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Algunos libros recientes (abr. 2018)

Algunos libros recientes (abr. 2018)

POESÍA (el cuenco de plata, 2018) de James Joyce. Edición, prólogo, traducción y notas de Pablo Ingberg.

Una oportunidad extraordinaria para conocer la poesía de uno de los escritores más grandes de todos los tiempos Cuidadosamente anotado, prologado y traducido (el traductor decidió correr el riesgo de versionar con métrica y rima los poemas metrados y rimados de Joyce), el volumen incluye los dos libros “cerrados” de poesía de Joyce: Música de cámara y Pomas a un peñique, y una amplísima selección de su poesía dispersa.

 

Compartimos un poema de Música de cámara:

 

XX

En el pinar oscuro
         Junto a ti yacería
En la honda sombra fresca
         Al mediodía.

¡Qué dulce ahí yacer,
         Dulce besar,
Donde el gran pinar forma
         Pasillos al altar!

Tu beso al descender
         Más dulce fuera
Con un suave tumulto
         De tu cabellera.

Hacia el pinar
         Al mediodía
Ven ahora conmigo
         Oh dulce amada mía.

 

        XX

        In the dark pine-wood 
                 I would we lay, 
        In deep cool shadow 
                 At noon of day. 

        How sweet to lie there, 
                 Sweet to kiss, 
        Where the great pine-forest 
                 Enaisled is! 

        Thy kiss descending 
                 Sweeter were 
        With a soft tumult 
                 Of thy hair. 

        O unto the pine-wood 
                 At noon of day 
        Come with me now, 
                 Sweet love, away. 

 

 

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LAS CIUDADES DE AGUA (audisea, 2018) de Raúl Zurita.

 

El poemario consta de 12 apartados: Cielo abajo, Como una vergüenza, Siete sueños para Kurosawa, ¿Por qué te mueres?, Azul cobalto, Los boteros de la noche, Los ríos muertos, Flores, Otros sueños para Kurosawa, Las ciudades de agua, América y Cielo abajo. El título que da nombre al libro es también el nombre de uno de los apartados, en el que Zurita trata el siempre viejo y nuevo tema del amor, entretejiéndolo al paisaje chileno, omnipresente en toda su obra. Esta sección resignifica los poemas anteriores de Zurita que el libro incluye. Compartimos dos poemas:

 

CRISANTEMOS

Completamente cubierta de flores, la campiña se va
curvando suavemente y la infinidad de sus colores
estallan inundándolo todo. Es una esplendorosa
mañana. Lentamente la imagen empieza a acercarse
mostrando el frente radiante de los crisantemos y
luego la mancha blanca que se ha ido demarcando
entre ellos. Es la camisa de un hombre tendido que
duerme. Los tallos aplastados rodean su cuerpo
como si formaran una cuna. La imagen continúa
acercándose agrandando los contornos de las flores
entre los que se empieza a distinguir el trozo de
una cara y a unos centímetros una fila de insectos
hurgando en la comisura de sus labios. Se advierte
entonces que, a excepción de los insectos, todo en
él permanece profundamente inmóvil, detenido. El
gigantesco borde de la flor se revienta haciéndose
uno con el tajo nacarado que cruza su cuello y en la
mitad inferior del cuadro se empiezan a distinguir
las púas del alambre que amarra por la espalda sus
muñecas y tobillos. El cuadro sigue aproximándose
mostrando la extrañísima posición de sus pies en
relación a sus piernas, como si se las hubiesen
retorcido quebrándoselas hasta lo inverosímil, y
luego los amoratados dedos que se hunden en el
barro de la campiña ya casi invisible bajo la lluvia
torrencial. Es noche cerrada y el amanecer no llega.

