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Algunos libros recientes (noviembre 2021)

Algunos libros recientes (noviembre 2021)

DETENTE, INSTANTE, ERES TAN BELLO  – POESÍA REUNIDA (Caballo Negro Editora, 2021) de Cristina Peri Rossi.

(AC)

Hace algunas semanas el nombre de Cristina Peri Rossi circuló por todo el mundo de habla hispana: le habían concedido el Premio Cervantes. A principios de este 2021 la editorial cordobesa Caballo Negro había publicado muy oportunamente su poesía completa, de modo que quienes sintieran curiosidad por su obra y no la conocieran –mi caso– tenían muy a mano la posibilidad de remediar ese desconocimiento.

Peri Rossi nació en Montevideo en 1941. A los treinta años se tuvo que exiliar de su país por motivos políticos, y vive desde entonces en España. También publicó a esa edad su primer libro de poemas, Evohé, inaugurando una serie que abarca hasta Las replicantes, de 2016. Su poesía es fresca, inmediata. Descreída, al uso actual, pero cruzando ese escepticismo con humor. Lo mejor es la persona que se adivina detrás de los poemas: querible, irreverente, divertida. El trabajo sobre el lenguaje es mínimo. Se confía en la observación ocurrente y en la individualidad de la mirada para suscitar la poesía.

Comparto tres poemas:

SÍMIL

En una isla de hielo derivante
desprendida del mar glacial Ártico
viaja un pueblo entero de pingüinos
–pájaros bobos– sin saber que viajan.
Mientras la isla lentamente se deshace
desplazándose hacia el Atlántico,
los pingüinos trabajan, nadan,
atrapan su comida, se reproducen
y creen en la inmortalidad.

 

LOS GRANDES TRANSATLÁNTICOS

Cuando los grandes transatlánticos
–blancos como ballenas–
de gloriosos nombres italianos
–Cristóforo Colombo, Américo Vespucci–
zarpaban lentamente de las radas
–quince días de mar
y el clap-clap-clap del agua–
yo te invité al puerto
a ver salir los barcos.

Vivías en una gran ciudad
de espaldas al mar
En tu vida había muchas cosas:
música-autopistas-cenas
comités-colegas-teléfonos
De espaldas al mar
sin contemplar
la mansa taciturnidad de los barcos.

“Son algo majestuoso” dijiste:
 El barco blanco
flotaba en la rada
mecido por las aguas
como por un sueño.
Ballena antigua,
se había echado a descansar.

En torno a él
oscuros hombrecitos de mono azul
trabajaban en su vientre
como diminutos Jonases digeridos.

Desde entonces, tu amor
tuvo una maroma:
me amabas
porque una tarde de invierno,
en lugar del cine,
te llevé a ver salir los barcos.

 

EL SECRETO DE LA FELICIDAD

El médico me dijo que antes
de que me anestesiaran
para meterme la sonda
pensara en algo hermoso
algo feliz
de modo que el despertar fuera dichoso
tuve un buen rato para pensar algo hermoso
dos horas en la sala de espera del quirófano
pero por más que me esforzaba
no se me ocurría algo hermoso
si pensaba en el mar era tormentoso
si pensaba en las flores del campo
habían inclinados los ojos hacia abajo
si pensaba en ti
te recordaba frunciendo el ceño
“no es posible que no se te ocurra nada hermoso
si no lo recuerdas usa la imaginación” me dije
pero con la imaginación pasaba lo mismo
no funcionaba para lo hermoso
de modo que la anestesista –que era fea–
me inyectó el propofol en vena sin que me diera
cuenta. Me dormí
y treinta minutos después desperté
completamente feliz
completamente dichosa
como no lo había sido con nadie en este mundo
y le dije al médico: “Yo quiero más de eso”
y le dije a la anestesista: “No comprendo cómo
trabaja si puede estar colocada con esto”
ellos reían
pero yo hablaba completamente en serio
la mejor sensación de mi vida
y no se debía a un orgasmo contigo
ni a la publicación de un libro
ni a la caída de un dictador
ni a que me pagaran bien un artículo:
había bastado con unas gotas de propofol.

**********

 

HISTORIAS DE AMOR NO (Bajo la luna, 2021) de Anahí Mallol.

