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Algunos libros recientes (mayo 2019)

Algunos libros recientes (mayo 2019)

RAMITAS –POEMAS REUNIDOS (Caleta Olivia, 2018) de Carlos Battilana.

Nacido en Corrientes en 1964, Carlos Battilana ha construido a lo largo de ocho libros desde la aparición de Unos días en 1992 una obra delicada y sencilla que lo sitúa entre las voces más destacadas de la poesía argentina actual. Este libro, que reúne su poesía escrita hasta la fecha, es una gran oportunidad para conocerlo o para releerlo desde una impresión de conjunto.

“Seco pero tierno –dice Diana Bellessi–, Carlos Battilana va como un monje  cuya  diosa es la melancolía. Desde su primer libro, veinticino años atrás, hasta los más recientes, estas ramitas se secan y hacen una hoguera llena de luz y de vacío donde algo tiembla, algo señorea el sentido tímido y altanero a la vez. Altanero no de un yo que se exalta y ufana, sino que desaparece detrás de «ese, mínimo indicio / de los objetos, de las formas, / de esa materia / que se resiste» No me gusta interpretar el sentido de un poema, porque es una llama que se apaga ante el exceso de racionalización. Pero con Battilana se me hace difícil interpretar algo, entonces la magia vive porque su poema rechaza toda interpretación, y así se vuelve inquietante y atractivo, aún cuando no esté en sus planes. «Dios procede del verbo», dice en «Letras», «y también lo más real de mí». «Por mí», agrega, y así termina el poema.”

Compartimos dos poemas:

HAY UN BOSQUE HELADO…

Hay un bosque helado
dentro de mi pecho:
se trata
de una tierra
en círculo
que contiene
pequeños abrojos
algas
alguna cosa que parece
tremenda

Hay un bosque helado
dentro de mi pecho,
y nada
resulta
más torpe
que ocultar
sus tejidos
sus hojas amarillas
su agua

 

EL VIENTO

Toco con mano indeleble
lo escaso de la materia.

En mi habitación
retiro a mis hijos, los abrazo,
les recuerdo
con palabras pequeñas
que el viento
es indestructible.

Brilloso como un témpano
el día
persiste
aquí, allí. Sin cansancio
recibo el deterioro
como una forma de avance. 

 

**********

 

EL RÍO Y OTROS POEMAS (Barnacle, 2019) de Jorge Aulicino.

Un nuevo libro de Jorge Aulicino (n. 1949, Buenos Aires), Premio Nacional de Poesía, traductor y crítico. El libro tiene dos secciones, en la primera, bajo el título de “El río” hay 28 poemas numerados consecutivamente. La segunda, “Añadidura”, está compuesta por 21 poemas, que suelen tener una referencia literaria o cultural, trabajada muy libremente.

Compartimos tres poemas, dos de la primera sección, y uno de la segunda:

 

7

Nadie mejor que el fresno imita al fresno. Repite
los dibujos su corteza. Un programa binario
los maneja. Este fresno no es idéntico al otro,
pero seguramente iguales variaciones del
dibujo podrían ser encontradas en distintos
fresnos. No pensamos en eso al mirar los fresnos.
Una hoja nada más caída al barro es un mundo
indescriptible, sobre todo en el instante en que
diversas tormentas moleculares comienzan
en la superficie al entrar en contacto con el
barro. Nadie cree que todo lo que sucede
en ese único segundo puede ser narrado.
Nada de un mísero instante puede ser narrado.
Nada, pintado. Sombras doradas las palabras
se tienden sobre el río y le dibujan cortezas
de aquel fresno, que no le rozan la superficie.
Colecciones de poemas entran y salen por
sus bocas, y por las bocas de sus poros y de
sus células. El río da que hablar, pero en la
realidad profunda donde hubo una explosión gris
que le dio nacimiento nadie entra, el río sólo
permite que hagamos las sinuosas realidades,
poemas que no nacen de él y que nos llevan a
remar en cierto cielo de pintura oriental,
como entre camalotes no sostenidos por el
agua sino por la tela blanda de la página,
con microscópicas briznas de corteza que la
amarronan en conjunto, pero son de cerca
puntos oscuros, canoas entre poros, breves
embudos del agua blanca, neutra, resultado
del litigio que hace años mantenemos con el
río pacífico pero inabordable, como
si de materia no fuera.