 

A PW

Un hombre que agoniza te ha soñado, un hombre
que agoniza te ha seguido. Uno que quiso morir
contigo cuando tú quisiste morir.
Allí está mi cuerpo estrellado contra los arrecifes
cuando ahogándome te vi emerger y eternamente
cerca y eternamente lejos eras tú la inalcanzable
playa.
Todo en ti es doloroso.
Te saludo entonces y saludo a lo eterno que vive
en la derrota, a lo irremediablemente destruido,
al infinito que se levanta desde los naufragios,
porque si agua fueron nuestras vidas, piedras
fueron las desgracias.
No soy yo, son mis patrias las que te hablan: el
sonido de océano que describo, las estrellas de
la recortada noche.
Iluminada de la noche tu cara sube cubriendo
el amanecer. Abres los párpados, entre ellos
millones de hombres dejan el sueño, toman sus
autobuses, salen,                              

                               las ciudades de agua en tus ojos

 

 

 

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VISITA DEL FANTASMA (Buena Vista Editores, 2017) de Alejandro Schmidt.

 

Un nuevo libro del poeta cordobés, de amplia trayectoria, numerosas publicaciones y reconocimientos en el país y el extranjero. Compartimos un poema:

 

TENDRÁ UN MONTÓN DE COSAS POR HACER

el amor no existe
la poesía no existe
el alma no existe

la palabra

existe
la vida humana
el león

la revolución no existe
la verdad no existe

este hueso existe
la mesa
los palitos chinos

usted
tendrá montones de cosas por hacer

vaya

el dinero no existe
el peso de los cuerpos
no existe

         la sombra sí
         la copa de oro donde un mar
         también

el tiempo
no existe
la ciudad
no existe

en instantes
irá
vendrá
el aire
al organismo
y será parte de una noche imaginaria
pensamiento

la ilusión existe
el pan del diablo existe

       debemos protestar.

 

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LUZ AZUL (Bajo La Luna, 2017) de Beatriz Vignoli.

 

“Luz azul es un libro sobre la energía de lo muerto y sobre las posibilidades del vacío –dice la contratapa, acertadísima–. Aquí, como puede leerse desde el epígrafe que abre el libro, la variación del tono de la luz producto de una explosión atómica (sin necesidades de metáfora profunda, una representación del momento mismo de la muerte) pareciera remitir a las etapas del duelo, a los cambios y a la evolución posteriores a una pérdida. Del rojo inicial al verde, y de éste, finalmente, al azul. Esa última luz azul, en otro idioma, sería la imagen de la tristeza, cierta melancolía por aquello que se perdió, lo ya muerto. Pero en nuestra lengua hay otro dato, esperanzador quizás, o al menos un consuelo frente al puro vacío: esa luz también podría leerse, en su palindromía, como un círculo, un ciclo, una cinta infinita que presenta permanentemente la posibilidad de un nuevo comienzo”

Compartimos un poema:  

ALBA COBALTO

(Verdún, 1915)

Si fuese al fin azul feroz cobalto el alba,
si una alegría mineral fosforeciera
sobre este pavimento de pestilentes tortugas,
de cascos putrefactos y ectoplasmas,
¿qué nos impediría acá reír, fumar,
toda amargura húmeda quemándose
en lo rojo del sol,
qué nos impediría ser felices?
El corresponsal contó un muerto por metro.
Y sin embargo el alma, la decimonónica todavía
entre tanta carne trozada incomestible
valsea su vaivén.

 

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TRABAJAR CANSA / VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS (Griselda García editora, 2018) de Cesare Pavese.

Volumen monolingüe que reúne dos libros de poemas de Cesare Pavese, con prólogo y traducción de Jorge Aulicino. Entre 1935 y 1950 Pavese publica Trabajar cansa (1936) y escribe lo que será Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, su libro póstumo. Su obra poética suele ser calificada de narrativa, con muchos poemas estructurados a partir de la narración de una anécdota que es ocasión de una revelación. Dice el prólogo:

“Su escritura se forjó en los albores de la Segunda Guerra Mundial, en contra del decadentismo post romántico peninsular, a contramano del futurismo y en forma casi paralela al hermetismo atribuido a Ungaretti y Montale. (…)

En la prosa “dura” de los norteamericanos, Pavese descubre que la poesía puede utilizarse para expresar los hechos esenciales, tal como habían hecho sus ancestros.”