El libro está compuesto por cincuenta textos dispuestos en prosa, cada uno formado por oraciones breves que arman algo así como el esqueleto narrativo de una historia de amor por lo general fallida (de amor en sentido amplio: la serie incluye desde amores célebres hasta amistades o salidas ocasionales que no prosperan, etc). El peligro en un libro como este es que los textos se transformen en copias seriadas a partir de la repetición monótona del procedimiento de escritura. Anahí Mallol logra evitar ese peligro con oficio de escritura y gracia, dándole cada una de las cincuenta historias una individualidad definida.

Compartimos tres:

 

19.

son jóvenes. son amigas. creen que lo mejor está por venir, allá adelante. son distintas. una envidia de la otra el desparpajo, la facilidad con que cambia de novio sin llorar, la música que escucha. la otra admira la serenidad de pensamiento, la actitud contemplativa, el silencio. una pierde al padre de manera trágica. la otra la mira con gesto de comprender y le habla de poesía. años después es la madre de la otra la que se quita la vida. dejan de verse por años. hasta que están listas. se encuentran, se abrazan. se abrazan.

 

43.

él es casado y le lleva veinte años. vive en otra ciudad. se encuentran una vez por semana. ella también es casada y se aburre. mucho. con ese matrimonio del que el príncipe de cuento ha desertado no más regresar de la luna de miel. la relación continúa durante diez años. dos horas semanales en su casa o en algún hotel por horas. nada en vacaciones. un día lee en un libro: “ella había vuelto a encontrar en sus amores clandestinos todas las insipideces del matrimonio”. deja de verlo.

 

48.

él es alto, médico, casi atractivo. parece tener planes, prometer una vida cómoda, de cierto prestigio, reuniones. ella sueña con ser el centro: de una pequeña velada, la atención de una vida, distinguida del común de la gente. entonces se casa. pero había estudiado piano. había leído libros. había aspirado incienso casi hasta el desmayo. como todos, se creía especial pero no lo era. en absoluto. él demostró no tener la ambición suficiente: ella no pudo ser el centro de nada. salvo de un gran error. de la burla de un dios perverso. no hay amor. no hay reconocimiento social. no hay dinero. no hay veladas. se suicida.

 

***********

TÚ Y YO – UNA NOVELITA RUSA (Ninguna orilla, 2021) de Juan Cárdenas.

Siempre es una alegría que aparezca una nueva editorial artesanal en Buenos Aires. Lo artesanal en Ninguna orilla se nota en la propuesta de los libros cosidos a mano, con tapas y guardas serigrafiadas, y con la voluntad de ir construyendo cuidadosamente su catálogo. En la primera serie de dos títulos de la editorial se incluye este libro del colombiano Juan Cárdenas, que cruza la novela y la poesía.

Dice el autor en un postfacio: “Esta novelita es el resultado de un cruce aleatorio de sucesos. En Internet hay un género de memes que consiste en combinar una imagen, generalmente grotesca, con la fórmula TÚ Y YO + invitación obscena + NO SÉ, PIÉNSALO. El ingenio popular ha sabido multiplicar las variantes de este juego hasta lo inimaginable (…). Por su peculiar despliegue del deseo, por la manera en que sugieren la realización de una fantasía, por humilde, disparatada, ofensiva o aberrante que sea su exteriorización, estos memes constituyen un espacio plebeyo donde el impulso utópico se resguarda bajo una forma potencial o latente. Son uno de esos modos populares de manifestar lo imposible a través de lo realizable, lo inalcanzable a través de lo inmediato: el deseo reprimido de la revolución social en cápsulas microscópicas de frustración y monstruosidad.

Poco antes de descubrir estos memes había recibido el encargo de escribir un texto sobre el impulso distópico en la ficción contemporánea. Allí, entre otras cosas, decía: «Vivimos en el mundo de las ficciones que nos alertan sobre el fracaso de las utopías políticas y vivimos también en el mundo donde lo que se publicita como una alternativa al amor patriarcal es en realidad una nueva gama de ofertas en el supermercado de los sentimientos».