 

24

Como un amor que se estrangula a sí mismo, así es el río.
El amor no se tolera a sí mismo y sólo lo tolera
el que pesca con tanza, el de pocas luces.
Es mejor, decía, pescar en la oscuridad.
evitar la pasión, que termina en oscuridad.
Y no con absurda caña, sino con tanza, cordel
que tiembla sobre el costado del dedo,
que presiente la gravitación del pez.
El río no se tolera a sí mismo, por eso
se abre, se aparta de todo, lleva
lo que encuentra, que no es mucho, pero
no desespera, se abre más, porque esa es la ley
de la llanura, sobrevolada por loros.
Todo canta a su alrededor. El río lo consigue
pero no escucha cantos: los envuelve, los diluye, los lleva.
Liberado de pasión, no de amor, el río no es él mismo.
Una gota de vino cuelga a veces del labio
del pescador, se embriaga apenas, a veces.
Pero no pregunta lo que no comprende.
Apagó todas sus luces, como el río,
al que iluminan apenas el farol de una canoa, los astros.

 

MÍMESIS

Y descendimos a la siguiente combinación
del subterráneo y le dije: «Maestro, ¿qué
parodia es esta? ¿Qué Dardanelos defendimos,
Leonidas? No éramos trescientos, ni cien
éramos, y terminamos en el fango entre las
orugas de las cavadoras, allí terminó
nuestra soberbia. Rodeados ahora de una mersa
ni siquiera iletrada que va al infierno
en zapatillas, tampoco nos arrepentimos
de la violencia. Vociferamos como Capaneo
antes Tebas en un desierto de molinetes
y meadas. ¿Cuánto más descenderemos?
Como flor azul en el desierto
la esperanza –quede esto entre nosotros–
continuamos viendo. Bajo lluvia eléctrica,
con el golpeteo de los molinetes que raja
los tímpanos, rotos una y otra vez los puentes,
podremos al menos comparecer diciendo,
teologales: la flor azul vemos aún en el desierto.
Tú callas, Lamborghini, nosotros nos callamos,
ellos callan, el silencio no fue una virtud nuestra
y callarnos es ahora el contrapaso.
Entre nosotros tiembla una flor, de redención quemada.»

 

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SANGRE DEL DÍA (añosluz, 2018) de Laura García Castaño.

“A bordo de un equilibrio precioso, sin desbordes ni grandilocuencias, con un lenguaje que abarca modos coloquiales, jerga de las redes sociales, modos casi campestres, etc., es decir una artillería de recursos lingüísticos en que se tensa el decir, Laura García Castaño construye un libro que gotea una sangre invisible y densa, que nos sofoca, y a la que paladeamos”. Estas son las palabras con las que Jotaele Andrade presenta Sangre del día, el noveno libro de poesía de Laura García del Castaño (Córdoba 1979).

Compartimos un poema:

EL TIEMPO DE LA SUPERSTICIÓN

Cuando atas un pelo a un anillo
hechas a correr el tiempo de la superstición
Cuando arrojas un vestido al fuego no te casas
clavar alfileres te alejas de las pesadillas
nombrar a tu enemigo bajo el agua lo anula
Cuando se acalambra el pie derecho
ha entrado un ángel a la casa
Cuando muerdes tu lengua te perdonan
Si te bañas vestida
encuentras arañas detrás de las puertas
Si rompes una taza no cumples tu promesa
Coser tela clara con hilo oscuro disipa las dudas
Las moscas sobre lo dulce anuncian juegos
Las hormigas sobre la mesa atraen extraños
Los cajones vacíos te hacen presa de los sueños
Los cuadros chinos impiden los viajes
La ceniza altera a los muertos
Cuando se apesta una planta
alguien te traiciona
Cuando sangras frente a un espejo
te reconcilias con la sangre
si sangras sobre un poema
vuelves a sangrar
al cabo de un tiempo olvidas
arrojas una vida al fuego
andas con ceniza en los ojos
el enemigo asiste, el ángel devora
sea cual sea el encantamiento
toda superstición al fin se desmorona.

 

 

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CANTO DE MÍ MISMO (Losada, 2018) de Walt Whitman. Edición bilingüe (traducción de Pablo Ingberg).

Se edita ahora por separado la célebre sección de las monumentales Hojas de Hierba, ya traducidas por Ingberg y publicadas por Losada hace algunos años. Es una excelente excusa para volver a leer al maestro. Compartimos la parte 17:  

17

Éstos son en verdad los pensamientos de todos los hombres de todas las edades y tierras, no son originales de mí,
Si no son tuyos tanto como míos, no son nada, o casi nada,
Si no son el acertijo y la resolución del acertijo no son nada,
Si no son exactamente tan cercanos como son de distantes no son nada.       