Compartimos dos poemas:
 

GENTE FUERA DE LUGAR

Demasiado mar. Ya hemos visto suficiente mar.
Al atardecer, cuando el agua se extiende pálida
y esfumada en la nada, el amigo la mira
y yo miro al amigo y no habla ninguno.
A la noche terminamos recluidos en el fondo de una taberna,
aislados en el humo, y bebemos. El amigo tiene sus sueños
(son un poco monótonos los sueños junto al rumor del mar),
donde el agua es no más que el espejo, entre una isla y otra,
de colinas, jaspeadas de flores salvajes y cascadas.
Su vino es así. Se contempla, mirando el vaso,
alzando colina de verde sobre el mar plano.
Las colinas me van: y lo dejo hablar del mar
porque es una agua tan clara que muestra hasta las piedras.

Veo solo colinas y me colman el cielo y la tierra
con las líneas firmes de los flancos, lejanas o cercanas.
Sólo que las mías son ásperas y estriadas de viñas
fatigosas en el suelo quemado. El amigo las acepta  
y las quiere vestir de flores y de frutos salvajes
para descubrirles riendo muchachas más desnudas que los frutos.
No es preciso: en mis sueños más ásperos no falta una sonrisa.
Si mañana temprano nos ponemos en camino
hacia aquellas colinas, podremos encontrar por las viñas
alguna oscura muchacha, quemada por el sol,
y, dándole charla, comerle un poco de uva.    

 

THE CATS WILL KNOW

Aún caerá la lluvia
sobre tus dulces empedrados,
una lluvia ligera
como un hálito o un paso.
Aún la brisa y el alba
florecerán ligeras
como bajo tu paso,
y tú regresarás.
Entre flores y alfeizares,
los gatos lo sabrán.

Llegarán otros días,
llegarán otras voces.
Sonreirás sola.
Los gatos lo sabrán.
Oirás viejas palabras,
Vanas y cansadas
como vestidos usados
de las fiestas pasadas.

Tú también harás gestos.
Responderás palabras-
rostros de primavera,
tú también harás gestos. 

 

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EL PÁJARO ROJO (Caleta Olivia, 2017) de Mary Oliver. Edición monolingüe con traducción de Natalia Leiderman y Patricio Foglia.

 

Mary Oliver (1935, Maple Heights, Ohio) es una de las poetas vivas norteamericanas más leídas en la actualidad, quizás por su poética celebratoria que, explorando lo cotidiano, vuelve sobre lo natural, la fascinación ante el milagro de la vida y la gratitud de ser testigo de este mundo y sus fuerzas. Red Bird fue publicado originalmente en 2008 (su libro número doce) y está hecho de sesenta y un poemas que entretejen naturaleza, amor y política. Compartimos uno:

        INVITACIÓN

         ¿Tenés tiempo
        para pasear
           un rato
             salir de tu día

        ocupado, importante
        para buscar a los jilgueros
           que se juntaron
             en un campo de cardos

        para una batalla musical
        para ver quién puede cantar
           la nota más alta
             o la más baja

        o la más intensa de las alegrías
        o la más tierna?
          Sus picos fuertes, desafilados,
             beben el aire

        mientras luchan
        melodiosamente
           no en tu nombre
             ni en el mío

        y no en el nombre del éxito
        sino por puro deleite y gratitud
           créannos, dicen.
             es cosa seria

        estar vivo
        en esta fresca mañana
           en este mundo roto
             Te lo ruego

        no camines
        sin detenerte
           para prestarle atención a este
             teatro más bien ridículo.

        Podría significar algo.
        Podría significarlo todo.
           Podría ser lo que Rilke quiso decir cuando escribió:
             Debes cambiar tu vida.

 

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EL PSICÓLOGO DE DIOS (Kintsugui Editora, 2018) de Jotaele Andrade.

 

Se trata de una edición ampliada del libro que, con el mismo título, fue editado por el mismo sello editorial en 2016. Dice la contratapa: “Jotaele Andrade pone en primer plano la necesidad de una poesía vital, una poesía que nos toque de manera inmediata, que nos ayude a deshacernos de tanto lastre innecesario. (…) Se anima a ser esencialista tanto como a ser desprolijo: porque no importa, porque cuando se tiene algo urgente que decir todo queda imantado desde esa urgencia”.

