento de la facultad
quiero ir a la universidad, elegir qué estudiar
el año que viene entro a la secundaria

De 8 a 16 estoy en la escuela
todos los días
a la dirección por dibujar
por decir que Hitler es un genio
por tirar bombas de olor
Daniel, quedate quieto
La única sala alfombrada del edificio es la biblioteca
la cuida Susana, cabeza rapada
le pregunto a mi mamá si tiene cáncer
dice que es lesbiana, como María Elena y Sara

Primer ensayo en una sala
alfombrada en un pulmón de manzana
un… dos… tres…
cuento con los palos
tac tac tac tac
y todos los instrumentos de mis amigos suenan juntos
miro los parlantes y mis manos
¡es música!

La tele torres gemelas
la tele muerte de Rodrigo
la tele juicio a las juntas
la tele Rey león
la tele Puente Pueyrredón
la tele Plaza de Mayo
20 de diciembre
¡Dani, vení! me grita mi hermana desde el balcón
¿esto es como el día que volvió la democracia
o al revés?
agarro platillos y cacerolas y salgo a tocar.


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