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Algunos libros recientes (septiembre 2021)

Algunos libros recientes (septiembre 2021)

KATANA N° 4  (SEPTIEMBRE 2021) – Dirección: Carlos Rey. Staff: Analía Requena, Mariano Shifman, Pablo Porro y Pablo Seguí. Colaboradores varios  

(AC)

Esperado nuevo número de KATANA, que sigue consolidando su personalidad número a número. De 172 páginas, cuidado diseño y circulación gratuita (puede leérsela y descargársela acá: este cuarto número viene con muchas cosas excelentes, que están a ese click de distancia. Aquí resaltamos algunas:

(i) Una nota Editorial de Carlos Rey, sobre la poesía escrita y la poesía no escrita, y sobre la supuesta (e imposible) muerte de la poesía. Sumada a las editoriales de los números anteriores, muestra una de las mejores intenciones de Katana: pensar una vez más los temas de siempre de la poesía, desde un lugar que cuestione el statu quo.

(ii) También firmada por Carlos Rey, con el título de “Tres poetas formalistas”, puede leerse una aproximación crítica a la poesía de Mariano Shifman, de Pablo Seguí y de Pablo Porro. Las críticas son muy buenas, y tienen la virtud de incluir muchos poemas completos de los poetas analizados. Hay, creo, un malentendido fundamental acerca del alcance de la palabra “formalistas”, pero eso importa menos que el objetivo muy logrado de presentar cabalmente a estos tres poetas en estas tres antologías críticas comentadas. También hay otra sección de crítica, hecha de reseñas breves e impresionistas, a cargo de Pablo Seguí.  

(iii) Una sustanciosa, demorada e inteligente entrevista de Fabián Herrero a Carlos Battilana (sobre sus lecturas, sobre sus métodos para tratar de escribir poesía), seguida de una selección de poemas inéditos. Otra buena costumbre de Katana.

(iv) Un artículo de Franco Bordino sobre la dimensión ética de la representación de la violencia en el arte. Incluye una brillante descripción y análisis de una escena memorable del Western.

(v) Poesía francesa actual, de Christian Cavaillé, traducida por Omar Emilio Spósito y presentada en edición bilingüe.

(vi) Un “Muestrario de poetas de la Patagonia”, a cargo de Gerardo Burton. Una antología similar había sido ya presentada en un número anterior sobre poesía del Tucumán, lo que parece ir configurando una sana vocación federalista de Katana. Es una gran oportunidad para conocer algo de lo que se está escribiendo en distintos lugares de la Argentina.

(vii) Si bien la revista está en todos los puntos anteriores llena de poemas, vienen también poemas de Pablo Ingberg, Mariana Laudecina, Romina Rodríguez, Julio Luis Gómez, Andrés Bohoslavsky y Analía Requena. Compartimos uno de Julio Luis Gómez, excelente:

 

CONTINUIDAD DE LOS MARES (JULIO LUIS GÓMEZ) 

                            a mi madre, quieta en un cementerio de llanura

Mienten los que dicen
que una pared te guarda para siempre
indiferente al sol
y a los inviernos que temías.

Miran el mar tus ojos en los míos
y es otra vez verano en esta orilla.

Las olas te pronuncian
y repiten los hijos el asombro
cuando me abrí al mundo
de tu mano.

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NUNCA HAY SUFICIENTE MAR (Baltasara, 2020) de Loreley El Jaber.

(EGC)

“No hablaba de Galicia / ni de su madre, ni de las tijeras en su cabello / justo antes / Mi abuela nada decía”: poner palabras donde no las hay para remontarse a un origen a medias recordado colectivamente, a medias imaginado o hipotetizado, para reinventar la llegada una y otra vez, ese es el ejercicio que la voz poética despliega en Nunca hay suficiente mar de Loreley El Jaber.

            Todo origen no es más que relato, pero es posible entregarle ese relato al olvido, al silencio o a la Historia, o moldearlo en lengua propia. Así, cuerpos en viaje, cuerpos atados por los lazos que tienden el mar y la sangre, el pasado y el presente, son tema y objeto de esta “lengua [que] cuenta lo que ellas quieren que cuente”.

            Mientras tanto, navegamos en aguas que son, a la vez, salvación y amenaza, que entran por las grietas de una casa para ocuparlo todo, que dan refugio, que nos ofrecen la oportunidad de transformarnos en “sirena dorado balsa”, de ser la maravilla.