(…)

Finalmente, una de esas noches, soñé que me encontraba preso en una cárcel de máxima seguridad, donde mi única ocupación era fabricar memes impresos en papel junto a una pandilla de represaliados por el régimen soviético. En esas me cruzaba con Lyubov Popova, cosa que me llamaba la atención porque ella había muerto de fiebre escarlata en 1924, lejos de cualquier campo de trabajo sibertiano. ¿Y qué estaba haciendo Popova allí, en ese infierno? Por supuesto, fabricando una infinidad de memes del género TÚ Y YO con la finalidad, decía, de subvertir la propaganda política del régimen. A la memoria de Popova está dedicada esta novelita constructivista de amor…”

Compartimos los primeros cuatro fragmentos:

 

TÚ Y YO
despertamos en una cárcel
de máxima seguridad.
Los carceleros no hablan
nuestro idioma. La comida
es excelente. Caviar, faisán,
queso ahumado.
NO SÉ, PIÉNSALO.

 

TÚ Y YO
presos políticos. Por la
ventanilla vemos el patio
donde están construyendo
un jardín con un laberinto
en el centro. La nieve cae sin
cesar sobre el lomo desnudo
de los trabajadores.
NO SÉ, PIÉNSALO.

 

TÚ Y YO
ocupamos nuestro tiempo
imaginando portentosos
monumentos que serán
instalados en las plazas
del Futuro. También nos
hemos enganchado a una
telenovela del país. No
entendemos nada pero los
gestos son tan exagerados
que se puede seguir la trama
sin dificultad.
NO SÉ, PIÉNSALO.

 

TÚ Y YO
cada vez más gordos de
tanto comer manjares.
Viendo la tele todo el día,
vamos olvidando poco
a poco el significado del
Futuro. Dentro de nuestros
cuerpos se empieza a
fraguar una Revolución.
NO SÉ, PIÉNSALO.

**********

LA PIEL CURTIDA DEL VERANO (Hexágono editoras, 2021) de Julia Leggiero.

(NL)

El primer poemario de Julia Leggiero me hizo pensar en un par de cosas: primero, que las marcas que deja el paso de una persona, y el posterior análisis de eso –o su rectificación– es la primera noción de una forma que suele adquirirse; como si la voz de la poeta, las cosas que pudo haber leído, las cadencias que inconscientemente acumuló pueden ser “la cristalización de un instante”, el instante en el que alguien deja un hueco, obligando al cuerpo a ser el instrumento de esa resonancia y la escritura a su posterior organización. Segundo, que las novelas, en este caso La uruguaya de Pedro Mairal, siguen dándole a la experiencia un modelo de referencia para organizar las historias. La protagonista es argentina y lee ese libro en Uruguay… Una tercera cosa, podría ser el siguiente pensamiento: cuando se nota al leer el poema que fue compuesto más para la ejecución que para la página, que desde la página, el texto lleva, hace presentes esos rasgos de la voz. Me parece una cuestión técnica a considerar en poemas que vienen desde la performática: cómo lograr, en ciertos casos, que el texto escrito se adecúe a lo que es una instancia distinta: construir una imagen mental, un instante de tiempo dinámico en la mente del lector. Lo que suele pasar es, me parece, que nos vemos constantemente devueltos a la presencia de la persona, a quien podemos compadecer más o menos, pero cuyos poemas van a agotarse en la instancia en la que ya sepamos qué fue, con mayor o menor detalle, lo que le pasó; esto me parece el riesgo en el que nos pone ese cruce: que la forma solo provenga de la impronta de una experiencia, que la experiencia solo se narre con los recursos de una novela. Por suerte Leegiero abre un camino en el poema que, en lo personal, me resultó más estimulante del libro, acá se deja ver una salida de la encrucijada al tiempo que se presiente el rumor de una promesa:

 

SEXO CON UN CIEGO

Que le toque el ojo nulo, la retina desnuda
limpia de memoria, sienta
mi materia gris debajo de yemas secas
curtidas de tanto tantear
cerámicas viejas del baño
paredes rocosas del jardín
superficies que nunca tocamos.

Que le palpe la piel y sepa
sus pelos erizados, pasto fresco se achicarra
con el sol de la mañana,
sol que soy yo
cuando respiro en su espalda.

Escalofríos cuando su mano
serpentea y une
los lunares en mi cintura
uno por uno
como si los viera.

Que él piense mi cuerpo, lo sienta
con su brazo, su pierna, un intento
de mirar con las manos.

