Compartimos una selección de cuatro de los poetas publicados en papel, en el #40 de Hablar de Poesía: Carlos Ríos, Guadalupe Wernicke, Alex Zani y Alberto Carpio.
CARLOS RÍOS nació en Santa Teresita en 1967. Escribió libros de poesía y narrativa, entre ellos Media romana (2001), La salud de W.R. (2005), La recepción de una forma (2006), Nosotros no (2011) y Cucarachas (2017). Entre 2002 y 2009 vivió en México.
EJERCICIO N° 23
Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Váyase. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Váyase. De nuevo
bórrelo. Y váyase.
Escriba un poema.
Váyase. O Bórrelo.
Escríbalo de nuevo.
Váyase.
HABLA LA LIEBRE
Habla la liebre: soy con-
vertible soy invisible soy
la liebre de tu realidad mi-
rá como te escapo zum zic
trac shhh. Ahora duermo pe-
ro las lanzas están acá cerca:
soy liebre, sí, pero de zonza
ni un pelo y nunca duermo
porque hay mucha muer-
te en el país. Soy la in-
visibilidad y estoy en
crecimiento. Soy la
liebre que zumba
y te dice al oído, mal-
dito caracol, que las po-
sibilidades están a la vis-
ta: mirá, escuchá, poné
cara de lie-
bre y poné
play, shhh
(shhh).
***********
GUADALUPE WERNICKE nació en Buenos Aires en 1982. Coordina talleres de escritura. Publicó, entre otros, con dibujos de la virgen negra (2013) y El proyecto olímpico (2016).
EL HUESO
I
Cinco piezas soldadas
en forma de pirámide
sus alas
sostienen la columna
y de él nacen – racimos –
los nervios las espinas
[El nombre vendría de una confusión: ieron en griego
puede significar sacro
pero también grueso, fuerte]
A treinta días de gestado
el sacro del feto ya está listo
aunque su consistencia no sea dura
como la de mi hueso
que ahora se hincha como una bisagra
cuando hay humedad
cuando camino, cuando me agacho y me levanto
El antónimo del verbo soldar:
un sacro se desuelda
y el cuerpo es un eco
el eco de sí mismo
y del cuerpo que guarda y crece
podría decir cintura, pelvis, cadera
pero la certeza es quirúrgica
el sacro es el único implicado
y pienso otra vez en su nombre
todos los cuerpos mutan
pero todos se parecen
en lo que los hace cuerpos
el hueso tendrá que abrirse
para zanjar el canal
de veneración
y que el pico de la cabeza
corone
y a la mujer le nazcan
su cuerpo radiante
y la niña del cordel.
III
La pileta de la cocina cría
seres vivos entre los restos de comida.
Las funciones del cuerpo son tantas y
simultáneas que prefiero no pensar,
marchan y gestan a pesar mío, sin ninguna
conciencia del rulo de las metamorfosis.
Chispazos me quiebran de vez en cuando y
empiezo a notar la forma.
Hay un sonido que no conozco,
un idioma que quisiera aprender.
Pero me quedo con la lengua de las mentes,
la lengüita callada de cada corazón;
y la piel, el pelo, los pies, los intestinos,
siguen balbuceándome frases inconexas,
flecos de un entendimiento al que me someto
como súbdita, los ojos hacia el piso, él sabe,
él es el guardián de mi verdadero nombre.
***********
ALEX ZANI nació en Santiago del Estero en 1992. Cofundó la revista digital La Primera Piedra. Publicó los libros: El Camino de los Perdidos (2017) y Justo antes de olvidar mi nombre (2018).
TE FUISTE QUEDANDO sin palabras
hasta que un día
abriste la boca y nada
ni muelas ni mentiras
así fue fácil perderte
entre utensilios silenciosos
olvidarte en cualquier parte de la casa
desaparecerte en la rutina
de tu persistencia muda y cotidiana
era un domingo lunes martes
no sé bien
destapé la baulera
te busqué revolví metí
mano hasta el fondo
dormías entre polvos
ahí estabas, libro quieto:
otro bulto más
**
digo
dos horas tu nombre
tres horas
cuatro cinco
nombrarte ahora
es suficiente
después
ni vos ni yo
ni yo ni vos
sabremos mirarnos
**
y qué si no viniste
qué más da
una ausencia
o dos o tres
si fueras madre
diría: niños
si fueras padre
serían tuyos
los fracasos las drogas los errores
los domingos y mi casa toda entera
si vinieras te lo juro
mis macetas mis sillas mi playmobil
el más grande tesoro secreto
la ventana que te avista
pero no: llegás para irte
y qué si no te quedás
qué más da
si se van con vos
tus ojos tus raíces
tu dulcísimo orgullo.
***********
ALBERTO CARPIO nació en Sevilla en 1983. Publicó Los comensales (2012) y Los privilegios reales (2018).
LECCIÓN DE ANATOMÍA
El hombre amoratado en la camilla
con los ojos velados como un pez en la plaza.
Las fibras sueltas que el Doctor Tulp levanta indiferente
y la piel retirada como si fuera un guante.
Mi padre conducía,
llegamos hasta Holanda, con sus canales y sus girasoles,
el mercado del queso aquel domingo,
la lencería azul de la mujer en el escaparate.
Mi padre nos mostraba el Rijksmuseum,
daba clases de historia
y los originales no enseñaban
nada que no estuviese ya en los libros.
No se habló de la muerte,
nos fuimos a comer.
Sólo tenía once años
la muerte como Rembrandt
era un nombre vacío,
mi padre nos habló de los colores,
cómo dispuso a cada personaje
según su economía.
Qué perseguía Tulp,
por qué nos miran,
por qué miran el libro y no al cadáver.
El profesor no busca la verdad,
les enseña la ausencia del misterio.
Entiendo que mi padre se callara.
SEIS son los privilegios reales:
amar sin necesidad de ser amado
desear sin ser correspondido
tener hijos sin miedo
enfermarse sin miedo
poder colonizar sin ser colonizado
no poseer ni ser poseído