 

JAILAN LEIDI

Parecía una estatua de cara al cielo
los ojos detenidos en una voluta de aire
No hablaba de Galicia
ni de su madre, ni de las tijeras en su cabello
justo antes
Mi abuela nada decía
del viaje, del arribo, de esa soledad cruda
como bienvenida
Cuando le preguntaban repetía
jailan leidi
se reía de ese nombre para el barco de una sirvienta
y sacaba el pañuelo y barría
con fuerza
las palabras de su boca

 

JUSTO YO

He decidido salvarme
como quien toma la resolución, como si se pudiera
He decidido salvarme
entrar en el río como quien se sube a un caballo
en el que anduvo por años

Justo yo
que nada sé de río ni de agua
entré al limo como si supiera lidiar
con lo resbaladizo
y dejé que el río me llevara
y
justo yo
fui sirena balsa dorado
fui el brillo del agua
dentro
del agua

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LA VIOLENCIA DE UNA ESTATUA (Hexágono Editoras, 2020) de Flavia Calise.

Flavia Calise nació en 1992. Una voz directa, fresca, imaginativa. Compartimos dos poemas:

 

SI FUESE UN PAÍS, ¿QUÉ NOMBRE LE PONDRÍAS A TUS ISLAS?

el sol marcó un escote en tu frente
a dónde irán a parar tus ojos
que parecen sostener tu cabeza
el sol marcó un escote
la mañana se llevó un costado de tu cara
el otro lo guardé en el fondo de mi boca

anoche no comimos, nos bañamos
dos manos pueden cultivar rayos, una espina
los dedos entran donde hay ganas
un plato blanco el pelo sucio el agua clara
el sol marcó un escote

de pronto, un beso
se me agotaron las ideas para postergar la muerte

la ciudad es un escombro alto
el miedo nos inventa un enemigo
un arma asoma en el bolsillo de cualquiera pero
el sol marcó un escote
pude esquivar un vidrio

 

ULTIMAMENTE ME MUERO

llora cada vez menos gente
se reúnen en una cama ajena
dicen que me volví aburrida
que hablé sobre la muerte
hasta que la tuve cerca
que me daba más miedo no tener plata
que ser madre
que todo parecía balancearse
en la misma sensación:
pedir perdón por estar triste

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GEOGRAFÍA DE LA FÁBULA (EDUNER, 2021) de Miguel Ángel Federik.

por AC

Siguiendo lo que es ya una feliz serie de títulos, la Editorial de la Universidad de Entre Ríos publica ahora la obra poética hasta la fecha de Miguel Ángel Federik. Nacido en Villaguay, Entre Ríos, en 1951, publicó los libros La estatua de la sed (1971), Los sepulcros vencidos (1974), Fuegos de bien amar (1986), Una liturgia para Némesis (1994), De cuerpo impar (2001), Imaginario de Santa Ana (2004) y Niña del desierto y otros poemas (2010). A estos libros, se suma un libro inédito completo –que ahora le da nombre a todo el volumen- y varios poemas y libros inéditos de distintos años. Como ya no es sorpresa, la Editorial de la Universidad de Entre Ríos hace sus libros tan excelentes en su concreción material como inteligentes y amables en la disposición y presentación del contenido. Todo está bien presentado, con un prólogo iluminador de Sergio Delgado, una nota biográfica final del propio autor, etc. En definitiva, un marco perfecto para comenzar a leer esta poesía.

Comparto tres poemas de una de estas colecciones inéditas hasta este libro: “Elegías con caballos”:

 

20

Las mariposas nacen y mueren volando
adentro de una música callada.

Vi caer una delante de mí una tarde.
Se abrazó con sus patas a una brizna
y espero que el agobio le apaciguara las alas.

Después se dejó caer sobre su sombra
para morirse olvidando sus colores,
pero soñando que volaba.

 

52

Sabe bien mirar las nubes, quien supo ensillar caballos.
Malditos sean para siempre los que invocan su orden,
antes de haber nacido al alarido,
de entrar de cuerpo entero a los favores del aire.

 

55

No sé, es difícil la lengua de los caballos,
pero él se ayudaba con las manos sobre el suelo patrio.

Las quijadas les quedaron en campos de no sé dónde,
llenas de dientes y de rabias.

Marcaba con las manos el ritmo de su memoria
y de su pescuezo asomaba un refucilo solar, novedoso
y desafinado, ante el orden animal y cósmico de la belleza.

Hablo desde un orden de caballos.
Digo con toda convicción: crines largas que ya están volando,
mientras las hadas vienen a oír estas miguitas de pan perdido,
este viento cimarrón que les menea y les levanta las faldas
y ellas se sonríen, ante el equivocado,
como sólo se sonreían las hadas.
Yo he sentido alguna vez ese refucilo-temblor
antes de mí , que quería ser palabra,
pero me gusta perderme turbio, desparejo,
feliz, desacompasado. Como quien llama.