Tan fuertes los ruidos de la calle,
su respiración tibia en mi oído
suene a playa lejana, a una voz
debajo del agua.

Nuestro roce de lenguas sea
un cerrar los ojos,
perciba el calor que un cuerpo
emana con la cercanía,
el ruido de una sábana cayendo de la cama.

Que sienta mi miedo en cada movimiento
al tratar de ser silencio.

Que lleve su mano a mis botones
fríos por el aire de invierno,
la piel seca que me viste.

Que tantee mis costillas
para afirmar cada hueso
es distinto
en cada hombre, cada mujer.

*********

PAISAJES CON AGUA EN MOVIMIENTO (La carretilla roja, 2020) de Melisa Papillo.

(EGC)

“Como no puedo viajar / miro documentales. Deseo / ver con mis ojos y lo hago”, dicen los versos que abren este libro, cifra de un primer movimiento que nos invita a viajar de Norte a Sur, del poema que vive en el cuerpo de las páginas al poema en nota al pie. Se trata de un desplazamiento, un gesto de lo sucedáneo, y así como la voz poética va del documental al mundo, quienes leemos vamos del poema a su satélite.

Pero este es solo el primero de los movimientos. Mientras pasamos las hojas, la trayectoria se modifica. Hay viajes al pasado y al futuro. Ya no vamos hacia afuera, al mundo, seguimos el exilio del puerperio, de lo que debe darse al mundo y de lo que puede preservarse en esa entrega, en un movimiento que va replegándose del exterior al interior. Aquí, son otros los versos que se instalan y se repiten: “no se nada sobre mí”. La ciencia, de los documentales y la experiencia, vienen a dar posibles respuestas: una planta en fotosíntesis, un escarabajo diseccionado a la orilla del mar.

 

*

Como se lanzan una a una las piedras
al borde de un lago, recorro
el mapa de la vida.
No es una tarea difícil, sino meticulosa
desarmar y armar recorridos solo
para entender los pasos dados.

De niña diseccioné
un escarabajo vivo en la playa.
Con una piedra bisturí saqué sus alitas,
las patas, por último sus cuernos. Apoyé sus partes
sobre una roca plana, un plato servido a la mirada
perpleja de quien quiere, necesita
entender a costa de la oscuridad.

Hace poco colgué un mapamundi
en el cuarto de mi hijo, le dije bajito
importa saber dónde están los lugares, qué hay
atrás del océano. Las aguas bailan enmarañadas y seducen.
Quedate un rato observando, pedí y atravesalas
con la fuerza que se pueda.

Aquella tarde, después de terminar mi disección
escuché por un largo rato con los ojos cerrados
ese ruido rastrillero que hacen las piedras y caracoles
cuando la ola se aleja.

*********

 

LA LENGUA DE LA LLANURA (Caleta Olivia, 2021) de Carlos Battilana.

Carlos Battilana nació en Corrientes en 1964. Ha publicado más de diez libros de poesía, entre ellos El fin del verano y Un western del frío.

Compartimos tres poemas:

 

LA LLUVIA

Ramas que la lluvia arrojó
al borde del río. Alguien,
sin que lo vean, toma un palito
y traza sobre la arena
un signo frágil
que es –sin embargo– fuerza
imborrable
por el que se fue
por el que
sin decir adiós
ni anunciar su partida
disolvió su nombre
–hace instantes–
entre las hojas y los árboles.

 

LA LENTITUD DE LA TIERRA

Las piedras envejecidas
son esto: una larga
acumulación,
una ruinosa acumulación
que se separa de la vida.

El aire, los finísimos hilos que sostienen el aire,
pertenecen al amor
a la siembre tardía
de aquello
que no
se junta
ni se acumula.

 

GRILLOS

Los grillos son lo más bueno de la noche.
Parece que la fuerza pertenece a otros.
Sin embargo, suave sosiego es olvidar lo malo,
lo que vendrá.
Aprovecho el silencio ahora: el grillo dejó
por un instante
de cantar.

Regresa otra vez
el sonido
y con eso
vuelve un poco de dicha al mundo.
Nunca molesta
ni se apresura
un sonido tan precioso.
Si vuelve a vibrar el grillo
se expande la alegría
no sólo al corazón.

