por Lucas Soares[1]
El poeta como una placa sensible a los detalles significativos. El poema como una foto del momento decisivo. En un punto, no hay nada más próximo que la poesía y la fotografía. Para Robert Doisneau, “la elección de palabras, el ramillete de palabras sin construcción lógica, son lo mismo que lo que hay dentro de una foto. ¡Uno toca la cosa exacta, el lado inconsciente de esa cosa! Es tomar dentro del lenguaje las expresiones usadas y gastadas, colocándolas en una especie de anillo, para que brillen”.
+++
Para Henri Cartier-Bresson, la fotografía persigue “el pequeño incidente y la pequeña verdad particular que puede llegar a tener una gran repercusión”. Fotográficamente hablando, la poesía procura alcanzar, mediante el encuadre de lo singular, una repercusión universal. Como una foto, un poema es la mostración de un pequeño segundo de universalidad.
+++
La conciencia que asalta al fotógrafo al decirse a sí mismo “aquí hay una foto” es, en ciertos aspectos, similar a la del poeta al decirse “aquí hay un poema”.
+++
En el asombro provocado por una foto late algo del asombro provocado por un poema. Quizá ello se deba a que en ambos tipos de asombro se interrumpe felizmente todo saber. Dice Janny Boully: “Creo que ahora entiendo lo que intentabas enseñarme: la poesía es un instante, un instante que consigue trascender, donde se produce un milagro y todo el conocimiento, las experiencias, los recuerdos, se anulan en el asombro”.
+++
Así como la poesía no existe solo en las palabras, la fotografía no existe solo en las imágenes. Más allá de sus respectivos lenguajes y márgenes de indefinición, las fotos y los poemas nos vienen a dar lo que no tienen. Su corazón no late en sus palabras ni en sus imágenes sino en lo inefable que ellas liberan.
[1] La presente entrada esta armada con fragmentos del artículo que se publicó en las páginas 23 a 36 del numero impreso Hablar de Poesía #41 (Agosto 2020).
Lucas Soares es doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET. Sus últimos libros de poesía publicados son El sueño de ellas (Bajo la luna, 2014), La sorda y el pudor (Mansalva, 2016), Un drama eléctrico (Caleta Olivia, 2016) y La médium (Mansalva, 2019).