Ésta es la hierba que crece dondequiera que haya tierra y agua,
Éste es el aire común que baña el globo.

 

17

These are really the thoughts of all men in all ages and lands, they are not original with me,
If they are not yours as much as mine they are nothing, or next to nothing,
If they are not the riddle and the untying of the riddle they are nothing,
If they are not just as close as they are distant they are nothing.
This is the grass that grows wherever the land is and the water is,
This the common air that bathes the globe. 

 

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LA FALLA EN EL FUEGO (añosluz, 2018) de Florencia Defelippe.

“La falla en el fuego –dice Claudia Masin para comenzar el prólogo–, ¿será aquello que no permite que las brasas enciendan del todo, lo que no le permite crecer y quemar? ¿O será más bien aquello –que desde el núcleo mismo de lo que arde y se infla– comienza a ceder, a apagarse, el preludio de la inevitable mengua, el momento en el que le fuego comienza a despedirse? Probablemente las dos cosas…”  

Compartimos un poema:

LA VIDA TRANQUILA

Poco llega de las fotos o su brillo real
sobre la mesa desprolijas parecen
parte de otro mundo otra familia desprevenida
arrugando las caras por el sol.
Completamos de memoria algunos hechos
sin saber si fueron ciertos o nos inventamos esos años
cuando corríamos al mar, los padres en la orilla
gritando que no: la familia atada al cuello
como un tirón de cuerda ante el impulso de un cachorro
la voz, un látigo, un vuelo de pájaro
que pierde fuerza poco antes de llegar.
Corremos con los pies hundidos, dejamos huellas del tamaño
de una cucharada en la arena, respondemos
al efecto de la tracción mientras manos dóciles
nos alimentan, nos abrigan, desenredan
las hebras gruesas de pelo mojado con silencio y paciencia
entre toallas secas. Pienso en cómo haré
para regresar a la calma
propia del nido, cómo haré con esa furia
que viene desde el mar:
sería igual a separar a dos amantes
que eligieron mal el tiempo de su amor.
Mientras tanto los padres están ahí
en la parte tibia de la foto
se resguardan en la casa, los hijos, la vida tranquila
dejan al curso de las cosas hacer
lo que tiene que hacer
sin preguntarse quiénes eran ellos antes
de conformar esta unidad
antes de ser los padres, quiénes eran
a qué otra cosa quisieron con el fervor
de lo que no se puede abandonar.

 

**********

 

LA GRAN MESETA (Caleta Olivia, 2018) de Martín Armada.

La gran meseta avanza –dice Eloisa Oliva en la contratapa– desde un presente detenido hacia un futuro incierto, que llegará, así como el fin del mundo en Los hombres huecos (T.S. Eliot), sin ruido; abriéndose paso como una bestia sigilosa, de la que difícilmente podremos escapar.” La gran meseta es el cuarto libro de poemas de Martín Armada (n. 1979 en Buenos Aires). Compartimos tres poemas breves:

PASILLOS ENTRE LAS casas y una plaza
donde pica una pelota,
ruidos de mayor a menor,
en este barrio nadie duda que este mundo
no es el mundo final, no el brillo sereno
que a veces se ve en los recuerdos
y en la cima de las olas,

 

*

 

AHORA QUE LA lluvia vino en serio
sentate a escuchar cómo el agua
lava lo que destruye.

La ropa en la terraza
es un ahogado en tu conciencia,
truena sobre las cosas
que van a medir tu paso por este mundo.

Está bien, qué esperabas.

 

*

 

YA PUEDEN VERSE los surcos
que deja el día detrás del edificio.

Igual que en un campo prendido fuego
las luces son hermosas,
como una puerta que no se abre
que no oculta nada.

 

 

*********

 

EL PODER DE NOS LÍMITES (Barnacle, 2019) de Alicia Silva Rey

Sexto libro de Alicia Silva Rey, nacida en 1950 en Quilmes. Compartimos el poema que cierra el libro, un arte poética:

UNA POESÍA QUE SEA UN SANTUARIO EN RUINAS

Una poesía que sea un santuario en ruinas
a punto de renacer.
Seca, ardua, indigerible y mala, muy mala,
como el veneno. Un canto. Que desgarre
la superficie de lo neutro. El ruido de una roca
partiéndose a causa del agua congelada
que estalla en el vidrio de tu alucinación.