**********

CUANDO EL MUNDO TODAVÍA ESTABA CRUDO (Ediciones en Danza, 2021) de María Mercedes Aquilanti.

Se trata del primer libro de María Mercedes Aquilanti. Dice el epígrafe del libro, tomado de las Crónicas marcianas de Bradbury: “Solo rompió el silencio, poco antes del amanecer, un sereno que caminaba por una calle distante, solitaria y oscura, entonando una canción muy extraña”.

Compartimos un poema:

 

ORACIÓN

brótame
desfíjate
harta de tu tasca en mi costado
destráncate
germíname en la pleura
prosódiate
en los costillares pronúnciate
destrágate
embrión de la que vine a ser
urge
surge
y en la hora de mi muerte llámame
para que aunque sea
zorzal
sobre mis huesos cantes

 

**********

AL GRAVE APARECER DE LO QUE SER AHÍ (Barnacle, 2021) de Ignacio Uranga.

Leemos en la contratapa, sin firma: “…En «al grave aparecer de lo que ser ahí», Ignacio Uranga logra, mediante pequeñas operaciones de distancia, asociaciones, con asombro y acritud, definir una pauta lírica: que las palabras imiten los actos de los hombres y las cosas como una especie de sueño o pesadilla…”.

Compartimos un poema:

 

PLAZA DE SAN MARCOS: ALGUIEN FALTA: PARA SABER QUE

no hay incluso cosas menores que el silencio, pues:
no menores cosas que el silencio y alguien falta: hay
la falta entonces: acaso, sobre la plaza de San Marcos
como se da en cualquier lugar del mundo, la falta hay:
no está contento el niño adentro, naturalmente alguien
dejó atrás el niño, y no está contento el niño atrás dejado
ni está contento con lo afuera visto: tal como quien vive
en un terrazo y mira afuera, el terrazo habitado a mirar
naturalmente atrás dejado el niño: no está contento, pues
este niño con lo visto, no estás contento, niño, acaso con
lo afuera visto, tal cual quien ve desde un terrazo atrás dejado
naturalmente: no hay mayores cosas que el silencio, no menores
cosas que el silencio y alguien falta: hay la falta entonces: sobre
la plaza San Marcos o en cualquier lugar: no se está contento
el niño adentro, naturalmente alguien dejó atrás el niño, y
no está contento el atrás dejado niño ni está contento, no
con lo afuera visto: tal como quien vive en un terrazo y mira afuera
el terrazo habitado a mirar, naturalmente atrás dejado el niño: no está
contento, pues, este niño con lo visto, no está contento, niño
naturalmente con lo afuera, este grave aparecer de lo que ser ahí

 

**********

EN EL RÍO Y EN EL PUENTE (O DONDE ARRIBA ES ABAJO) (ediciones la yunta, 2021) de Gabriel Francini.

Gabriel Francini nació en 1982 en Buenos Aires. Es bibliotecario. Publicó, entre otros, El sueño de la nada (Huesos de Jibia, 2017), Ser con el fuego (Cave Librum, 2019), Entropìa (ediciones la yunta, 2019) y orbe/sima (Cave Librum, 2021).

Compartimos dos poemas:

 

1

Por una exhumación en los oídos del recuerdo,
desanclar mil sirenas.

Ya fueron los bordes de mi vida.
Ahora me uno a los pasos que vienen
e incógnita fuente
Y van a perderse con todos los ocasos.

Es el letargo de sentir luces en mi cuerpo
como una red de lámparas.
Ya sólo el comer liquen, el aullar viento.

Una vez raspé la punta del horizonte
con la mente encarnada en un ala.
El presente se abrió como una puerta desconocida.
Salieron rutas de una hebra solar,
mis manos creyeron haber rozado la felicidad.

Tengo en la cabeza un estómago enturbiado,
formas de estar en el gran apagamiento.
Y un eco alrededor me pesca
en el océano de un mundo flotante.

Ahora la noche me lleva. Confundo
la incerteza con mi destino de ausencia.

La noche es un agujero que se hunde
en todas partes, me transporta
A donde van esas plumas que no caen.

 

48

Hay luz a lo lejos y te reconozco.
Eras el sueño anterior al sol
y un latir de cosas tan pequeñas
como inmensas sus sombras.

Te veo si me llaman las señales
de un mundo hundido en sí mismo
o un ser que se respira en cada percepción.