 

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MUTUAL SENTIMIENTO (Ediciones Nebliplateada, 2020) de Marina Mariasch.

Marina Mariasch (Buenos Aires, 1973) es considerada una de las poetas más destacadas de su generación. Dice la contratapa, de Anahí Mallol: “Cuando un libro de poemas te pone a pensar todo otra vez, desde las categorías sociales hasta las literarias, desde el significado de algunos conceptos hasta la definición de las palabras que creés más estables, lo que sucede, con alegría, con inquietud, es que se está asistiendo al advenimiento de lo literario, en una definición que no envejece y que traviesa diferentes épocas y estéticas: un uso del lenguaje que pone en crisis. Una palabra que no es ni esto ni aquello, y mucho menos esto y lo otro…”

Compartimos un poema:

 

EL POEMA DE LA POESÍA

tipos de composiciones fijas
formas cerradas
rotas por el encabalgamiento
escondido en la resonancia de la matriz rítmica
que se genera. Hay algo que estructura
una cajita de música
el verso libre explora el proceso
de pensar sentir o de sentir pensar
una experiencia humana
que se transmite a través
de esas curvas aparece el ritmo
desaparece el metrónomo
el ritmo no es sonido sino sujeto.
Hay una relación corporal con el pulso
cardíaco la edad
necesaria abajo
hasta el fondo desde donde
te llamo.

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DE CÓMO SE HICIERON VISIBLES LAS PRIMERAS CHISPAS (Paisanita Editora, 2021) de Simone Atangana Bekono – Edición monolingüe, traducción de Micaela van Muylem.

La autora es neerlandesa, nacida en 1991, y el libro es una mezcla de cartas y poemas: vienen primero seis poemas, luego las cartas, y luego tres poemas más. Según se afirma la contrasolapa, el libro obtuvo numerosos premios. Tiene una indudable fuerza, que se siente aun a través de las mediaciones (la traducción, la lejanía de la autora, etc). Compartimos el primer poema del libro:

I

Nací en un bosque

Nací y me alumbraron con una lámpara
y en el lienzo detrás apareció mi silueta
Mi silueta abrió la boca, dijo:
“Existo porque existe tu cuerpo
Cronos devorando a los hijos
sanguinario como lo pintó Goya con óleos sobre lienzo
un cuerpo que se hizo irreconocible
ávido y caótico
sin raíces en la tierra”
y con eso me las tuve que arreglar

Oí jadeos y risas: sonidos concretos, específicos
mi silueta era una silueta sin rasgos específicos
mi silueta era inexplicablemente mía
actuaba para mí, sólo existía cuando yo miraba
sólo existía en el lienzo

Sonidos concretos, específicos
quise que me admitieran en un sistema de tildes y crucecitas
quise placer virtual, sexual y despojado de política, que me incluyeran
el mentón apoyado en el borde del escritorio, en el asiento de atrás de un Tesla
que me borraran del menú de opciones, sí
que me incluyeran

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SOY POESÍA (Alción, 2021) de Laura Salinas.

Laura Salinas nació en San Luis en 1975. Este es su primer libro de poesía; compartimos un poema hecho de varios:

MICRO POEMAS

Se huele el ten
a la distancia.
Late la tierra.

El silencio amplifica
el ladrido de los perros,
ya no estoy en la ciudad.

Buscando luz trepa
la enredadera,
el cielo se derrama.

Grita el benteveo,
la brisa arrulla
a la luz de un libro.

Un niño se mece
en las hojas de un sauce
llorón, algo se rompe.

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LA GOLONDRINA ROJA (Huesos de Jibia, 2021) de Jean-Michel Maulpoix –Edición bilingüe, traducción de Omar Emilio Spósito con la colaboración de Walter Cassara.