Compartimos el principio y el final del largo poema “Un éxito”, uno de los mejores del libro:

  

UN ÉXITO

hace tiempo me operaron del cáncer de la poesía
salió bien dijo el médico
y las enfermeras sonrieron

mire
dijo
exhibiendo un enorme frasco detrás del cuál
las
sonrisas
de las enfermeras
se retorcieron
y que olía a menta disgregada en formol
y allí
en el interior
una sustancia
extraña
a veces fluorescente
a veces oscura
se movía
como si tuviera gusanos o fuera cosa viva
dejando escapar chorros de vapor que empañaban
el vidrio
las sonrisas deformadas de las enfermeras

y esto
era su enfermedad
este parásito que le comió muelas
fuerzas
años

guárdelo sobre la repisa
mírelo
recuerde
que usted no fue antes
más
que un pobre individuo
un sobrante
una amenaza para oh dios
la armonía del conjunto
y desde aquí contará usted con todo el apoyo
pero seguirá sin mí dijo
el servidor social
haciendo una venia
algo emocionado
porque fue un éxito
un enorme éxito dijo
haciendo un redondel con las manos
abarcando un todo
imaginario
y dios y la ley ahora lo amparan

y aunque hubo complicaciones
recaídas
ahora soy un ciudadano correcto

por eso callé
sin esfuerzo
no me atreví a preguntar si un frasco
un simple frasco
podía contener
tanta desmesura

lo que fue un éxito
dijo el señor que olía bien
lo que se dice un éxito rotundo
fue el posoperatorio
(y lo dijo así sin la letra “t”, posoperatorio y pensé que era por la
sonrisa
que permanentemente exhibía)
y no hay que perder de vista
dijo decía
palmeándome la espalda como si fuéramos viejos amigos
que hemos sumado un gran ejemplar a nuestras filas

(…)

pero a veces quiero decirle
que no es
quiero decirle
yo creo que es
y no diga más me dice
y me sonríe
es un éxito
y tome estas pastillas cada dos horas

y es un éxito
junto con la lobotomía
entonces
me pica menos
o ya no siento mi cuerpo
y conjuro entonces esa tentativa de la poesía
su picazón
y babeo frente a la tv
y me río
blaf blaf blaf
así

y mi mujer se ríe y pide comida por teléfono
ambos nos reímos blaf blaf blaf
golpeando las palmas de las manos contra las rodillas

blaf blaf blaf

nos reímos de nosotros
pero mi amor
me río con vos
no de vos

soy un correcto ciudadano

       y mi parte del mundo es esta parte
       indolora
       y no tengo la culpa que haya tanto sufrimiento fuera de aquí

fue un éxito
y ahora este diploma que lo acredita
como buen ciudadano
señor juan gonzález
juan garcía
juan andrade
juan martínez
quien quiera que sea
da lo mismo

fue un éxito
la lobotomía
ezzto qe difgo bashbeandosh

no haber encontrado aún una parte del mundo que cambiar
pero no importa
es normal
en alguien preocupado

y mi esposa se ríe
conmigo

y pasan aviones y metrallas
y apagamos la tv
todo lo que no se ve no existe
me digo
me dicen

y mi sicólogo se ríe
conmigo

fue un éxito
súbase no más los pantalones
dice mi médico
y se ríe
conmigo

soy un gran éxito
y me aplaudo y me río
conmigo
en mí

de mí
dicen
me río
es un éxito
un gran excito
dicen
un ezzito

soy un ezzzz
zzzzz
zzzzzz

 

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DEUDA & LITERATURA (Club Hem, 2017) de Omar Chauvié/ GIAP Y OTROS POEMAS VIETNAMITAS (Club Hem, 2017) de Mariano Dubin.