Eras el lugar donde se interceptaban
los rayos entre las manos,
espejos que se iban
deseando el humo cálido
de no ser sino reflejo.

Aún la luz es un abrazo ciego
y te espero como a un origen,
como a un irse
de todos los destinos.

**********

UNA CASA EN LA NOCHE (Barnacle, 2021) de Paula Cantarero.

Dice Elisa Molina en el prólogo: “Los poemas de este libro son producto del asombro, de la sensación común y persistente de incertidumbre frente a la parálisis del mundo, que paradójicamente revela su locura de trabajo enajenado, de máquina equivocada; y a la vez hacen un poco de magia, recrean el asombro, despejan el campo para que obre valor un aspecto significativo de la realidad, logran la ilusión de generar el silencio necesario para que se escuchen “la rueca, el martillo, la fragua, / los cuchillos, las tintas, / esta pluma que muevo, / el burro en su portal, / la semilla en su saco, / la levadura de la fe”.

Compartimos tres poemas:

 


PIEDRAS

Cuando el agua se aquieta
pueden verse las piedras.
La afilada piedra que te lastimó
y la que tiraste contra el corazón de alguien.
Las piedras que guardaste en el bolsillo
para acunar su peso en sufrimiento.
Como heridas entre el pelo de un bretón
atacado de súbito por una jauría.
Viste las piedras y viste la jauría,
viste la oscura elipsis en el cielo,
viste los dientes en el cuello
y el cuerpo de tu perro en un enjambre
de momentos de odio.
Viste el aire en el perro y su dolor
como una invasión de vida salvaje
irradiando inmunidad en los límites
de la zona infectada.
Supiste que las piedras están para mirarlas
en silencio.

 

ORA ET LABORA

Certidumbres del tiempo:
lo que madura y el cansancio
de los esclavos. Los que al caer,
exhaustos, dan vuelta el reloj
y el nuevo día puede nombrarse.

Cada cosa en el ritmo del trabajo:
la rueca, el martillo, la fragua,
los cuchillos, las tintas,
esta pluma que muevo,
el burro en su portal,
la semilla en su saco,
levadura de la fe.

Sólo mis gatos descansan
como modales palaciegos
bajo el sol.

 

HAMARTIA

Cuando te conocí
no advertí la barrera baja
como no se adivina la bala
en su viaje de ida.
Pisé descalza el erizo.
Di un paso en el vacío.
Salté del banquito.
Apoyé la cabeza.
Apuré la copa
de cicuta.

Y todo lo hice porque sí.
Como un guerrero.
Sin ojos.

Las cosas se dieron así.
Como una flecha que se pierde
lejos del blanco.

***********

LA LUNA TIEMBLA EN MI CUERPO DE AGUA (Barnacle, 2021) de Fabián Herrero.

La Luna tiembla en mi cuerpo de agua es el último libro de poemas de Fabián Herrero, que ya tiene diez libros publicados. Íntimamente relacionado con su ciudad natal, las estaciones, el clima y el paisaje, está dividido en 4 partes que reúnen 4 series de poemas brevísimos, todos numerados y sin título, como haikus. De fácil y rápida lectura, es un libro de poesía directa y concisa.

“Hay quienes nunca se van, aunque se marchen –dice la contratapa de Roberto Malatesta–, Saer nunca se fue de su ciudad, Santa Fe. Fabián Herrero aún camina por sus calles, visita sitios de agua, casas y pasto en el corazón de la felicidad, el humo de la sopa es una isla y, aún a orillas del mar, poéticamente parte desde este mundo donde se transita con los pies en el agua”.

Compartimos algunos poemas:

 

1

Mis ojos se llenan de colores,
pero no logran convertirse 
en otros ojos de árboles o flores.

 

2

Apoyo mi cabeza 
en la almohada del futuro 
sin sonido.

 

3

Instante en que la vida 
es música. En el fondo de mis ojos 
late otro corazón.

 

4

Inunda el agua 
de la nostalgia. Escapo, penetró en los ojos 
del viento de otoño.

 

5

Es difícil ver 
el fulgor de esta naranja 
en el cielo.

 

6

Mojándose en la orilla 
del Paraná, ramas de un árbol que salen 
de un sueño.