Jean-Michel Maulpoix nació en Francia en 1952. Autor de varios libros, director de la revista literaria Le Nouveau Recueil, publicó L´hirondelle rouge en 2017, que ahora se transforma en su primer libro traducido al castellano. Dice el final de la contratapa de Walter Cassara: “A semejanza de esos juegos acrobáticos con que las golondrinas delinean en el aire sus vuelos embriagados al caer la tarde, Maulpoix canta en este libro -visceral y temerario- el enamoramiento de la vida, a pesar de la decadencia y del final inapelables; con toda la fascinación, toda su ferocidad y su audacia, celebra «la escritura: como quien escucha los latidos de esa ave de vuelos afiladísimos, vestida para no se sabe qué ceremonia…»”

Compartimos un poema:

 

SE NECESITA TAN SOLO una línea para trazar el horizonte y separar, correctamente, el cielo de la tierra; a continuación, se añaden unos insectos: langostas, babosas, caracoles; luego algunas plantas y algunos cuerpos celestes, y para terminar: un hombre o una mujer o mejor ambos, ya que será menester que estos dos se acoplen y luchen para que la historia tenga un principio verdadero. Después, un momento de descanso. Tenemos el pleno derecho a amar las formas y el color, pero no renunciemos a dejar bastante espacio en blanco para que nuestra golondrina pueda extender las alas. Pongamos asimismo algunas manzanas y una jarra de vino para los huéspedes. Finalmente, estiremos las sábanas de la cama, que luzcan bien limpias y lisas, porque ningún mundo ha de nacer de la falta de amor. Y ante todo, a no olvidar nunca el corazón, prodigio tan deseado.

Vous n’avez besoin que d’une ligne pour tracer un horizon et séparer comme il se doit le ciel de la terre. Ensuite, vous ajouterez des bestioles (sauterelles, limaces, escargots), quelques plantes, un ou deux astres, et pour finir un homme ou une femme, pourquoi pas les deux, puisquil faudra qu ils s’unissent et se disputent pour que l’histoire commence… Ensuite, allez vous reposer… Vous avez le droit d’aimer les formes et la couleur, mais n’oubliez pas de ménager beaucoup de blanc si vous voulez laisser à votre hirondelle rouge une chance de s’envoler. Déposez également quelques pommes sur la table, un peu de vin pour vos hôtes. Et puis, tirez tes draps du lit :qu’il soit propre et bien fait ; aucun monde ne naîtrait de l’absence d’amour. Le coeur surtout est une merveille très désirable : ne l’oubliez jamais !

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PARTES DE LA ESCENA (Detodoslosmares, 2020) de Pablo Queralt.

“Estas Partes de la escena poética de Pablo Queralt –escribe Alfredo Fressia en una nota introductoria– se tejen entre el recuerdo y la profecía, en ese lugar inestable donde el pasado tira sus cartas sobre el presente y, más aún, sobre el siempre improbable futuro. La infancia es la escena prístina de donde viene el juego, porque fue cuando y donde descubrimos el mundo y sus elementos, cuando aprendemos que nunca desvelaremos el misterio que envuelve lo esencial de nuestra vida…”

Compartimos algunos fragmentos de “Libro primero”, el extenso poema que abre el libro:

 

LIBRO PRIMERO

Sabemos lo que queremos nosotros?
Aquí en la habitación que adoramos estar cuando entra
el colorado del atardecer o el amarillo del mediodía
en toda esa luz nos bañamos pasando del living
a la cocina tenemos las palabras los libros este lenguaje
que nos hace felices invisibilizados
en lo que hace nacer soñar tanto en esa luz imaginación
del sueño invencible como nuestra necesidad nuestro
deseo todas esas pequeñas extrañas vidas
que aquí vemos en nuestras vidas
que miran para otro lado.

Y para qué sirve esto que hacemos?
No te lo preguntes, el ser sabe lo que hace,
lo justo, lo bello, lo bueno.

Se quita un peso del corazón para vivir
una verdadera vida.

(…)

Deslizándome, caminando entre las nubes
de la noche infinitamente hacia todo lo que me atraía
y nunca me animé empujando mi tristeza mi miedo
que son parte de mi vida me hundo
escucho respiro me arrojo al paisaje
de esta luz que fue mi infancia

y me quedé mirando este manto silencioso mirá.

(…)

Cuando yo era un niño pequeño andaba en barco
por ese cielo. Hasta que salí de la forma en que fui
criado. Yo me remojo de otra manera. Me río en ese
silencio. Todo eso es periférico. Y acá vemos la vida
de otra forma distinta. En este ahora libre del color.
De mi pasado y de mi futuro. Las cosas que me hacen
saber que soy amado. Y porque amo.

Juegan con los colores donde se arrojan.
No negocian su libertad. Porque si odian a alguien
odian a una parte de sí. Vemos el sol esconderse.

Y no necesito que me lo devuelvas.
Es amor lo que dan.

(…)

Todo ese mar con su ruido hablándome y ese sol
ese sol, si esto no es belleza yo no sé qué es esto
que vino a hacerme sentir vivo otra vez este tiempo
divino ese azul ese rosa que no quiero dejar escapar
más, para quedar atrapado en su infinito.


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