La rotura de mi clavícula en aquel accidente
automovilístico: el instante en el que se comienza
a rebotar sin control dentro de la cabina del auto
antes de perder la conciencia y el miedo.

 

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LOS DEMÁS (Liberoamérica, 2019) de Vanesa Almada Noguerón.

Vanesa Almada Noguerón (Buenos Aires, 1980) tiene estudios en Letras y en Gestión Cultural. Es autora de Entre los ruidos (Baldíos en la lengua, 2015) u Quemar el fuego (Autogestivo, 2017). Dice Lucía Bima en la contratapa: “Vanesa Almada Noguerón, en Los demás, nos presta sus ojos para mirar el mundo. Con un lenguaje conciso y directo, se separa del círculo autorreflexivo del poeta y nos introduce, poco a poco, en las esquinas de una ciudad de objetos, que parecen tomar vida a partir de la mirada. Es desde la contemplación del otro que se refleja y se entiende el yo… El libro está dividido en dos partes, más precisamente en dos lados, como un disco. Los poemas representan la música que sale de él, pero también el silencio.”

Compartimos un poema:

UNTITLED

otra de las cosas
que puede aspirar a hacer el ratón
en la trampa
es perpetuarse en su tejido imberbe de recuerdos
aferrarse a la evocación forzosa de un momento por defecto
demasiado anterior a éste
y asirse así de fragmentos
de pretéritos inmóviles cuasi involuntarios
deliberadametne acomodados en fila
como a la espera de la medalla o de la condena

soy hija de esa parte de la historia
soy hija de una madre privativa de la inexistencia
soy hija de un padre espectador y de un sillón vacío de dos cuerpos

me tomo el tiempo para dividir mentalmente en cuadrados
perfectos
todos los muebles de la casa
me tomo el tiempo para descubrir la idiosincrasia fáctica
/de los estantes más altos
compruebo la complejidad irracional del proceso y enuncio

hablo en el lenguaje de las portadas de los libros
                                            /absurdamente perturbadoras
hablo en el lenguaje arriesgado del hipocampo de acrílico
con vocación de meteoróloga

no encuentro un solo indicio
del big brother que vigila
la pajarera del hámster
soy hija de una bandera harapienta hecha con huesos
                                /y corazones de criaturas

imaginarias
soy hija de otro sueño que quedó afuera del inventario
soy hija de la mujer que me habita pero que busca
en la habitación más próxima
un gesto de niña

caminar todo el paseo sin pisar raya
perpetuarse en un recuerdo / (por defecto
demasiado anterior a éste)
asirse de fragmentos
acomodarse en la fila
esperar –con rigurosa y hasta ridícula impaciencia-
                                            /la medalla
o la condena

 

***********

 

POEMAS (Editorial Todos Leemos, 2018) de Ana Ajmátova –Fanzine – Antología monolingüe; traducción de Natalia Litvinova.

Una breve selección de poemas, que recupera como prólogo una nota escrita por Juan Forn, en donde cuenta la peculiar manera en que circuló la obra de la poeta (considerada unánimemente una de las voces fundamentales del siglo XX) para sortear la censura estalinista: admiradores, amigos, y amigas los memorizaban, y así, en las memorias de algunas personas, llegaron luego a Occidente y fueron publicados.

Compartimos un poema:

 

PENSÁBAMOS: SOMOS TAN POBRES…

Pensábamos: somos tan pobres, no tenemos nada,
pero al ir perdiendo una cosa tras otra,
de modo que cada día se transformaba
en el Día de los Difuntos,
empezamos a componer canciones
a la gran generosidad de Dios
y sobre nuestra antigua riqueza.

 

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PAÍS (Alción Editora, 2019) Leandro Calle.

Un nuevo libro de Leandro Calle (n. 1969), referente de la poesía cordobesa. Ha publicado, entre otros, entonces (Alción Editora 2010), blasfemo (Alción Editora 2013), animalia urbana (Dínamo poético, 2014) y elijo (Alción Editora, 2017).

Dice Claudia Masin en la contratapa: “Ética y estética, nos muestra este libro en cada uno de sus poemas, no pueden pensarse separadas. La poesía no existe al margen de la patria, del país en que hunde sus raíces, en que crece.”