**********

EL VALOR DE LAS MONEDAS (Socios fundadores, 2021) de Luisiana Gentile.

“Este libro está escrito en prosa, en verso y también en el idioma secreto de los mapas. Líneas de puntos, códigos para viajeros, perfectas simetrías, colores que dividen unas ciudades de las otras. En los textos hay una mujer joven que se desplaza y en ese movimiento –‘raramente lineal’, ‘nunca nunca acumulativo’– nos lleva con ella. Nueva York, Canadá, Berlín, Buenos Aires, Venecia y un pueblo natal que no es nombrado y que como todo lo verdaderamente importante, funciona por omisión. ‘Tu pueblo sostiene anónimamente el mundo’ escribe, un verso certero como una flecha, entre los muchos versos lúcidos y transparentes que integran este libro”, dice Mercedes Halfon en la contratapa de este, el primer libro de Luisiana Gentile.

Aquí compartimos uno de los poemas:

*

Las ciudades
son ante todo una idea
un invento de los pobres
para otros pobres.
Los ricos no notan la diferencia
entre un lugar y otro, todo es
extensión de su cuerpo.
Un tipo de cambio favorable
arruina tu imaginación.
Así que conformate
con imaginar el mundo desde tu pueblo
que es lo único que se parece a sí mismo.
Tomate de un tiro toda tu suerte,
quedate pobre, abrí esa botella.

 

*********

POETAS QUE REGRESAN A LA PATRIA DE LA INFANCIA (Barnacle, 2021) de Diego Colomba.

Poetas que regresan a la patria de la infancia reúne 48 poemas en prosa que, en cierta forma, rememoran al poeta de la niñez Jorge Teillier, aunque en este caso la búsqueda es mucho más narrativa. El poemario comienza con una indagación de la infancia y termina con una pregunta por la vocación, como un eco.

“Si en poemarios precedentes –dice la contratapa, sin firma– la crítica especializada señaló que Diego Colomba postula «un universo lingüístico que define la mirada poética y el mundo que invoca» en Poetas que regresan a la patria de la infancia, se amplifica y complejiza tal recorrido por la pequeña mitología familiar, en poemas qué tejen su periplo y su desventura al ocurrir por segunda vez, al ser puestos sobre el papel, bajo el tamiz de la indagación y de la memoria”.

Compartimos dos fragmentos:

 

UN SUEÑO EXISTENCIAL

¿Qué cantan las gallinas parturientas? ¿Y esos pájaros prehistóricos? Es de noche, casi. La tierra hace su música. De pánico. Y yo, apenas, soy un cuerpo sin sustancia. ¡El muerto vivo!

 

HOGAR

Se nos confunden los fantasmas. Somos los apáticos. Los efímeros ciudadanos de la felicidad y el olvido.

 

**********

AGUJEROS EN LA SUPERFICIE (Kintsugi editora, 2021) de Valeria Cervero.

“¿Qué comparten los poemas que Valeria Cervero reúne en este nuevo libro? Una respuesta posible la ofrece la poeta peruana Blanca Varela, quien con atenta precisión explica, en su texto “Del orden de las cosas”, que el ejercicio de la poesía requiere de tres cuestiones: desesperación, asunción del fracaso y fe. Estos elementos asumen una particular intensidad en esta obra que tiene cinco partes: “El cuerpo hecho palabra”, “El corazón de lo que suena”, “Última claridad del mundo”, “El día que no es” y “Agujeros en la superficie”, que también da título al libro. Cada una de ellas, desde su nombre, anuncia una zona de imágenes y temas que se ramifican a partir de la poderosa y oscura raíz de las interpelaciones que hacen funcionar la máquina textual”, observa Luciana Mellado en el prólogo de este, el noveno libro de Valeria Cervero.

Aquí compartimos el primero de los poemas:

 

*

Creés en ese trato menos frío,
algo del cuerpo de los otros hecho palabras,
una especie de abrazo que filtre
las aristas de los días sobre tu ser,
un hueco cálido que ampare
lo que sobra de vos en este mundo,
cuando la tarde arrastra
las horas hacia el sueño
y sólo quedan hojas que confirman
que toda experiencia es irreal1
en el costado que decimos vida.

  1. Teresa Arijón, “Toda experiencia es irreal”; OS, 2008.

 


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