Sigue Club Hem con su serie de libros dobles (o sea, los dos libros vienen reunidos en un solo volumen). En esta oportunidad poemas de Omar Chauvié (1964), por un lado, y de Mariano Dubin (1983), por el otro. El primero de los siguientes poemas corresponde a Deuda & Literatura; el segundo poema corresponde a Giap y otros poemas vietnamitas.

 

 

 

 

 

 

[…DEUDA CON LA MAYÚSCULA DE DIOS…]

                      deuda con la mayúscula de dios

esa noche el niño Isaac sedurmió temprano y antes
de volverse hormiga ya había soñado
con un país sin
chimeneas

 

 

GIAP TOMA VINO DE MÁS LUEGO DE UNA GRAN BATALLA Y LA PUDRE

 

Hay que inventar un vocabulario nuevo para barajar a los giles dice el General Giap. Hay que descansarlos de puro chamuyo. Tirarle esta aquella y cuando se rescataron chau nos vimos. Que se sientan zarpados los gatos. Que sientan que nos los vamos a comer de tanto tirarles postas. No nos van a correr con argumentos flacos. Si sos gato. Tomatela michifú. Acá estamos zarpados en vietnamita. Tomatela. No agiten guachos. No.

: tomatelas.

 

 

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SHIBÓLET (Griselda García Editora, 2018) de Diego Roel.

La de Diego Roel (Temperley, 1980) es una de las voces más personales y singulares de nuestro país: una poesía que trabaja decididamente a partir del enrarecimiento y del misterio, y que podríamos afiliar –pero sin confundirla– con la de Horacio Castillo. Este es ya su décimo libro. Compartimos un poema:

 

MAZMORRA

Estamos muertos y sin embargo
podemos respirar.

Duerme, hijo mío, duerme.

La nieve se funde en la orilla:
el paisaje es una superficie donde el día
arroja niños y caballos.

Pronto vendrán las voces del cielo,
los animales del aire, las caravanas del frío.

Estamos muertos y sin embargo
la sangre corre en nuestras venas.

Duerme hijo mío, duerme.

 

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DIÁSPORA (Ruinas circulares, 2017) de Mariano Díaz Barbosa.

Segundo libro de Mariano Díaz Barbosa, nacido en Buenos Aires en 1982. A lo largo de las páginas se construye una voz desencantada, que encuentra en la expresión de ese desencanto el motor de la escritura.

Compartimos uno de los poemas del libro:

 

NAÚFRAGOS

puedo ver en la pantalla
otra noticia de un barco que se hunde
arañando las costas de Europa

y mientras golpeo las teclas
sin letras
de la vieja computadora de mi oficina
me doy cuenta de que yo también soy un extraño
varado
ahogándome
lejos
(sin estarlo tanto como ellos)
de mi casa
tratando de armarme un rostro
con todas las cosas que no soy

hay muchos alrededor
pero sé que no hay nadie
un montón de exiliados montando una percusión
gastada
con los dedos
cada uno en su teclado
cada uno yéndose a pique
exiliado
tratando de olvidarse
lo que dejó atrás
en sus familias
y amigos
madres y padres
o hermanos
que probablemente volverán a ver después del trabajo
pero no es seguro

nada es seguro cuando se emprende el exilio

en el caso de unos es un mar de distancia
en el caso de otros
es el cansancio al llegar a casa

todos son extraños
y su ser
junto a sus nombre
al cruzar al otro lado
sea ese lado una nueva tierra
o la oficina

a todos nos han arrancado algo

mis raíces se secaron
mis raíces no pueden hacer pie en ningún suelo

los veo
el mar se los lleva
y yo sigo tecleando

para ambos
(ellos y yo)
es demasiado tarde 

 

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YO, LA PERRA (Griselda García Editora, 2018) de Romina Ruffato.

Primer libro de Romina Ruffato, nacida en Buenos Aires en 1975. Compartimos un poema:

 

ALGO HABRÉ HECHO

Le pido al lobo
que me coma
de un solo bocado.
Entera y sin masticar.

No hay pausa.
Clava los dientes
y me engulle.

Mejor así.

Odio las agonías.

 


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