Compartimos un poema:

1

El fuego crece cuando crece el fuego
y en el medio del fuego están los pájaros
que buscan escaparse del incendio
que revienta las copas del os árboles.
Con aliento de fragua y vertedero
de sombra. Enloqueció la luz. Arde,
arde la noche y con la noche el monte
es una pira de ansiedad y humo.
Por el humo las aves atraviesan
cierto dolor del aire que se acaba
y afónica la luz desmaya luces
y da coces de sol en el calor
ardiente.
Las aves en su vuelo van llorando
y el calor del incendio no se cansa
de secar cada lágrima vertida
y transformarla en sal, en sol, en muerte.
Molok abre sus fauces y su aliento
Es el rencor de dios en su saliva,
acido que lastima el corazón.
lengua del óxido que lame y lame
hasta que el hueso se corrompe y quiebra.
Y la memoria, que también es fuego,
quema pájaros tristes de la patria
y los convierte en peces luminosos
que van a desovar en el abismo
de los ojos de un niño que no canta.
Pero las aves siguen el camino
del humo y de la sal. Y en el camino
pierden su vestido de plumas. Saben
que su vuelo en la hoguera es hogar
de suicidas y algunas meretrices
lavarán en sus jugos la memoria
de este país que arde sin arder.
Fuego, fuego. El grito de los árboles
avanza, por el sendero del humo
en donde los pichones chamuscados
son muñecos de polvo y de ceniza.
Cuando arde la memoria, ¿qué se quema?
¿Un pedazo de luz, un sol muriendo?
¿Arde en dulzor como un orgasmo limpio?
¿Duele como el dolor de un pensamiento
que puja por salir y es abortado?
Cuando se quema un pájaro en el monte
hay un olor a olvido por la tarde.
Este país se quema. No sabemos
su ardor, ni el carbón de su nombre. Solos,
salimos con los pájaros y el humo,
atravesamos ciegos el incendio
hasta que baje un ángel y despliegue
el largo de sus alas sobre el fuego.

 

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YO ES OTROS – ANTOLOGÍA ESENCIAL (Eduvim, 2018) de Fernando Pessoa. Traducción, selección y prólogo de Rodolfo Alonso.

Un excelente libro para conocer o seguir conociendo ese inquietante universo que es Fernando Pessoa. Viene con una introducción general, los poemas más conocidos de sus famosos heterónimos, cartas y algunos textos en prosa. Compartimos un poema, firmado por Ricardo Reis:

PARA SER GRANDE, SÉ ENTERO: NADA
Para ser grande, sé entero: nada
         Tuyo excluye o exalta.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
         En lo poco que haces,
La luna toda así en cada lago
         Brilla, porque alta vive.

 

PARA SER GRANDE, SÊ INTEIRO: NADA

Para ser grande, sê inteiro: nada
         Teu exagera ou exclui.
Sê todo em cada coisa. Põe quanto és
         No mínimo que fazes.
Assim em cada lago a lua toda
         Brilha, porque alta vive.

 

 

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MIMÉTICA (Fadel&Fadel, Slimbook, 2019) de Tomás Fadel.

Un proyecto muy interesante para la difusión de poesía: el “libro” es sencillamente una cartulina con un código QR que remite a una dirección web donde está el texto: bit.ly/21Qr4.

Compartimos una parte del libro, que recupera la leyenda de Siddharta Gautama:

 

(…)

Empieza en el cielo.
En el cielo hay alguien
Que se ha ido perfeccionando
Por un número infinito de siglos.
Ese ser elige un lugar,
Un campo, un caldo, un vientre.
Curiosamente, ilusión.
Luego, la reina despierta.
El rey convoca a sus astrólogos.
Dará a luz a un hijo,
Que puede ser:
Un emperador del mundo
O que puede ser:
El despierto, el lúcido,
El salvador de todos los hombres.
El rey elige, lógico,
El primer destino.

¿Pero por qué un elefante de seis colmillos?

El mejor arquero,
El mejor jinete,
El mejor nadador:
Se casa.

La música ha parado
El agua se ha secado en las cisternas
Pero él alista sus ejércitos.
El príncipe está sentado bajo el árbol
Del conocimiento.
Sus huestes de guerreros monstruosos
Lo atacan
Las flechas que le lanzan
Son rosas
Las montañas de fuego
Forman un dosel en su cabeza.
Quizás no se da cuenta de que lo están atacando
Y antes de que el sol se ponga,
El demonio ha sido derrotado.
Y luego no pasa nada.
Y ahora él no es él,
Es el otro.
Y se levanta,
Y habla.

 


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